MUNDO
Nicolás Maduro coincide con Gustavo Petro: los dos invocaron a Pinochet porque no les gustó la derrota de Gabriel Boric en Chile, ¿qué dijo Maduro?
Indicó que los referendos para cambiar la Constitución en países como Venezuela o Bolivia tuvieron éxito porque hubo “quien los defendiera”.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó este lunes que “faltó un liderazgo firme, claro, creíble” que defendiera la nueva propuesta constitucional en Chile, tras el aplastante triunfo del “rechazo” en el referéndum del domingo.
“Lo mediatizaron desde la primera jugada y faltó un liderazgo firme, claro, creíble, con apoyo popular que se pusiera al frente del texto constitucional y al final quedó vigente la Constitución de la dictadura de (Augusto) Pinochet”, dijo Maduro en una alocución transmitida por canal estatal VTV.
“¡Qué dolor para los pueblos, qué dolor para los pueblos de América Latina y el Caribe!”, continuó el mandatario venezolano de tendencia socialista. Indicó que los referendos para cambiar la Constitución en países como Venezuela o Bolivia tuvieron éxito porque hubo “quien lo defendiera”.
Según Maduro, al proceso chileno “le cortaron las alas” desde “temprano”, lo “llenaron de limitaciones” y “mediatizaron”. Así, Maduro se suma a las declaraciones publicadas por el presidente colombiano Gustavo Petro en su cuenta de Twitter.
Tendencias
La propuesta para cambiar la Constitución de Chile fue rechazada el domingo con el 61,86 % de los votos, frente a 38,14 %.
El mandatario advirtió, sin embargo, que la redacción de una nueva carta magna fue la salida a un “malestar (que) sigue latente” y que Chile no puede ignorar, en referencia al estallido social de 2019.
Se comprometió entonces a impulsar un nuevo proceso constituyente.
“Revivió Pinochet”: presidente Gustavo Petro se pronuncia tras la derrota de Gabriel Boric en Chile
El presidente de la República, Gustavo Petro, de manera anticipada se lanzó a reaccionar sobre los resultados que se han conocido del escrutinio de las votaciones del plebiscito constitucional de Chile, en el cual ganó el rechazo sobre el nuevo texto.
En ese sentido, Petro indicó en su cuenta de Twitter que “revivió Pinochet” y también agregó en otro mensaje: “Solo si las fuerzas democráticas y sociales se unen, será posible dejar atrás un pasado que mancha a toda América Latina y abrir las alamedas democráticas”.
Para nadie es un secreto que el mandatario del Pacto Histórico tenía sus esperanzas en que los resultados fueran positivos sobre el plebiscito, por eso ha generado una sorpresa negativa para Gustavo Petro que haya perdido la aprobación.
El panorama de Chile tenía toda la atención de Colombia, frente a los elementos que tiene el nuevo texto de la Constitución de Chile, ya que su convocatoria y posterior construcción se derivó de las violentas manifestaciones que se registraron en esa nación en 2019, poniendo en riesgo la estabilidad de ese país.
La afinidad que tiene el presidente colombiano con Boric es de tal nivel que se convirtió en el primer mandatario que recibió en la Casa de Nariño el pasado 8 de agosto un día después de su posesión como jefe de Estado, donde se habló de la política de paz total del Pacto Histórico, el fortalecimiento de relaciones binacionales y temas relacionados con la seguridad.
Gabriel Boric fue elegido presidente de Chile tras una ola de descontento en ese país. Con el mandatario la nación giró a la izquierda de un solo timonazo. Perteneciente a los movimientos estudiantiles, Boric llegó como la gran ilusión de un sector de la población. Sin embargo, su gestión ha estado empañada de fracasos y estaría a punto de cosechar el mayor de todos: el rechazo a la nueva Constitución política, su principal bandera.
El proceso constituyente comprende muchas aristas. La actual carta magna fue aprobada en 1980, cuando mandaba Augusto Pinochet. Desde entonces, el texto ha sido reformado más de 60 veces y, actualmente, aparece firmada por el expresidente Ricardo Lagos Escobar. No obstante, tumbarla trae consigo un gran simbolismo y, por eso, se dice que es la elección más importante desde la dictadura.
Trascendió que la Constitución chilena es totalmente distinta a la conformada por Pinochet. Pero en 2019, cuando el estallido social se tomó las calles, la principal demanda de los manifestantes fue que la nación pudiera construir una nueva carta magna que no fuera heredada de sus tiempos más oscuros.
Todo parecía una luna de miel para la izquierda en el país austral. Se convocó un plebiscito en el que los chilenos decidieron que querían tener una nueva Constitución. Luego se formó la Convención Constitucional, que en su mayoría quedó en control de movimientos alternativos, y, finalmente, se eligió a Gabriel Boric como presidente.
Pero en el camino algo se torció y terminó con una Convención Constitucional deslegitimada, con una nueva carta magna totalmente impopular y al borde de ser rechazada, y un Gabriel Boric con una imagen que empeora día tras día. Hoy todas las miradas están puestas sobre el presidente de izquierda.
Boric y sus allegados se la jugaron por apoyar la nueva propuesta constitucional, a pesar de que la ley le exigía al presidente guardar distancia y no gastar recursos públicos en promover solo el voto por el sí. Tenía sentido que el mandatario apoyara la Constitución, con la que está de acuerdo. El problema es que con la posible derrota del texto en las urnas el presidente tendrá un nuevo revés.