VENEZUELA
Ex boinas verdes encarcelados en un fallido golpe de Estado en Venezuela pueden haber sido engañados
Los exboinas verdes fueron encarcelados el año pasado en medio de la Operación Gedeón, que no logró su objetivo. Negociadores piden su liberación.
Dos ex boinas verdes encarcelados en Venezuela por el fallido golpe de Estado del año pasado no son mercenarios. De acuerdo con un negociador privado que busca su liberación, estas dos personas pueden haber sido engañadas y el régimen de Maduro debería mostrar indulgencia
“Son inocentes de los delitos que se les imputan. No eran mercenarios, no formaban parte de una invasión”, dijo el ex gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, quien está trabajando con las familias de Luke Denman y Airan Berry para lograr su liberación.
De acuerdo con el portal mcclatchydc.com, los dos hombres contratados por la firma de seguridad de Florida Silvercorp USA, podrían haber sido engañados. La información la suministró Richardson, exembajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas que ha logrado la liberación de cautivos en todo el mundo a través de su centro sin fines de lucro Richardson Center, ubicado en Santa Fe, Nuevo México
“Estaban entrenando venezolanos, sin duda, en la frontera, pero tenían un contrato para capacitar a venezolanos en Colombia”, dijo. “Ellos nunca tuvieron la intención de cruzar la frontera ellos mismos. No formaron parte de ninguna invasión. Ambos terminaron en Venezuela, tal vez alguien los vendió”.
Según el medio, el contrato de Silvercorp para entrenar a los venezolanos fue aprobado por Juan Guaidó, líder de la oposición en Venezuela, quien en algún momento se autoproclamó presidente del vecino país.
“Llegaron a Venezuela con sus pasaportes, en shorts y sandalias. Eso no es lo que usarían los boinas verdes para una invasión. Lo más probable es que pensaran que se marchaban de Colombia para volver a casa. También creían que su contrato para capacitar a venezolanos había sido aprobado por el gobierno de Estados Unidos “, dijo Bill Richardson.
El portal sostiene que los detalles sobre cómo los dos estadounidenses llegaron a Colombia y luego terminaron en los barcos que acompañaban la incursión armada llamada Operación Gideon, que tuvo lugar en Venezuela el 1 de mayo de 2020, siguen siendo vagos. Una serie de historias del año pasado del Miami Herald, el Nuevo Herald y el McClatchy Washington Bureau detallaron cómo algunos miembros de la administración Trump tenían conocimiento previo del intento de golpe y cómo hubo agentes leales al líder venezolano Nicolás Maduro que se infiltraron en las filas de los golpistas.
Jordan Goudreau, otro ex boina verde que dirigía la empresa de Florida que capacitaba a los venezolanos, presentó a finales del año pasado una demanda por incumplimiento de contrato contra Juan José Rendón, un consultor político que fue un representante en Miami de Guaidó.
Es de mencionar que la traductora de Goudreau, Yacsy Álvarez Mirabal, una mujer venezolana con vínculos con Florida, ahora se encuentra en una cárcel colombiana, acusada de importar ilegalmente rifles de alta potencia y equipo de visión nocturna. Álvarez Mirabal trabajó para un exgeneral venezolano, Cliver Alcalá, extraditado de Colombia a Estados Unidos en marzo de 2020 y acusado de ser parte de una red de narcotráfico venezolana liderada por el ejército y el régimen.
Otras de las acusaciones que hay es que el dinero del narcotráfico pudo ser el que estaba financiando los campos de entrenamiento en Colombia. Richardson está tratando de convencer al gobierno de Maduro de que tome pequeños pasos hacia una resolución, como poner a Denman y Berry bajo arresto domiciliario en Caracas en lugar de prisión.
Y es que los dos ex boinas verdes fueron condenados a 20 años de prisión por su participación en el intento de golpe de estado.
La administración de Joe Biden parece estar avanzando a un ritmo mesurado mientras revisa las opciones de política para las sanciones, la diplomacia y las relaciones bilaterales con Venezuela y su socio, Cuba.