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Gigantes tecnológicos rechazan el veto a musulmanes de Donald Trump

Los ejecutivos de grandes compañías de tecnología como Facebook, Google, Microsoft, Apple, Netflix, Airbnb, Twitter, Uber manifestaron su malestar por la medida del polémico presidente.

31 de enero de 2017
| Foto: Montaje SEMANA / Archivo

Con tan solo unas semanas en el cargo de presidente de los Estados Unidos, Donald Trump ha desatado polémica con sus decisiones. Primero sucedió con la cancelación de tratados de libre comercio y con el anuncio de la construcción del muro en la frontera con México. Ahora genera rechazo en muchos sectores con la orden ejecutiva de impedir el ingreso a refugiados e inmigrantes de siete países de mayoría musulmana (Siria, Irak, Libia, Irán, Somalia, Sudan y Yemen). 

La decisión de vetar a estos inmigrantes tuvo un intento de ser reversada por la fiscal general del Departamento de Justicia, Sally Yates, quien consideraba que el decreto migratorio era ilegal. Sin embargo, para Trump, lo que hizo Yates fue “una traición, al negarse a aplicar una orden designada para proteger los ciudadanos”, por tal motivo él mismo decidió este lunes relevarla del cargo y nombrar a un sustituto temporal, con el fin de adelantar su orden ejecutiva a como dé lugar.

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A las voces de rechazo de gobiernos y ONGs ante la medida, se suman las de los CEOs de las principales y más influyentes empresas de tecnología del mundo, que residen en la cuna de la tecnología moderna, Silicon Valley en California y en Nueva York. Por el momento compañías como Facebook, Google, Microsoft, Apple, Netflix, Airbnb, Twitter, Uber, la empresa inversora de capital semilla Y Combinator, así como la compañía automotriz Tesla, han mostrado su desacuerdo a la medida.

Desde la campaña presidencial muchas de estas compañías se habían declarado en contra de la ideología y las propuestas de Donald Trump, pues iban en contra de los valores que fundaron los grandes emporios que son actualmente. Y es que gran parte del capital humano de estas compañías son inmigrantes, de hecho, varios de sus presidentes y principales asesores vienen de otros lugares del mundo.

En promedio, el 28% de los empleados de las principales compañías tecnológicas de Silicon Valley son extranjeros, muchos de ellos de origen musulmán; tan solo Twitter supera la media, el 43% de sus empleados son extranjeros, seguido de Facebook y Google con 28%. Microsoft no opera en la región californiana, no obstante su porcentaje de empleados inmigrantes también es alto con un 31%. Todos ellos trabajan legalmente, bajo el amparo de la visa H-1B, que ha sido impulsada en las últimas dos décadas por estas empresas para poder contratar sus genios extranjeros.

Según un reciente estudio realizado en Silicon Valley, ya son 44 las compañías medianas de tecnología que comenzaron como startups de inmigrantes que decidieron establecer sus ideas de negocio en esta región de Estados Unidos. El estudio también muestra dos datos interesantes para la economía de este país: por un lado, cada una de estas empresas generan empleo en promedio a 760 personas, por otro lado su valor en bolsa cada vez es mayor, pues solo esas 44 empresas tienen un valor combinado que supera los 160 millones de dólares. A esto se suman los descubrimientos tecnológicos que aportan al mundo, gracias al ambiente creativo y las facilidades tributarias de esta región californiana.

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Así como las pequeñas empresas, los gigantes tecnológicos fueron fundados por inmigrantes o por estadounidenses con raíces extranjeras. Es el caso de Mark Zuckerberg, presidente y dueño de las principales aplicaciones como Facebook, Instagram y WhatsApp, descendiente de alemanes, austriacos y polacos, quien fue el primero en pronunciarse en contra de las medidas de inmigración tomadas por Trump.

“Tenemos que mantener este país seguro, pero tenemos que hacerlo centrándonos en las personas que son una amenaza. Llevar la ley más allá de las amenazas nos hace a todos los americanos menos seguros y mucho más pobres, mientras que a muchísimos indocumentados los pone en un situación difícil, pues temen por su deportación”, publicó Zuckerberg en su cuenta de Facebook.

El cofundador de Google, Sergey Brin, escribió en su cuenta de twitter: “Estoy aquí porque soy un refugiado”. Brin es ruso de origen judío, con la nacionalidad estadounidense. De igual manera Pichai Sundarajan, director ejecutivo de Google nacido en India afirmó al respecto: “Nos preocupa el impacto de esta orden ejecutiva y de otras propuestas que impongan restricciones a los Googlers (empleados de la compañía)  y de sus familias; o leyes que creen barreras para traer grandes talentos a los EE.UU”. “Nuestra primera acción será ayudar a los empleados que fueron afectados” añadió Pichai en un comunicado de prensa.

"Creemos que las políticas migratorias pueden y deben proteger a los ciudadanos sin sacrificar la libertad de expresión y de religión. Y creemos en la importancia de proteger refugiados legítimos y respetuosos de la ley cuyas vidas pueden estar en juego en esos procedimientos migratorios", señaló Brad Smith, actual presidente de Microsoft.

En una carta dirigida a sus empleados, especialmente a los extranjeros, el CEO de Apple, Tim Cook, dejó claro su desacuerdo con la orden ejecutiva firmada por Trump. “En conversaciones con oficiales de Washington, aclaré que Apple entiende la importancia de la inmigración, tanto de la compañía como para el futuro del país. Apple no existiría sin inmigrantes (el padre biológico de Steve Jobs era un inmigrante sirio)”, “No apoyamos la política de inmigración firmada que afecta a siete países musulmanes. Apple es abierta, abierta a cualquiera, sin importar de donde provenga, o que lengua hable. Nuestos empleados representan el mejor talento en el mundo”, señaló Cook.

“No permitir la entrada de refugiados de ciertos países a Estados Unidos no está bien, debemos estar con los afectados. Daremos alojamiento gratuito a los refugiados que no puedan ingresar. Encontraremos la forma de unir a la gente, no de separarlos”, afirmó por su parte el presidente de la empresa Airbnb, Brian Chesky.

El presidente de la innovadora empresa automotriz Tesla y de la empresa de viajes espaciales SpaceX y cofundador de PayPal, Elon Musk, aseguró que muchos de los afectados por la medida no merecen ese rechazo, pues son “firmes partidarios de Estados Unidos”, además dijo que las políticas de Trump “no son la mejor forma de afrontar los retos de la nación”.

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Otro CEO que se unió a la voz de rechazo fue el presidente de Twitter, Jack Dorsey, que por medio de su red social afirmó: “La orden ejecutiva tiene un impacto humanitario y económico, es real y perturbadora. Twitter está construido por inmigrantes, nosotros nos beneficiamos de los inmigrantes que vienen a EE.UU. Estamos con ellos y para ellos, siempre”.

Sam Altman, el CEO de la incubadora de empresas tecnológicas más importantes en Estados Unidos, Y Combinator, también rechazó contundentemente la orden presidencial, pues para él “esta administración ha demostrado poco respeto por la primera enmienda de la Constitución” además aseguró que “todos deberían rechazar esa medida o si no el silencio legitimará dichas acciones que vulneran los derechos”.

De una forma u otra estos gigantes tecnológicos han mostrado su rechazo contundente ante la política migratoria del presidente Trump, sin embargo, algunos son un poco más prudentes en sus declaraciones, como el CEO de Tesla, Elon Musk y el CEO de Uber, Travis Kalaniv, quienes, si bien han criticado la polémica medida, también hacen parte del nuevo consejo de empresarios que asesorarán a la nueva administración en asuntos económicos.