"A Diosdado Cabello le depositaron 100 millones de dólares": Fiscal Ortega

La destituida fiscal de Venezuela Luisa Ortega llegó sonriente a la capital de Brasilia en la madrugada de este miércoles, en medio de un fuerte esquema de seguridad, y dejó en claro cuál era su objetivo: "Voy a hablar de Odebrecht, el caso de corrupción en Venezuela y mi situación", dijo a periodistas en el aeropuerto.

El propósito del viaje de Ortega era asistir a la cumbre de fiscales de Mercosur. Sentada en la mesa y rodeada de altos funcionarios y periodistas Ortega tomó la palabra. "Todo lo que está ocurriendo conmigo se debe a la corrupción", fueron las primeras palabras que pronunció. Después aseguró que fue reemplazada en el Ministerio Público "por una persona que tiene seis expedientes por corrupción, están relacionados con el desfalco a PDVSA", refiriéndose a Tarek Saab, a quien además acusó de haber exigido "a los fiscales sobre el seguimiento de su caso".

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Tal vez las declaraciones más explosivas las dio en una rueda de prensa posterior. Allí dijo que no revelaría la información que hace parte de la investigación que lleva Brasil sobre los sobornos de Odebrecht en Venezuela, sin embargo, dijo que tiene en su poder las pruebas que recolectó en Venezuela y que va a cederlas a algunos Estados, de los cuales mencionó a Estados Unidos, Colombia y España.

Además, Ortega dijo que sus pruebas involucran solo a personas venezolanas y dio nombres: "Empezando por el presidente de la República, (y) los miembros de la Asamblea constituyente, Diosdado Cabello, Jorge Rodríguez". "A Diosdado Cabello le depositaron 100 millones de dólares a una empresa española llamada TSE Arietis cuyos propietarios son sus primos"", aseguró.

De la magnitud del entramado de corrupción de Odebrecht dijo que hay "11 obras paralizadas en Venezuela. Se pagaron 300.000 millones de dólares por las obras de Odebrecht". Entre esas obras están: la modernización del Aeropuerto de Maiquetía de Caracas, un puente sobre el Lago de Maracaibo y la línea 5 del Metro de Caracas.

Se ha dicho que en sus manos tiene una tera de información que enlodaría al gobierno de Maduro. Con las pruebas que dice tener salió el 18 de agosto de Venezuela en una lancha rápida y desde ese momento su vida se parece a las hazañas de una película. En Colombia pasó el fin de semana, pero de su paradero no se supo mucho. Han dicho que sostuvo reuniones con funcionarios de la Embajada de Estados Unidos para hablar sobre su asilo, sin embargo Ortega Díaz aseguró que ella no ha recibido un ofrecimiento de asilo político de ese país. "Tengo el ofrecimiento del estado colombiano de asilo político, estoy evaluando y en las próximas horas informaré", explicó al tiempo que informó que volverá a Colombia en las próximas horas y en el transcurso de la semana decidirá cuáles serán sus movidas.

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Hermetismo

En el aeropuerto El Dorado, antes de abordar un vuelo rumbo a Brasil con escala en Panamá, habló con el fiscal de Colombia Néstor Humberto Martínez y con el procurador Fernando Carrillo. Según dijo el jefe del Ministerio Público, Ortega tiene todos los documentos necesarios para destapar el entramado de Odebrecht.

De ser así, las pruebas de Ortega serían el principio de una gran explosión de corrupción en Venezuela. Se sabe que este país ostenta el segundo puesto en coimas provenientes de Odebrecht, entre 2006 y 2015 habría recibido 98 millones de dólares para obtener contratos y para asegurar los que ya tenían.

Del entramado al interior del país y las conexiones no se sabe mucho, al tema lo rodea un halo de misterio y hermetismo. Precisamente, Ortega empezó a relatar por qué sucedía esto en su país cuando se comunicó vía telefónica con los fiscales que se daban cita en México el 18 de agosto, el mismo día en que ella huyó. "64 fiscales nacionales especializados en corrupción se les dictó prohibición de salida del país sin ninguna fórmula procesal por capricho del Gobierno", explicó y continuó: "Todo esto tiene mucho que ver con la investigación de Odebrecht".

Ortega denuncia amenazas

La fiscal destituida denunció asimismo amenazas de muerte en su contra. "Tengo amenazas que pueden atentar contra mi vida y hago responsable al gobierno venezolano si eso llega a ocurrir".

"En Venezuela ha ocurrido la muerte del derecho. La estabilidad de la región está en peligro", dijo la exfuncionaria en la reunión con los fiscales generales de Sudamérica, que le dieron fuertes muestras de apoyo y la acogieron como "legítima fiscal general de Venezuela", en palabras del fiscal de Brasil, Rodrigo Janot.

"No hay garantía de que en Venezuela alguna investigación relacionada con el crimen organizado, el tráfico de drogas y la corrupción tenga una condena, una sanción (...), porque lo más probable es que las pruebas que se recaben, pruebas que sean remitidas a Venezuela, sean desparecidas", afirmó.

El contraataque del nuevo fiscal

Saab salió al paso de las declaraciones de Ortega en Brasil. Aseguró que en sus manos tiene casos específicos de corrupcción, drogas y derechos humanos que no fueron investigados durante su administración en la Fiscalía.

La quiso mostrar también como una paria. "Quienes en algún momento se mostraron entre comillas como sus aliados la han abandonado", aseguró Saab, quien fue nombrado como fiscal general por la Asamblea Constituyente.

Además, la cuestionó en varias oportunidades: "¿Ahora sí vas a hablar después de que te fuiste en un yate? ¿Diez años después vas a venir a hablar de lo que no hiciste? Aquí yo he demostrado con números, con pruebas", y agregó que ahora Ortega iba a denunciar "lo que no demostró incluso en este año cuando fue la principal pieza para la ocupación militar".

El fiscal general de Venezuela se refirió a las denuncias que, valga decir, también cayeron sobre él. "Lo que pueda decir la exfiscal carece de alguna validez legal (...) esa validez la tendría si hubiera presentado las pruebas dentro de Venezuela", puntualizó Saab.