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Gobierno francés plantea reunión con sindicatos para aliviar tensiones frente a reforma pensional
Los sindicatos buscarán una “salida” a la crisis que ha desatado violentas protestas.
El Gobierno de Francia propuso a los sindicatos fijar una reunión para la próxima semana, en la que previsiblemente las dos partes expondrán sus respectivas posturas en relación con la controvertida reforma de las pensiones.
La oficina de la primera ministra, Elisabeth Borne, remitió a los principales sindicatos una invitación que plantea posibles citas el lunes, el martes o el miércoles. Según fuentes cercanas a la dirigente, “no se ha fijado un orden del día”, informa la cadena BFMTV.
El líder de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, dejó claro que llevarán bajo el brazo sus quejas recurrentes sobre la nueva ley. “¿Se imaginan que en un momento de protesta muy fuerte contra la reforma de las pensiones los representantes de las organizaciones sindicales fuesen a hablar de otra cosa con la primera ministra?”, planteó en una entrevista con el medio local Franceinfo.
Los sindicatos buscarán una “salida” a la crisis, si bien las posiciones de las partes parecen irreconciliables a día de hoy. El Gobierno ha descartado reescribir el texto, mientras que los representantes de los trabajadores piden al menos la paralización de las medidas que consideran más lesivas, entre ellas el retraso de 62 a 64 días de la edad de jubilación.
El Ejecutivo galo también descartó una propuesta de los sindicatos para buscar un mediador, mientras que, en la calle, las protestas no cesan.
Los disturbios continúan
Nuevos enfrentamientos estallaron el martes, 28 de marzo, en Francia, en las protestas contra la reforma de las pensiones del presidente liberal Emmanuel Macron, cuyo gobierno invitó a los sindicatos a una reunión la próxima semana tras rechazar un pedido de “mediación” inicial.
La participación reculó a 740.000 personas, según las autoridades, y a “más de dos millones”, según el sindicato CGT, en la décima jornada de protestas desde enero. Los sindicatos llamaron de nuevo a manifestarse el jueves 6 de abril.
Las centrales sindicales son la punta de lanza de la movilización contra el retraso de la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030, pero la decisión el 16 de marzo de Macron de aplicarla por decreto radicalizó las protestas.
Los disturbios e incidentes entre manifestantes y las fuerzas de seguridad continuaron este martes en decenas de ciudades de Francia, de Lille (norte) a Toulouse (sur), pasando por Rennes (oeste) o Lyon (este), pero de menor intensidad.
El ministro de Interior, Gérald Darmanin, informó que 201 personas fueron detenidas y 175 policías y gendarmes resultaron heridos. El jueves hubo 457 detenidos y 441 agentes heridos en todo el país.
Aunque el gobierno, que movilizó a 13.000 agentes, busca criminalizar las protestas y socavar el apoyo a estas, la actuación policial se encuentra en el punto de mira tras las críticas de oenegés de derechos humanos e incluso del Consejo de Europa.
Las imágenes de batalla campal volvieron a la primera plana el sábado durante las protestas contra un embalse agrícola destinado a la agroindustria en Sainte-Soline (centro-oeste), que dejaron dos manifestantes en coma.
En ambos casos, “hay un uso desproporcionado de la fuerza que ya habíamos denunciado durante [la protesta social en 2018 y 2019 de] los chalecos amarillos”, dijo a la AFP Jean-Claude Samouiller, de la ONG Amnistía Internacional.
En este contexto, el gobierno y los sindicatos aseguran buscar una manera de calmar los ánimos, pero campan en sus posiciones: las centrales sindicales quieren la retirada o la suspensión de la reforma, y Macron dice no.
El líder del sindicato moderado CFDT, Laurent Berger, aseguró en la noche que la primera ministra, Élisabeth Borne, había invitado a todas las centrales a una reunión la próxima semana, en una fecha por confirmar, a la que asistirán.
Berger indicó que aportarán “propuestas” como buscar una “mediación” para hallar una vía de salida al conflicto, un pedido que el vocero del gobierno, Olivier Véran, rechazó en la mañana, pero que el partido centrista MoDem, aliado de Macron, apoyó.
*Con información de Europa Press y AFP.