Mundo
“Fue rápido y sin dolor”: médico explica cómo fue exactamente la muerte de los cinco millonarios que iban en el sumergible que buscaba el Titanic
El doctor Molé, con su experiencia en medicina submarina, proporciona una perspectiva desgarradora sobre el destino de los tripulantes.
El trágico momento final de los Cinco del Titanic es explicado por un antiguo médico de la Armada que revela lo que habría sucedido en el preciso instante en que su embarcación sufrió una “implosión catastrófica”. Según el doctor Dale Molé, veterano de la Armada de los Estados Unidos, explicó al portal Daily Mail que la implosión del submarino habría sido instantánea, sin que los tripulantes siquiera se dieran cuenta de lo que les estaba ocurriendo.
El doctor Molé, con su experiencia en medicina submarina y conocimiento de los efectos de la presión a profundidades extremas, proporciona una perspectiva desgarradora sobre el destino de los tripulantes del Titanic Five. Su testimonio revela la brutalidad de los acontecimientos y la naturaleza inmediata e implacable de la implosión del submarino.
En una entrevista con el portal Daily Mail, el doctor Molé, quien anteriormente ocupó el cargo de director de medicina submarina y salud por radiación de la Armada estadounidense, reveló que las muertes habrían sido rápidas y sin dolor, debido a las extraordinarias fuerzas ejercidas por el océano en las profundidades.
Molé explicó: “Habría sido tan repentino que ni siquiera habrían sabido que había un problema, ni qué les estaba sucediendo. Es como estar aquí un minuto y, al siguiente, el interruptor se apaga. Estás vivo un milisegundo y, al siguiente, estás muerto”.
Lo más leído
La implosión habría resultado en una desaparición instantánea de los Cinco tripulantes del submarino. Las fuerzas extremas y la presión del océano a esas profundidades habrían causado la compresión y colapso del submarino de manera abrupta y sin previo aviso. Los tripulantes no habrían tenido tiempo para reaccionar o darse cuenta de la situación antes de que ocurriera el trágico evento.
Las autoridades han planteado la hipótesis de que la tragedia del submarino se debió a una implosión, un fenómeno físico en el cual la presión exterior supera la presión interior, lo que habría causado el colapso de la embarcación. Si esta teoría se confirma, significaría que el accidente ocurrió hace varios días y que los tripulantes perdieron la vida de manera instantánea. Debido a que la muerte de los tripulantes se dio en cuestión de décimas de segundo, el doctor asegura que los restos de los pasajeros serán difíciles de encontrar.
La ciencia explica los efectos de una implosión: un colapso de 40 milisegundos.
Según National Geographic España, la presión atmosférica es el peso ejercido por la columna de aire sobre una superficie. A nivel del mar, la presión es de aproximadamente 1 atmósfera. A medida que se asciende en altitud, la presión disminuye. Sin embargo, al sumergirse bajo el agua, la presión aumenta debido al peso adicional del agua sobre el cuerpo. En el caso del submarino, la presión cerca del Titanic alcanzaba las 400 atmósferas, lo que equivale a un peso de 4.000 toneladas por metro cuadrado de estructura. Esta presión extrema es insoportable para los seres humanos.
El interior del submarino debe mantener una presión similar a la atmosférica para garantizar la supervivencia de la tripulación. Si la estructura del submarino no es lo suficientemente resistente o presenta daños, la presión externa puede hacer que ceda, destruyendo por completo el submarino y su interior. Esto se conoce como implosión, un fenómeno en el que la estructura colapsa hacia el interior debido a la presión externa. Es un proceso rápido que ocurre en cuestión de milisegundos.
Efectos en el cuerpo humano
En el cuerpo humano, los efectos de la presión se sienten rápidamente bajo el agua. Por ejemplo, al bucear, se puede experimentar dolor en los oídos debido a la compresión del tímpano por la diferencia de presión. Los buzos también enfrentan dificultades para respirar debido a la presión ejercida sobre los pulmones.
En el caso de la tripulación del Titanic, la implosión habría sido instantánea y causado su muerte en milisegundos. Esta tragedia habría sido indolora y los tripulantes no habrían sido conscientes de lo que sucedía debido a la rapidez del colapso. A partir de ahora, se llevarán a cabo investigaciones para determinar las responsabilidades y evaluar las causas de esta tragedia. Recientemente se ha revelado un informe que señala posibles deficiencias de seguridad en el submarino.
Uno de los datos preocupantes es el despido del exdirector de operaciones marinas de la empresa fabricante del submarino OceanGate Expeditions, David Lochridge, quien había planteado dudas sobre la seguridad del Titan y presentó una demanda en la que mencionaba el diseño experimental y no probado del sumergible. Según Lochridge, una ventana en la parte delantera del submarino estaba diseñada para resistir la presión a una profundidad de 1.300 metros, no a 4.000 metros, como la que alcanzaba el Titán.
En respuesta a la demanda presentada, Lochridge argumentó que había sido despedido de manera injusta y que sus acciones estaban destinadas a garantizar la seguridad de los pasajeros a bordo del submarino. Propuso a la compañía realizar pruebas en el casco de la embarcación.
Según el documento presentado, el antiguo empleado afirmó que la empresa podría exponer a los pasajeros a un peligro extremo al utilizar un submarino experimental, ya que los clientes no estarían al tanto de este diseño y la falta de pruebas.
Además, en el año 2018, varios empresarios enviaron una carta a OceanGate expresando sus reservas acerca de la seguridad del submarino. En dicha carta señalaban que el enfoque “experimental” podría tener consecuencias potencialmente catastróficas que podrían afectar a toda la industria.
Estas revelaciones plantean interrogantes sobre las decisiones de diseño y las medidas de seguridad tomadas en relación con el submarino. Será fundamental que las investigaciones esclarezcan los detalles y establezcan las responsabilidades correspondientes, con el objetivo de prevenir futuros accidentes y garantizar la seguridad de quienes se aventuran en exploraciones submarinas.
El cofundador de OceanGate, Guillermo Söhnlein, ha salido al paso de las críticas sobre la seguridad de la empresa tras el accidente del submarino, argumentando que aquellos que emiten juicios negativos carecen de información completa para formar una opinión fundamentada.
En una entrevista con la emisora británica BBC Radio 4, Söhnlein, un empresario de origen argentino radicado en Estados Unidos, quien dejó la compañía hace una década pero todavía posee una participación minoritaria, afirmó que las personas que cuestionan la seguridad del sumergible Titanic no están adecuadamente informadas.
Según Söhnlein, existe una equiparación errónea entre la certificación y la seguridad, sin tener en cuenta los extensos 14 años de desarrollo del submarino. Lamentó la falta de conocimiento de aquellos que emiten opiniones, ya que no estuvieron presentes durante el proceso de diseño, ingeniería y construcción del sumergible, ni tampoco durante las rigurosas pruebas a las que fue sometido.