HOLANDA
Cae para arriba
Ser condenado por incitar la discriminación racial podría ser lo mejor que le haya pasado al líder populista Geert Wilders.
Un juzgado condenó al fundador del partido de ultraderecha PVV por un discurso en el que pidió “menos marroquíes” en el país y le puso una multa de 5.000 euros. Wilders, a quien muchos llaman el Trump holandés, ha abogado por prohibir las mezquitas y el Corán en su estrategia por ‘desislamificar’ Holanda. Su figura es tan polémica que le fue vetada la entrada a Reino Unido. Pero, como sucede con el magnate estadounidense Donald Trump, las pruebas en su contra en vez de hundirlo lo fortalecen. Después del fallo, Wilders subió 9 puntos en intención de voto para las elecciones de marzo, y se ubica como el candidato preferido de los aspirantes a primer ministro. La multa le salió barata.