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Fiscalía rusa pidió 13 años de cárcel para el líder opositor Alexei Navalni
La fiscal Nadejda Tijonova pidió otra severa pena contra el opositor quien, en 2020, sobrevivió a un envenenamiento del que responsabiliza al Kremlin por incurrir presuntamente en fraude y desacato.
La fiscalía rusa pidió este martes 13 años de cárcel contra el opositor Alexéi Nalvani, enemigo jurado del Kremlin y víctima de la represión de las voces críticas hacia el presidente Vladimir Putin.
Desde el 16 de febrero, Alexei Navalni, de 45 años, es juzgado en el recinto de la colonia penitenciaria donde se halla, a 100 km al este de Moscú, por acusaciones de “estafa” y “ofensas al tribunal”.
Es en este tribunal improvisado donde la fiscal Nadejda Tijonova pidió otra severa pena contra el opositor que, en 2020, sobrevivió a un envenenamiento del que responsabiliza al Kremlin por incurrir presuntamente en fraude y desacato.
“Pido que se aplique una pena de privación de libertad de 13 años”, dijo la fiscal citada por las agencias de noticias rusas.
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Los investigadores lo acusan de haber desviado millones de rublos de donaciones entregadas a sus organizaciones anticorrupción.
La Fiscalía ha justificado su última petición, que adiciona una multa de 1,2 millones de rublos (unos 39 millones de pesos colombianos), por la peligrosidad que le atribuye a Navalni, al que acusa de crear una trama fraudulenta en colaboración con su entorno y a través de sus principales organizaciones, informan las agencias rusas.
Oposición al conflicto en Ucrania
Uno de los aliados en exilio del opositor, Léonid Volkov, reaccionó de inmediato afirmando que la solicitud de la fiscal demuestra que Navalni permanecerá en prisión “hasta que muera, o hasta que muera Vladimir Putin”.
“Es un hombre absolutamente inocente el que es juzgado, porque dice la verdad sobre el régimen criminal de Putin”, afirmó en Twitter Liubov Sobol, otro aliado en exilio de Navalni.
En 2020, el opositor pasó varios meses en convalecencia en Alemania tras haber sobrevivido a un envenenamiento mediante un agente nervioso, del que responsabiliza a Vladimir Putin.
A su retorno a Rusia, el opositor fue detenido en enero de 2021, después de recuperarse en Berlín de un grave envenenamiento sufrido unos meses antes y juzgado y condenado a dos años y medio por una causa por “fraude” que databa de 2014. Esta condena generó una ola de críticas y de sanciones de los países occidentales contra Moscú.
El opositor fue incluido en una lista oficial de “terroristas y extremistas”, en el marco de una campaña de represión hacia voces disidentes que también afectó a sus principales colaboradores, que están exiliados.
Ello generó asimismo una fuerte presión de las autoridades rusas contra varios medios de oposición así como contra ONG críticas con el poder.
Por otra parte, Alexei Navalni también se ha pronunciado contra la ofensiva del ejército ruso en Ucrania y llamó a sus aliados y a quienes lo apoyan a manifestarse por la paz, pese a los riesgos de detención y de graves acciones judiciales.
Cerca de 15.000 manifestantes pacifistas han sido detenidos durante movilizaciones en varias ciudades del país, según la ONG especializada Ovd-Info.
Desde el inicio de la ofensiva en Ucrania, el poder ruso ha hecho votar dos leyes en las que se prevén severas penas de prisión para quienes denuncien el conflicto.
Autoridades arremeten contra periodista
Esta petición de la Fiscalía rusa se conoció en medio de un hecho que el Kremlin calificó de “vandalismo” la protesta llevada a cabo por una periodista del Canal 1 de la televisión pública rusa que salió en antena con una pancarta en la que expresaba su disconformidad con la invasión sobre Ucrania.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha criticado esta protesta, aunque ha desmarcado al Gobierno de cualquier posible actuación contra la periodista, Marina Ovsiannikova, alegando que corresponde a la propia cadena tomar medidas, informa la agencia Interfax.
Ovsiannikova permanece detenida y el Comité de Investigación abrió una causa para determinar si ha cometido un delito, en particular el que castiga la difusión de informaciones falsas sobre la actividad de las Fuerzas Armadas, según fuentes citadas por la agencia TASS.
En su pancarta, Ovsiannikova, originaria de Odesa (Ucrania), condenaba la agresión sobre Ucrania y advertía a los espectadores de que estaban siendo engañados.
El Kremlin ha impuesto una severa censura que impide utilizar términos como “invasión” y ha amenazado con el cierre a los medios que hagan caso omiso a estas doctrinas.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dio las gracias públicamente a Ovsiannikova por su protesta, así como a “todos los rusos que intentan sacara la luz la verdad” y “no tienen miedo de protestar”, según un discurso difundido por su oficina.
*Con información de AFP y Europa Press.