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Gobierno de Francia sobrevivió a la moción de censura propuesta contra la reforma pensional de Macron
Esta primera moción, presentada por el grupo independiente LIOT con el apoyo de la izquierda, logró 278 votos de los 287 necesarios.
Los diputados franceses rechazaron por nueve votos una primera moción de censura contra el Gobierno y se quedaron a las puertas de tumbar una impopular reforma de las pensiones del presidente liberal Emmanuel Macron, cuya adopción por decreto recrudeció las protestas.
Esta primera moción presentada por el grupo independiente LIOT, con el apoyo de la izquierda, recolectó 278 votos de los 287 necesarios. Tras la votación en curso de otra moción, presentada por la extrema derecha y con menos posibilidades de prosperar, la reforma se considerará como adoptada definitivamente.
“Sólo faltaron nueve votos para derribar este gobierno y su reforma, un gobierno que ya está muerto para los franceses y que ya no tiene ninguna legitimidad”, dijo la diputada de izquierda radical Mathilde Panot, tras una votación más ajustada de lo esperado.
La alianza de izquierdas Nupes, la extrema derecha y los diputados independientes de LIOT, habían avanzado en su intención de tumbar el Gobierno y la reforma y, aunque la oposición de derecha Los Republicanos (LR) se oponía, una veintena de sus diputados votaron a favor.
Macron quiere retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años, en lugar de 42, para cobrar una pensión completa, pese a que dos de cada tres franceses, según los sondeos, lo rechazan.
Ante el temor de perder la votación en el Parlamento, decidió usar el jueves el polémico artículo 49.3 de la Constitución para adoptar su reforma, recrudeciendo las protestas, como muestran los choques entre manifestantes y la policía en la plaza de la Concordia de París.
Su primera ministra, Élisabeth Borne, defendió ante los diputados una reforma que busca paliar, a su juicio, un futuro déficit en la caja de las pensiones, el esfuerzo para lograr un “compromiso” y el método utilizado para aprobarla: “El 49.3 no lo inventó un dictador”.
Aunque todo apunta a que superará las dos mociones de censura, Borne, quien abogó por el diálogo para lograr una mayoría que no consiguió para la reforma, aparece debilitada, en un contexto de creciente tensión social.
La líder ultraderechista Marine Le Pen estimó que el resultado representa “una sanción clara” y estimó que la primera ministra “debe marcharse” o “el presidente debe cesarla”.
La ultraderecha aparece reforzada en los sondeos con el conflicto social actual y una de sus diputadas, Laure Lavalette, urgió a Macron a disolver la Asamblea como amenazó en caso de revés a su reforma: “¡Atrévase señor Macron! (...) Volveremos más numerosos a la Asamblea”.
“Retire esta ley”
La confirmación de la reforma no parece que calmará la tensión social. “Reitero mi llamado al presidente: retire esta ley, no la promulgue. Esto calmaría los ánimos”, había advertido en el diario Libération el líder del sindicato CFDT, Laurent Berger, para quien Macron será “el responsable de lo que ocurra”.
Carreteras bloqueadas, transportes perturbados, el aeropuerto de Tarbes-Lourdes (sur) invadido, miles de toneladas de basura en las calles de París, falta de combustible en el sureste... Los huelguistas multiplicaron las acciones de protesta.
El presidente, a quien no afecta la moción de censura, se juega además poder aplicar el programa de su segundo mandato hasta 2027. El domingo, a través de su entorno, aseguró que quería ir hasta el final con su proyecto de pensiones.
Pero los observadores consideran que el gobierno logrará una victoria pírrica. El uso del 49.3 “dificultará la adopción de futuras reformas”, estimó la agencia de notación Moody’s, favorable no obstante a este tipo de leyes.
La oposición de izquierda prepara también recursos ante el Consejo Constitucional para retrasar su aplicación y estudia iniciativas para promover un referéndum sobre la misma.
*Con información de AFP.