VACUNA
Francia se suma a los países que aplicarán una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus
Según el Ministerio de Sanidad, aunque “para la mayoría de las personas la vacuna sigue siendo eficaz nueve meses después de la primera inyección”, no da tan buenos resultados pasado un año.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció este jueves que el país comenzará a ofrecer una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus a personas mayores y grupos vulnerables después de verano.
“Nos estamos preparando, como otros países, para poner esta tercera dosis a las personas de más edad y más frágiles. Lo haremos a partir del regreso de las vacaciones”, dijo el mandatario galo ante el avance de la variante delta del virus, altamente contagiosa.
Así las cosas, especificó que se ha establecido que “para hacer frente a este virus hacen falta recordatorios”, tal y como ha explicado en un vídeo a través de la red social Instagram con el que busca resolver las principales dudas de los franceses. “Probablemente se necesitará una tercera dosis. No para todos ahora mismo. (...) En esta etapa solo estas poblaciones objetivo se verán afectadas”, manifestó.
Según el Ministerio de Sanidad, aunque “para la mayoría de las personas, la vacuna sigue siendo eficaz nueve meses después de la primera inyección”, no da tan buenos resultados pasado un año.
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Ante el miedo a una nueva saturación de hospitales, Macron y su Gobierno se están “preparando” así para “empezar a poner esta tercera dosis”, tal y como ha matizado el presidente, que prevé establecer un plan a finales de agosto para la inoculación de esta tercera dosis.
En total, el 64,5 por ciento del a población francesa ha recibido al menos una dosis, mientras que el 53 por ciento está ya completamente vacunado. Las palabras de Macron se dieron poco antes de que el Consejo Constitucional emita su dictamen sobre las nuevas restricciones sanitarias del Ejecutivo.
Está previsto que este jueves por la tarde la corte evalúe la ley presentada por las autoridades sobre la obligatoriedad de mostrar un certificado de vacunación para la realización de determinadas actividades, una cuestión que ha levantado la polémica en el país y ha provocado una serie de protestas en las principales ciudades.
El Gobierno había anunciado que a partir del 9 de agosto sería necesario el certificado sanitario para entrar en restaurantes, cafeterías y centros comerciales, además de para poder viajar en tren. Además, los trabajadores sanitarios sin vacunar pueden enfrentarse al impago de sus salarios a partir de otoño.
El primer ministro, Jean Castex, decidió dejar el asunto en manos del Consejo Constitucional precisamente ante las fuertes críticas recibidas contra la ley, que muchos ciudadanos ven injusta y desmedida.
OMS pide que se retrase la tercera dosis
Que se demore un poco la aplicación de la tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus, como han venido haciendo algunos países como Israel, pidió la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este miércoles, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el jefe del organismo mundial,aseguró que se debe dar un plazo por lo menos hasta finales de septiembre de las dosis de refuerzo de la vacuna contra el coronavirus para ponerlas a disposición de los países que solo inmunizaron a una pequeña parte de su población.
“Necesitamos cambiar las cosas urgentemente para que la mayoría de vacunas dejen de ir a los países ricos y vayan a los países pobres”, declaró en Ginebra, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al tiempo que señaló que la moratoria o el plazo tendría que durar “al menos hasta finales de septiembre”.
El jefe de la agencia de la ONU denuncia desde hace meses la desigualdad que ha hecho que se haya aplicado una dosis de vacuna cada 100 personas en los países pobres hayan recibido una dosis de vacuna y casi 100 dosis en los países ricos. Como se sabe, Alemania e Israel anunciaron campañas para una tercera dosis destinada a las personas de mayor riesgo.
En mayo Tedros había lanzado un desafío: vacunar 10% de la población en todos los países del mundo. “Para lograrlo, necesitamos la cooperación de todos, en particular del puñado de países y empresas que controlan la producción mundial de vacunas”, subrayó Tedros.
Entre otras cosas, instó a los grupos farmacéuticos a que promovieran el sistema Covax, una iniciativa internacional que se había establecido para luchar justamente contra la desigualdad en la inmunización y para ayudar a 92 países pobres.
*Con agencias