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“Fui víctima de la mayor mentira jurídica contada en 500 años de historia”: Lula da Silva
En su primera comparecencia pública, el expresidente aprovechó para criticar la gestión de Jair Bolsonaro sobre la pandemia y envió un mensaje a los brasileños: “No sigan ninguna decisión imbécil del presidente de la república ni del Ministerio de Salud”.
Desde el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de São Bernardo do Campo, en Sao Paulo, el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que ha sido “víctima de la mayor mentira jurídica contada en 500 años de historia”.
Sus declaraciones se conocen luego de que un juez de la Corte Suprema de Brasil anulara las condenas del expresidente abriendo el camino para que el líder de la izquierda desafíe en 2022 al mandatario Jair Bolsonaro.
Lula suma dos condenas emitidas por un tribunal de Curitiba (sur) por casos vinculados a la investigación anticorrupción Lava Jato, sobre sobornos pagados por grandes constructoras a políticos para obtener contratos en la petrolera estatal Petrobras.
El juez Edson Fachin decidió que el exmandatario (2003-2010), de 75 años, sea juzgado nuevamente por la justicia federal de Brasilia. Fachin atendió a una de las numerosas objeciones de la defensa de Lula, que alegaba que los casos no se limitaban al esquema de corrupción en torno a Petrobras, por lo que no competían a los jueces de Lava Jato.
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El expresidente, que se siente reivindicado, criticó al juez Sergio Moro, a los fiscales, a los medios de comunicación. “Era necesario evitar que este compañero volviera a gobernar el país porque en 500 años América Latina no hizo ningún trabajo de inclusión social”, dijo.
Asimismo, urgió el miércoles a los brasileños a “no seguir ninguna decisión imbécil” del presidente Jair Bolsonaro, un escéptico sobre las vacunas, para combatir la pandemia de coronavirus que ya mató a casi 270.000 personas en el país.
“Quiero hacer propaganda para que el pueblo brasileño no siga ninguna decisión imbécil del presidente de la República ni del Ministerio de Salud. Vacúnense, vacúnense porque esa es una de las cosas que pueden librarnos del covid”, dijo Lula en su primera comparecencia pública. Vale mencionar que el expresidente padeció de coronavirus y tuvo que aislarse en Cuba.
Lula fue condenado en 2017 a nueve años y seis meses de prisión por corrupción y lavado como beneficiario de un tríplex en Guarujá (litoral de Sao Paulo) y estuvo detenido 18 meses, desde abril de ese año, en la sede de la Policía Federal de Curitiba.
Luego, la condena fue confirmada por el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región, en enero de 2018, que aumentó la pena a 12 años y un mes de prisión. Un año después, en abril de 2019, el Tribunal Superior de Justicia decidió mantener la sentencia aunque redujo la pena impuesta a Lula a ocho años, 10 meses y 20 días de prisión.
Vale mencionar que de esta condena, el expresidente pagó 580 días, es decir un poco más de año y medio, pero fue liberado en noviembre de 2019 luego de que la Corte Suprema falló en contra de la detención tras una condena en segunda instancia.
Ese mismo mes fue condenado a 17 años en segunda instancia, acusado de recibir sobornos de constructoras, relacionados con obras de un sitio en Atibaia (Sao Paulo) a cambio de influir en la obtención de contratos en Petrobras.
Lula siempre negó las acusaciones y se considera blanco de una operación orquestada por Sergio Moro, el juez que lideró la operación Lava Jato y que en 2019 asumió el Ministerio de Justicia de Bolsonaro.
Bolsonaro, “sorprendido”
La ley brasileña determina que una persona condenada en segunda instancia no puede presentarse por ocho años a cargos electivos. La decisión de Fachin levanta ahora esa traba para Lula, de cara a los comicios generales previstos para octubre de 2022.
Bolsonaro afirmó que Fachin “siempre tuvo una vinculación fuerte con el PT”.
“Todos fuimos sorprendidos [por esa decisión], pero al fin de cuentas el bandidaje de ese gobierno [de izquierda] está claro para toda la sociedad”, agregó el mandatario en declaraciones a CNN Brasil.
Según un sondeo reciente, el líder histórico del Partido de los Trabajadores (PT) sería el único con potencial de derrotar a Bolsonaro en los comicios previstos para octubre de 2022.
La nueva variable surge en momentos en que Brasil está sumido en una aguda crisis económica, agravada por la pandemia de coronavirus que ya dejó más de 266.000 muertos en el país y se halla en su peor momento desde su inicio hace un año.
*Con información de AFP