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Fiscalía de Brasil acepta investigar al presidente Jair Bolsonaro por prevaricación
Tres senadores presentaron el lunes pasado una demanda ante la corte suprema para que se investigue si Bolsonaro incurrió en el delito de “prevaricación” al no denunciar sospechas de corrupción en la compra de la vacuna india Covaxin.
Una dura decisión judicial deberá afrontar el presidente de Brasil Jair Bolsonaro, luego de que la Fiscalía anunciara este viernes la “instauración de una investigación” sobre acusaciones formuladas contra el mandatario por sospechas de que no denunció una tentativa de corrupción en la compra de una vacuna anticovid.
“En una notificación registrada este viernes por la mañana, la Fiscalía General de la República (PGR) informó al Supremo Tribunal Federal (STF) de la instauración de una investigación sobre los hechos denunciados” por tres senadores, que acusaron a Bolsonaro de prevaricación, indica el comunicado de la Fiscalía.
Para dar formalmente los primeros pasos de la investigación, el vicefiscal general, Humberto Jacques de Medeiros, solicita a la jueza de la Corte Suprema, Rosa Weber, la autorización para pedir informaciones sobre el caso “y el eventual envío de pruebas” recogidas por otros organismos judiciales y legislativos.
Tres senadores presentaron el lunes pasado una demanda ante la corte suprema para que se investigue si Bolsonaro incurrió en el delito de “prevaricación” al no denunciar sospechas de corrupción en la compra de la vacuna india Covaxin.
Entre los tres legisladores figura Randolfe Rodrigues, vicepresidente de la Comisión Parlamentaria (CPI) que indaga en presuntas omisiones del gobierno en la lucha contra la pandemia que ya dejó más de medio millón de muertos en Brasil.
El vicefiscal Medeiros solicitó inicialmente que el STF rechace esa demanda con el argumento de que la CPI ya incluía ese caso en sus investigaciones.
Pero la jueza Weber denegó esa solicitación, alegando que la Fiscalía no podía permanecer en “el papel de espectador de las acciones de los Poderes de la República”.
Si la Fiscalía encuentra pruebas contra Bolsonaro, pedirá al STF que abra una causa contra el mandatario. Pero para hacerlo, el STF deberá obtener la aprobación de dos tercios de la Cámara de Diputados. En ese caso, Bolsonaro sería separado de sus funciones durante seis meses, mientras se realiza su juicio.
Pero esa hipótesis parece hoy poco probable, dado que el mandatario de ultraderecha cuenta con una base de apoyo consistente en el Congreso.
“La aceptación de investigar [la denuncia de prevaricación] es una derrota para el presidente, pero no veo ningún elemento que garantice una incriminación”, dijo a la AFP el analista político Creomar de Souza, de la consultora Dharma.
En paralelo a la CPI y a la investigación actual de la Fiscalía, la oposición presiona para que el presidente de la Cámara de Diputados acepte abrir un proceso de impeachment contra Bolsonaro.
“No tienen nada que hacer”
El jueves, el presidente Bolsonaro se refirió a la oposición que registró en la Cámara de Diputados un “superpedido de impeachment” en su contra por supuesta negligencia frente a la pandemia que ya dejó más de 500.000 muertos en el país.
En una declaración difundida en sus redes sociales, el mandatario se burló de la gestión de sus opositores y aseguró que “no tienen nada que hacer”. Entretanto, en su habitual transmisión, Bolsonaro hizo alusión al pedido de un juicio político con miras a su destitución que presentaron once partidos progresistas y varios movimientos de derechas que apoyaron al Gobierno en su momento y ahora engrosan la oposición, lo que para el presidente fue una “traición”.
Sobre estos últimos, los tildó de “ingratos” y “traidores”, para luego asegurar que tiene apoyo de la “mayoría del Parlamento”, por lo que ningún intento de desalojarlo del poder podrá prosperar.
“Vean las acusaciones. Dicen que soy genocida, que no uso máscara o que paseo en moto” con cientos de personas, dijo el mandatario en alusión a sus incumplimientos de normas en vigor para combatir la covid-19.
*Con AFP