Israel
“Fue como si regresáramos al Holocausto”: Joven dominicano asombra con relato de lo que vivió en Israel durante ataque de Hamás
Ian Grinberg y sus amigos se salvaron de las balas de los terroristas, a pesar de la feroz persecución que vivieron en medio del bosque y el desierto.
Si algo ayudó a que los ataques de Hamás fueran tan letales es que aquel era el fin de semana del festival judío de Simchat Torah, en el cual israelíes y extranjeros se congregan en fiestas musicales y religiosas.
En una de ellas se encontraba justamente Ian Grinberg, un joven dominicano-israelí de 22 años, quien, a través de un video que se ha difundido por las redes sociales, hizo un crudo relato de lo que él vivió junto a unos amigos durante los salvajes ataques de Hamás, a los cuales sobrevivieron, como no han logrado hacerlo las más de 2.000 víctimas fatales que se han reportado hasta el momento.
“Es importante para mí que el mundo sepa lo que sucedió el 7 de octubre de 2023. Y necesito la ayuda de ustedes, del país dominicano y todo el mundo latino, que el mundo escuche esta historia”, comienza diciendo Grinberg, con un poco de acento argentino, dado que su padre es de esa nacionalidad.
Ataque de pánico
El joven, quien estaba en Israel para participar en un festival en sur del país, relata que, hacia las 6:00 de la mañana, comenzaron a sentirse disparos de misiles de Gaza hacia Israel en el lugar donde encontraba.
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En un primer momento, él y los amigos con quienes estaba se sentían tranquilos, pero cuando el ataque arreció, entendieron que tenían que protegerse.
“Yo agarré a dos a amigas y un amigo, entramos a nuestro coche. Empezamos a manejar hacia el norte. En el camino al norte nos frenan y nos dicen: ‘No, váyanse de aquí, vayan al sur’ ”, continúa Grinberg, en lo que era apenas el comienzo de una aterradora aventura.
Ante esas urgentes recomendaciones, él y sus amigos resolvieron recoger sus pasos y devolverse al sur, sin entender todavía que el ataque provenía de mucho más que misiles.
A punto de entrar a un refugio, cuenta, a una de sus amigas le dio un ataque de pánico y cuando él intentaba levantarla vino el horror.
“Ahí nos empiezan a disparar. Nos tumbamos al piso. Entramos rápidamente al refugio, escondiéndonos ahí”, prosigue el joven, con una expresión triste.
Lluvia de balas
“Estuvimos solo unos minutos. Cada segundo se siente (como si fueran) horas, y horas y horas. En realidad, estuvimos cinco, diez minutos”, explica Gringberg.
El dominicano continúa contando que cuando miró afuera del refugio pudo ver a todos los milicianos de Hamás que los amenazaban. Eran como seis o siete terroristas, describe, que disparaban a lado y lado del refugio.
“Rápidamente, entendí que quedarse en el refugio era una mala idea, porque estábamos rodeados de paredes, teníamos solo una salida y una entrada, y los terroristas están camino a nosotros, para entrar y matarnos”, narra Ian.
Tomo entonces la decisión que les salvaría la vida a él y sus amigos, al decirles a estos últimos: “Estén listos, cuando yo les diga, vamos de regreso al coche”.
“Después de que entramos al coche, empezamos a manejar hacia el desierto abierto, con la ventana abajo. Yo, escuchando por donde llegaban las balas. Balas por todos lados, no sabes por dónde manejar”, añade el joven al recordar esos momentos de angustia.
En medio de todo, pudo percatarse de que los criminales estaban armados hasta los dientes, pues “tenían de todo”, como granadas, coches armados y ametralladoras.
“Nos estaban persiguiendo en los bosques, en el desierto, como si regresáramos años atrás al Holocausto”, dice, en la frase más conmovedora de su narración y que evoca el exterminio que vivieron los judíos en la Segunda Guerra Mundial a manos de los nazis.
Después de horas y horas de travesía, llegaron a un kibutz (comunidad basada en la agricultura típica de Israel), donde les dieron refugio y los pusieron a salvo, algo que no pudieron decir, concluye, muchos amigos que no corrieron con la misma suerte y hoy están muertos.