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“Fui al cielo y al infierno”: mujer relata impactante experiencia tras ser declarada muerta por 11 minutos
La mujer de 68 años dijo que reconoció a los miembros de su familia que habían fallecido.
“O estás sufriendo otro derrame cerebral o estás a punto de sufrir un ataque cardíaco”. Estas fueron las palabras que el médico de Charlotte Holmes usó para referirse a su estado de salud durante un chequeo médico.
Su presión arterial se había disparado a 234, sobre 134, algo que generó que la mujer, de origen estadounidense, entrara en una “experiencia extracorporal” que se convirtió en un momento “celestial” y una experiencia que jamás había vivido antes.
“Llamaron a un código y entraron corriendo. Yo estaba por encima de mi cuerpo. Podía ver cómo me hacían compresiones torácicas. Podía verlos, a todas las enfermeras que me rodeaban. Podía oler las flores más hermosas que jamás había olido. Y luego escuché música. Y cuando abrí los ojos, supe dónde estaba. Supe que estaba en el cielo”, dijo la mujer en una entrevista con CBN.
La bisabuela, que en ese momento tenía 68 años, iba a un control con su cardiólogo, cuando los médicos la declararon clínicamente muerta después de que el corazón se detuviera durante casi el doble del tiempo completo (cinco minutos) que los profesionales médicos utilizan rutinariamente para evaluar la muerte.
Danny, pareja de la paciente, dijo que pudo corroborar la historia sobrenatural de su esposa, contando el impactante momento en que escuchó a su esposa describir cosas de otro mundo que no estaban físicamente en la habitación, pero que ella estaba presenciando en tiempo real.
“Fue entonces cuando supe que ella no estaba en este mundo”, explicó.
Según le dijo al presentador del programa de CBN, The 700 Club, fue recibida por versiones más jóvenes y saludables de sus familiares fallecidos, así como por santos históricos.
“Vi a mi madre, a mi padre, a mi hermana, a miembros de mi familia que estaban detrás de mí, a santos de antaño”, recuerda Holmes. “No parecían viejos, no parecían enfermos, ninguno llevaba gafas”.
“Detrás de mi mamá y mi papá había una luz muy brillante”, continuó. “No podía mirarla. Era tan brillante. Pero sabía que era mi Padre Celestial”.
Tras un breve reencuentro con un hijo que había perdido a los cinco meses y medio de gestación, Holmes reflexionó sobre cómo Dios la guio por un sendero más difícil, pero también más formativo.
“Dios me llevó al borde del infierno”, confesó la bisabuela de 68 años. “Miré hacia abajo y olía a carne podrida”, recuerda Holmes. “Y a gritos. Después de ver la belleza del cielo, el contraste de ver el infierno es casi insoportable”.
Holmes comentó que Dios tenía un propósito al revelarle los horrores que acompañan a una vida alejada de la moralidad: “Él dice: ‘Les muestro esto para advertirles que si algunos no cambian su rumbo, aquí es donde terminarán’. Escuché a mi padre decir: ‘Aún tienes tiempo para volver y compartir’”.
Según el Daily Mail, el año pasado, investigadores médicos del Hospital Universitario de Lieja, en Bélgica, siguieron a 19 personas que habían tenido una experiencia cercana a la muerte en una unidad de cuidados intensivos durante 12 meses.