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Exmilitar británico teme que Rusia está detrás de un arma biológica a partir del Ébola
Según medios ingleses, el gobierno ruso está encargado de unidades de investigaciones que se dedican a analizar “patógenos letales y raros”.
Un exmilitar de inteligencia británico teme que Rusia esté investigando la forma de utilizar el Ébola como un arma biológica, reportan medios ingleses. Según la información conocida, la unidad 68240 de la agencia de espionaje FSB, relacionada con el envenenamiento del exespía Serguéi Skripal y su hija Yulia en Salisbury, está detrás de un programa de investigación llamado Toledo. Se cree que allí estudian algunos virus como el Ébola y el Marburgo, causantes de importantes epidemias alrededor del mundo, con el fin de utilizarlos como armas biológicas.
Asimismo, la organización sin ánimo de lucro OpenFacto, en un reciente informe señala que han descubierto que el ministro ruso de Defensa tiene a cargo una unidad llamada Instituto de Investigación Central 48 que está encargado de estudiar “patógenos letales y raros”.
Según la organización, la unidad está directamente relacionada con el instituto 33 que se cree desarrolla los agentes novichok, sustancia con la que envenenaron al opositor ruso Alexéi Nalvalni en agosto. Ambas unidades están bajo sanciones de Estados Unidos por las supuestas investigaciones que adelantan para el Programa Ruso de Armas Biológicas.
El exmilitar dijo al diario británico The Mirror que “tanto Rusia como el Reino Unido tenían laboratorios en los que investigaban armas biológicas y químicas para aprender a defenderse de armas como el novichok”. La fuente, que permanece anónima en el artículo, señaló que “si, simultáneamente, Rusia también estudia cómo utilizar el Ébola y el Marburgo como un arma, eso trae posibilidades horrorosas”. Además, resaltó la gravedad de este escenario, pues Moscú en el pasado ha demostrado que no teme utilizar este tipo de armamento en las calles del Reino Unido.
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El Marburgo y el Ébola son dos virus diferentes, pero ambos pertenecen a la familia del filovirus y, desde el punto de vista clínico, tienen varias similitudes. Los dos virus pueden ocasionar brotes dramáticos con elevadas tasas de mortalidad.
El primero fue identificado por primera vez en 1967 durante unos importantes brotes en Marburgo, Fráncfort y Belgrado. Años después se registraron nuevos casos en Angola, Kenia, República Democrática del Congo, Sudáfrica y Uganda. Los síntomas de la enfermedad son diarrea, fiebre elevada, dolor, náuseas y, en los casos más severos, hemorragias. Según la Organización Mundial de la Salud, la tasa de letalidad media es del 50 %.
En cuanto al Ébola, el virus se identificó por primera vez en 1976 en Sudán del Sur y la República Democrática del Congo. La enfermedad tiene una tasa de mortalidad media también del 50 %, aunque en brotes anteriores alcanzó hasta el 90 % de letalidad. El virus es conocido por el brote en África occidental entre 2014 y 2016, hasta el momento el más extenso y complejo desde la identificación de la enfermedad. Los síntomas van desde fiebre, vómito, diarrea, erupciones cutáneas hasta fallas renales y hemorragias.
La preocupación por las discutidas investigaciones del Kremlin en armas biológicas son asuntos de vieja data. Los últimos hechos que causaron indignación internacional fue el misterioso envenenamiento de Alexéi Nalvalni, quien cayó enfermó cuando volaba de Tomsk, ciudad en Siberia, a Moscú. Médicos alemanes afirman que encontraron rastros del agente novichok en su sistema. Sin embargo, el gobierno de Vladímir Putin ha negado estar detrás de lo ocurrido.