Mundo
Francia anuncia el “renacimiento” de la energía nuclear: ¿en qué consiste?
Esta decisión implica un cambio de rumbo respecto a 2018, cuando Francia se fijó el objetivo de cerrar una docena de reactores nucleares.
Francia relanzará la producción de electricidad de origen nuclear con 14 nuevos reactores, anunció este jueves 10 de febrero el presidente Emmanuel Macron, quien aseguró que se trata de un “renacimiento” de este sector en pleno esfuerzo para dejar atrás las energías fósiles y lograr la neutralidad de carbono para 2050.
“Lo que tenemos que construir hoy, porque es un buen momento (...), es el renacimiento de la industria nuclear francesa”, aseguró Macron desde Belfort, tras reconocer las dudas surgidas la década pasada tras la catástrofe de Fukushima (Japón) en 2011. Su plan pasa por encargar al gigante energético francés EDF, de mayoría estatal, la construcción de seis reactores EPR2 para 2050.
El plan también incluye estudiar la posibilidad de ocho reactores adicionales y prolongar la vida del mayor número posible de reactores en funcionamiento en la actualidad. Esta última decisión implica un cambio de rumbo respecto a 2018 cuando, también bajo la presidencia de Macron, se fijó el objetivo de cerrar una docena.
Impulsada durante las presidencias de Charles de Gaulle (1959-1969) y Georges Pompidou (1969-1974), la energía nuclear generó en 2020 el 70,6 % de la electricidad en Francia, según la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA). “Necesitamos retomar el hilo de la gran aventura de la energía nuclear civil en Francia”, subrayó Macron, quien en octubre ya anunció la inversión de 1.000 millones de euros en reactores modulares pequeños (SMR).
Lo más leído
Su anuncio tuvo lugar en una fábrica de turbinas Arabelle, fundamentales para equipar los reactores EPR, EPR2 y SMR, perteneciente a la estadounidense GE Steam Power, pero que se incluyen en el acuerdo de exclusividad anunciado el jueves por EDF para adquirir actividades nucleares de esta compañía.
Francia recupera así esta estratégica fábrica para el sector nuclear que Emmanuel Macron, entonces ministro de Economía del presidente socialista François Hollande, había vendido en 2015 a General Electric. Aunque entre la clase política francesa existe un cierto consenso a favor de la energía nuclear, la inclusión de esta última por parte de la Comisión Europea como inversión “verde”, para facilitar la entrada de dinero, dividió a los países de la Unión Europea (UE).
Macron “está condenando a Francia a un siglo de (energía) nuclear”, aseguró antes de su anuncio el candidato ecologista a la presidencia Yannick Jadot, quien recordó los 17.000 millones de euros de sobrecostos y el retraso en la construcción del EPR de Flamanville (oeste).
La Comisión Europea aprobó el pasado 2 de febrero ese controvertido plan sobre etiquetado verde a inversiones en fuentes energéticas limpias y renovables. Sin embargo, la polémica que generó esta iniciativa radica en que el plan incluye centrales nucleares y de gas, gesto que desencadenó de inmediato airadas reacciones.
Esta propuesta, defendida por Francia y que todavía debe debatir la Eurocámara, generó el rechazo de Alemania, Luxemburgo y Austria, que anunció incluso un recurso ante la justicia europea, así como de las oenegés y grupos ecologistas. El reglamento busca impulsar fuertes inversiones en iniciativas de energías limpias y renovables, aunque la inclusión de centrales nucleares y de gas promovió agrias discusiones entre los países de la Unión Europea (UE).
Hasta ahora solamente las inversiones en energías renovables podían beneficiarse de este ‘sello verde’ de la Comisión Europea. A través de un comunicado, la Comisión Europea señaló que “hoy (miércoles 2 de febrero) completamos una etapa importante en la transición” hacia el objetivo de la neutralidad de carbono.
*Con información de la AFP.