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Exprimer ministro de Israel dice que el país está “entrando en una guerra civil” en medio de protestas por la reforma judicial
El Parlamento aprobó el lunes una cláusula clave de la reforma impulsada por el gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, lo que ya ha provocado recursos judiciales y enfrentamientos en las calles.
El exprimer ministro de Israel, Ehud Olmert (2006-2009), ha advertido este martes que las tensiones generadas por la reforma judicial del actual Gobierno de Benjamin Netanyahu provocan que el país esté “entrando en una guerra civil”.
Olmert ha advertido que, si la reforma judicial sigue adelante, se desatará “desobediencia civil con todas las ramificaciones posibles para la estabilidad del Estado y la capacidad del gobierno para actuar”, todo esto sumado a la desobediencia ciudadana.
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La propuesta de reforma judicial, parte de la cual ya ha sido aprobada esta misma semana en el Parlamento israelí, no cuenta con el respaldo de parte de la sociedad, que a lo largo de las últimas semanas y meses ha protagonizado varias multitudinarias manifestaciones.
Miles de reservistas de las Fuerzas de Defensa de Israel han amenazado con abandonar el servicio voluntario, y tras la aprobación el lunes de un proyecto de ley que restringe el uso del estándar de razonabilidad, los médicos también se han decantado por la huelga.
¿Crisis en Israel por controvertida reforma judicial? Israelíes llaman a huelga y protesta
El Parlamento israelí aprobó este lunes una cláusula clave de la reforma impulsada por el gobierno de derecha del primer ministro Benjamín Netanyahu, lo que ya ha provocado recursos judiciales y enfrentamientos en las calles.
La votación se centró en la llamada cláusula de “razonabilidad”, que limitará la capacidad de los jueces para anular las decisiones del gobierno que consideren “irrazonables”.
Los críticos temen que la reforma socave la democracia al eliminar los controles y equilibrios sobre el ejecutivo.
En una alocución televisada, Netanyahu defendió el unes la aprobación de esa cláusula como “una etapa democrática necesaria”.
Como parte del movimiento de protesta, que lleva ya varios meses, el sindicato de médicos llamó a una huelga este martes en el servicio público, excepto para las urgencias.
“La mano tendida para el diálogo quedó suspendida en el aire”, dijo el presidente de la Asociación Médica de Israel, Zion Hagay, en un comunicado en el que anunciaba el paro.
El jefe del sindicato Histadrut, Arnon Bar David, amenazó con “una huelga general si fuera necesario” contra las reformas.
“Un día negro para la democracia israelí”, rezaban el martes las ennegrecidas portadas de tres de los principales periódicos del país.
Los manifestantes permanecieron en las calles hasta altas horas de la noche tras la votación en la Knéset (Parlamento).
El estudiante Josh Hakim dijo estar “muy triste por lo que le está sucediendo al país”. “Mira lo que está pasando en las calles, todo el mundo está muy enojadodo”, dijo a la AFP cerca del Parlamento en Jerusalén.
Unas 58 personas fueron detenidas en las manifestaciones, según la policía, varias de ellas en Tel Aviv, foco de uno de los mayores movimientos de protesta de la historia del país.
Los agentes utilizaron cañones de agua para dispersar a los manifestantes en una de las principales carreteras de Tel Aviv, donde la multitud ondeaba banderas israelíes.
Netanyahu no logró apaciguar a los opositores con su discurso el lunes, en el que dijo que quería negociar con la oposición sobre el proyecto de reforma y “entablar un diálogo”.
El asediado primer ministro, que estuvo en la votación, dio muestras de fatiga en el hemiciclo, justo un día después de una operación quirúrgica en la que se le colocó un marcapasos.
El lunes, la oposición abandonó el hemiciclo para boicotear la votación de la cláusula, que fue aprobada con 64 votos en una cámara de 120 escaños.
“No hay primer ministro en Israel. Netanyahu se ha convertido en una marioneta de extremistas mesiánicos”, dijo el jefe de la oposición, Yair Lapid, en referencia a los aliados de extrema derecha y judíos ultraortodoxos del primer ministro.
Los opositores acusan a Netanyahu, quien está siendo juzgado por corrupción, de querer usar esta reforma para anular posibles juicios en su contra, lo que él niega.
Con información de Europa Press y AFP