MUNDO
Experimento con genes humanos en titíes logró hacer que les creciera el cerebro
El resultado de dicho estudio generaría un riesgo, pues a partir de este hallazgo otras especies podrían ser alteradas desde su genética.
La ingeniería genética es una de las ramas de la ciencia que los expertos manejan con mucho cuidado, pues pueden alterar fácilmente cualquier cuerpo que decidan tratar.
Justamente, uno de estos experimentos es el que ha resonado en la prensa extranjera, pues un grupo de científicos asumió el reto de experimentar con fetos de titíes, con un hallazgo inimaginable ya que lograron aumentar el tamaño de su cerebro.
Científicos del Instituto Max Planck de Biología Celular Molecular y Genética en Dresde (Alemania) junto con colegas del Instituto Central de Animales Experimentales en Kawasaki y la Universidad Keio en Tokio (Japón), fueron los encargados de realizar los ensayos con fetos de titíes a los cuales les inyectaron un gen llamado ARHGAP11B.
Este gen es el encargado de dirigir las células madre en el cerebro humano, logrando así que sus cerebros aumentaran en tamaño.
Lo más leído
Insertan genes humanos en fetos de titíes y logran que les aumente el cerebro Un polémico experimento de laboratorio se centró en la inserción de un gen humano en fetos de titíes. pic.twitter.com/qJjftyPnUc
— Chuyên Gia Xuất Nhập Cảnh (@chuyengiaxuatnc) November 21, 2020
“De hecho, descubrimos que el neocórtex del cerebro del tití común se agrandó y la superficie del cerebro se plegó”, dijo, Michael Heide, autor del estudio, el cual fue publicado en en la revista Science. Según aseguraron los expertos, tras ser tratados, los cerebros de los fetos desarrollaron neocórtex, que es la estructura que en los seres humanos conforma la mayor parte de la corteza cerebral, concretamente el 90 % de ella.
Los científicos aseguraron que los titíes lograron incrementar un neocórtex más grande y avanzado “limitamos nuestros análisis a los fetos de titíes, porque anticipamos que la expresión de este gen humano específico afectaría el desarrollo del neocórtex en el tití. A la luz de las posibles consecuencias imprevisibles con respecto a la función cerebral posnatal, consideramos que es un requisito previo, y obligatorio desde un punto de vista ético, determinar primero los efectos del ARHGAP11B en el desarrollo del neocórtex del tití fetal”, señaló el coautor del estudio, Wieland Huttner.
Como una hipótesis en concreto, los resultados arrojaron que el gen ARHGAP11B, específico de los humanos, pudo haber causado la expansión del neocórtex en el curso de la evolución humana.
Cabe señalar que el neocórtex humano corresponde a una fracción del cerebro con un papel importante durante los procesos del lenguaje, la percepción y por supuesto el pensamiento, esta es la parte evolutivamente más joven de la corteza cerebral, y en la especie humana es aproximadamente tres veces más grande que el de los chimpancés.
Motivo por el cual este experimento ha logrado tener tanto eco entre la comunidad científica, pues este resultado podría abrirle la puerta a modificar otras especies desde su genética.
Modificación genética de embriones humanos
Una comisión internacional creada tras el nacimiento en 2018 de los primeros “bebés OGM” en China, aseguró que la modificación genética de embriones humanos no debe emplearse hasta que la ciencia no determine que esta técnica no genera mutaciones inesperadas.
Esta comisión, establecida por las Academias de Medicina y de Ciencia de Estados Unidos y la Royal Society de Gran Bretaña, estimó que el procedimiento “todavía no está listo” para ser “probado de forma segura y efectiva en embriones humanos”.
En palabras de Richard Lifton, presidente de la Universidad Rockefeller, Estados Unidos y copresidente de esta comisión, toda autorización debe hacerse de forma “progresiva y prudente”.
Para estos expertos, este tema se volvió prácticamente un mandamiento, luego de que un investigador chino, He Jiankui, provocara un escándalo mundial en noviembre de 2018, al anunciar el nacimiento de los dos primeros bebés genéticamente modificados, dos gemelas de las que dijo haber modificado el ADN para volverlas resistentes al virus del sida, con el que su padre estaba infectado.
He Jiankui, que dirigía un laboratorio en Shenzhen, en el sur de China, fue destituido y condenado a tres años de cárcel por “haber procedido ilegalmente a la manipulación genética de embriones con fines de reproducción”.
Por lo pronto, las recomendaciones de la comisión internacional versan sobre modificaciones del ADN de gametos (óvulos y espermatozoides), zigotos y embriones humanos destinadas a garantizar el buen desarrollo de un embarazo y por tanto especialmente sensibles porque pueden ser transmitidas a las generaciones siguientes.