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Exfuncionarios, militares y pastores involucrados en el escándalo por corrupción en compra de vacunas en Brasil
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, enfrenta una investigación por prevaricato.
Desde el pasado 3 de julio en las calles de Brasil se han registrado marchas en contra del Gobierno de Jair Bolsonaro por un escándalo que se está destapando sobre la corrupta negociación, por parte de algunos miembros del Gobierno, con las vacunas contra la covid-19.
Brasil ha sido uno de los países más afectados del mundo por el virus, pues hoy en día cuenta con una de las cifras más altas y aterradoras de contagios y muertes debido a la pandemia. Cuenta con casi 530.000 brasileños fallecidos por la enfermedad, y sus cifras de contagio parecen no disminuir.
La gota que rebosó el vaso en el país, además de las altas cifras de contagio y muertes, y la lentitud del Gobierno por negociar las vacunas, fue el destape de los términos de un acuerdo de 316 millones de dólares que el gobierno había realizado para comprar 20 millones de dosis de la vacuna India, Covaxin, que hasta el momento no ha completado sus ensayos y no ha sido aprobada por el regulador sanitario de Brasil. Además, la compra de las vacunas se dio en extrañas condiciones, pues se hizo por medio de intermediarios.
Según el legislador Luis Claudio Miranda, él habría denunciado ante Bolsonaro la irregularidad de las negociaciones, pero Bolsonaro no reaccionó ante la declaración.
Por otro lado, Luiz Paulo Dominguetti, ejecutivo de la empresa de suministros médicos, quien habló con el medio brasilero Folha, el entonces director de logística del Ministerio de Salud de Brasil, Roberto Ferreira Dias, buscó negociar un acuerdo para comprar vacunas AstraZeneca en el que pedía una comisión de un dólar por dosis.
Y agregó que Miranda también habría participado en la negociación del acuerdo de la vacuna AstraZeneca. La encrucijada involucra, según el ejecutivo, a un militar y a otro empresario del país, lo que también perjudica la imagen de Bolsonaro, a un año de elecciones.
Por su parte, según Dias la negociación acabó cuando se comprobó que Dominguetti no era representante legítimo de la compañía de vacunas AstraZeneca. Pero recalcó que en el grupo que conformaba Dominguetti se encontraban militares, e incluso un pastor de una iglesia evangélica con vínculos de la base política, que apoyan al presidente brasileño.
“Hace muchos años que no veíamos a la gente del lado podrido de las Fuerzas Armadas. Ahora hay generales, coroneles, tenientes, sargentos y hasta un cabo de la policía”, declaró Omar Aziz, presidente de la Comisión del Senado que investiga las irregularidades.
En medio de los tensos momentos, Bolsonaro tomó la decisión de despedir a Dias del cargo, mientras el Ministerio busca la forma de anular el acuerdo con Covaxin.
Por otro lado, el Presidente enfrentará una investigación por parte de la Fiscalía por no haber actuado cuando conoció la denuncia de las negociaciones corruptas, en este caso se le investiga por prevaricato.
Este hecho, según expertos que hablaron con el New York Times, deja por el piso la imagen del presidente. “La investigación del Congreso ha socavado mucho la imagen anticorrupción del Gobierno y el presidente”, dijo Humberto Costa, un senador que forma parte del comité especial covid-19.
Además, según el analista político Guilherme Casarões, la situación de orden se podría poner más tensa. “Esto puede ponerlo en una situación más virulenta que podría conducir a un colapso democrático, debido a que ha demostrado que no respeta las instituciones”, afirmó.