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Exfiscal de Estados Unidos le habría dicho a Trump que no se perdone a sí mismo
Según CNN, Bill Barr -quien fue nombrado por el magnate- le habría advertido las consecuencias de tomar esa polémica decisión.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, les ha venido insinuando a sus colaboradores, desde hace varias semanas, la intención de concederse un indulto en sus últimos días en la Casa Blanca. Esta medida marcaría un hecho sin precedentes, pues ningún presidente en la historia de Estados Unidos se ha otorgado el perdón. Sin embargo, sus personas más cercanas le han dicho que esta vía no es conveniente. Según CNN, el presidente habló con William Barr, su exfiscal y con el consejero de la Casa Blanca, Pat Cipollone. Ambos le habrían advertido que esa polémica vía no sería viable.
El tema no es nuevo para el mandatario, pues el día que se celebraron las elecciones presidenciales les planteó la posibilidad a sus asesores, además de consultarles los efectos legales y políticos en él. Sin embargo, se desconoce si Trump ha vuelto a mencionar esta posibilidad a sus colaboradores luego de los incidentes ocurridos el día miércoles, cuando varios de sus seguidores, incentivados por su discurso incendiario, ingresaron a la fuerza al Capitolio, símbolo de la democracia estadounidense.
Por ahora, Trump enfrenta un segundo proceso de impeachment en el Congreso de los Estados Unidos. Mientras otras voces piden que el vicepresidente Mike Pence invoque la enmienda 25 pues lo consideran “mentalmente inestable” para estar al mando.
Ningún presidente en la historia de Estados Unidos se ha otorgado el perdón, por lo que es una acción cuya legitimidad nunca se ha probado en el sistema legal. Los conceptos de los especialistas jurídicos están muy divididos con respecto al reconocimiento de este indulto. Sin embargo, están de acuerdo en que esta acción de autoclemencia marcaría un peligroso precedente, en el que el presidente se ubicaría por encima de la ley para eludir responsabilidades ante cualquier delito cometido durante su mandato.
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Una de las principales razones por las que Trump quiere llevar a cabo este autoindulto, días antes de terminar su mandato, es porque cada vez está más convencido de que una vez abandone el poder, sus enemigos utilizarán la justicia para atacarlo.
No obstante, los indultos presidenciales en el mandato de Donald Trump han sido un tema recurrente. El mandatario ya le ha otorgado indultos preventivos a asesores y funcionarios de su gobiernos, entre los que destaca Michael Flynn, su exasesor de Seguridad Nacional, indulto que lo exonera de todo lo relacionado con la investigación del FBI sobre sus contactos con Rusia, entre otras.
Así mismo, Trump ha considerado otorgar indultos preventivos para su familia, entre ellos sus tres hijos mayores: Donald Trump Jr., Eric Trump e Ivanka Trump, además de su yerno y asesor principal de la Casa Blanca, Jared Kushner, y a su abogado personal, Rudolph W. Giuliani. Estos perdones también han suscitado polémica en los últimos días y hay quienes buscan vías para revocarlos.
Los perdones presidenciales solo se aplican a la ley federal y no brindan protección contra delitos estatales, por lo que Trump no se podría librar de los posibles cargos que pueden presentar los fiscales de Manhattan que investigan las finanzas de la organización Trump.
Sin embargo, hay un antecedente en el que un presidente recibió un indulto. Richard M. Nixon, un mes después de dejar su cargo, fue perdonado por todos los delitos que cometió en su cargo por Gerald R. Ford, su exvicepresidente, en ese momento presidente. La medida fue criticada por permitir que la Presidencia estuviera por encima de la ley.
¿Qué es un indulto?
Es la facultad, otorgada por la Constitución, que tiene el presidente para conceder clemencia a los infractores otorgando indultos y amnistías por agravios contra Estados Unidos, excepto en los casos de juicios políticos. Esto podría ser una conmutación, es decir, una anulación más amplia de todas las consecuencias jurídicas derivadas de algún delito.
Sirve como contrapeso del sistema judicial penal federal. Además, la Constitución no le prohíbe al presidente indultar a su familia o a sus aliados cercanos, pues no se excluyen los indultos basados en intereses personales.
Sin embargo, el presidente no tiene autoridad para conceder clemencia por delitos federales como la evasión fiscal y el fraude financiero, por lo que este no tiene la facultad de evitar que los fiscales estatales presenten acusaciones sobre esos asuntos.