ECONOMÍA
México comienza a sufrir el 'efecto Trump' con millonaria ‘patraseada’ de Ford
La compañía automotriz canceló sus planes para construir una nueva fábrica en el país del sur luego de las críticas del presidente electo, que también amenazó a General Motors.
Desde antes de que se posesione como presidente de Estados Unidos, México comenzó a sufrir las consecuencias materiales de las retórica de Donald Trump y su proteccionismo comercial. Ford anunció este martes que decidió cancelar sus planes de construir una fábrica en México a un costo de 1.600 millones de dólares, e invertirá 700 millones en una planta en Michigan para ensamblar automóviles autónomos, híbridos y eléctricos, tras recibir críticas del magnate republicano.
La planta de San Luis Potosí, México, que fue anunciada el año pasado, fue blanco de meses de disputa entre la empresa y el presidente electo. Ford planeaba enviar allí la producción de su pequeño auto Ford Focus, que se hacía en Michigan.
El anuncio de la gigante automotriz ocurre en momentos en que Trump aumenta las presiones sobre las grandes empresas estadounidenses para que traigan de retorno al país sus plantas de producción o ensamblaje y ayuden a crear puestos de trabajo.
Segundo mayor grupo automotor de Estados Unidos, Ford parece haber entendido claramente el mensaje y anunció haber dado marcha atrás en sus planes de abrir una nueva planta en México, donde crearía unos 2.800 puestos de trabajo.
"Ford anunció que canceló los planes para la nueva planta en San Luis Potosí, México", informó la firma en un comunicado, en referencia a un proyecto que costaría unos 1.600 millones de dólares y que había sido anunciado en abril de 2016.
La competidora General Motors fue objeto este martes de las críticas de Trump, quien amenazó a la transnacional con fuertes impuestos a la importación de sus vehículos producidos en el extranjero, especialmente en México, por medio de un mensaje en Twitter.
"General Motors está enviando su modelo Chevy Cruze, hecho en México, a Estados Unidos sin pagar impuestos al cruzar la frontera. ¡Háganlo en Estados Unidos o paguen una alta tasa de frontera!", expresó el presidente electo.
En tanto, el ministerio de Economía de México emitió una nota oficial donde "lamentó" la decisión de Ford, y adelantó que la empresa deberá pagar cualquier inversión que el gobierno mexicano haya realizado para facilitar la construcción de la planta.
Recordó que "los empleos generados en México han contribuido a mantener empleos manufactureros en Estados Unidos, que de otra forma hubieran desaparecido ante la competencia asiática".
Ford fue la primera automotriz en instalarse en México en 1925, y este anuncio influyó en un nuevo retroceso del peso mexicano, que culminó la jornada con una depreciación de 1,41% frente al dólar luego de que en 2016 cerrara con una pérdida anual de 16,12% golpeado por la baja en los precios del petróleo y el triunfo de Trump.
"Ambiente más positivo"
Ford anunció que la decisión involucra la adición de 700 puestos de trabajo e inversiones por 700 millones de dólares en un plazo de cuatro años para ampliar su planta de Flat Rock, en Michigan, para la producción de automóviles eléctricos y sin conductor.
Michigan es un estado golpeado brutalmente por la fuga de plantas industriales al extranjero, y donde Trump logró una victoria fundamental en las elecciones de noviembre pasado.
No obstante, Ford mantendrá parte de su programa de transferencia de la producción a México: su modelo Focus será producido en una planta ya existente en Hermosillo (noroeste de México), en lugar de la nueva planta que había sido prevista para San Luis Potosí.
Con ello, la firma creará condiciones en la planta en Wayne, Michigan, donde el Focus estaba siendo producido, para concentrarse en nuevos productos.
El director ejecutivo de Ford, Mark Fields, dijo a la cadena CNN que la empresa analizó todos los factores antes de adoptar una decisión, "incluyendo aquello que vemos como un ambiente más positivo a la manufactura bajo el presidente electo Donald Trump".
Pero apuntó que la empresa "no hizo un trato con Trump". "Lo hicimos por nuestro negocio", añadió.
Fields dijo que el director de la firma, Bill Ford, habló con Trump en la mañana de este martes.
"Es literalmente un voto de confianza en algunas de las políticas que ha estado diseñando y es la razón por la que tomamos esta decisión de invertir aquí, en Estados Unidos, y en nuestra planta en Michigan", dijo Fields.
Por su parte, GM respondió a Trump, enfatizando en un comunicado que la gran mayoría de sus vehículos modelo Cruze que vende en Estados Unidos se fabrican en el estado de Ohio, y solo unos pocos se importan desde México.
Las automotoras están respondiendo al estilo agresivo de Trump, quien durante la campaña prometió imponer 35% de aranceles a los autos producidos en México y deshacer el Tratado de Libre Comercio con Canadá y México.
*Con AFP y AP