Mundo
“Gracias a todos por su cercanía”, las primeras palabras del papa Francisco desde el hospital
El sumo pontífice, de 86 años, se mostró conmovido por las muestras de solidaridad que se han conocido desde que se informó de su hospitalización.
En un sensible mensaje, el papa Francisco agradeció al mundo católico por las oraciones que se han hecho por su recuperación, al ser internado sorpresivamente en el hospital Gemelli de Roma aquejado de una infección respiratoria.
El sumo pontífice, de 86 años, se mostró conmovido por las muestras de solidaridad que se han conocido desde que se informó de su hospitalización.
Aunque inicialmente el Vaticano comunicó que había sido ingresado “para controles programados anteriormente”, sin mencionar ningún motivo, después se supo que debía permanecer bajo observación médica, debido a una “infección respiratoria”.
De hecho, el papa tenía prevista una entrevista para un programa de la televisión pública RAI que tuvo que ser cancelada, lo que llamó la atención, y generaron algunas inquietudes sobre su estado de salud.
Es la segunda vez que Francisco es ingresado en el este hospital romano, después de que el 4 de julio de 2021 fuera operado del colon, y permaneció internado 10 días en los que llegó a oficiar el Ángelus desde el balcón.
“Estoy conmovido por los numerosos mensajes que he recibido en estas horas; doy las gracias a todos por su cercanía y su oración”.
Estoy conmovido por los numerosos mensajes que he recibido en estas horas; doy las gracias a todos por su cercanía y su oración.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) March 30, 2023
Entre tanto, el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, informó este jueves que el papa Francisco se encuentra “mejor” y “volvió al trabajo”, intentando disipar las preocupaciones sobre el estado de salud del jefe de la Iglesia católica.
“Su santidad el papa Francisco descansó bien durante la noche. El cuadro clínico mejora progresivamente y continúan los tratamientos previstos. Esta mañana, después del desayuno, leyó algunos periódicos y volvió al trabajo”, afirmó en un comunicado.
Añadió que “antes del almuerzo se dirigió a la capilla de su piso privado, donde se reunió en oración y recibió la Eucaristía”.
El pontífice se encuentra en el décimo piso del hospital romano Gemelli, completamente reservado a los papas y llamado “El Vaticano 3″ por las siete veces en que estuvo internado Juan Pablo II, fallecido en 2005.
En el hospital Policlínico Gemelli de Roma permanece con el tratamiento antibiótico previsto para paliar la infección respiratoria. Allí estuvo hace dos años cuando fue operado de una estenosis diverticular grave con signos de diverticulitis esclerosante.
Fuentes del centro hospitalario confirmaron que ya se han realizado todas las pruebas médicas necesarias y que la situación clínica está bajo control.
El diario Il Corriere della Sera reveló que el TAC que se le realizó resultó negativo excluyendo una infección grave derivada de una neumonía. De manera permanente se le está comprobando la saturación de oxígeno en sangre del papa.
Todas las citas programadas para este jueves y viernes fueron canceladas debido a que la hospitalización durará “algunos días”, tal y como informó el Vaticano.
Afección respiratoria
“En los últimos días, se quejaba de dificultades respiratorias, por lo que tuvo que someterse a controles médicos en la jornada”, explicó previamente el vocero del Vaticano
Los controles médicos “pusieron de manifiesto una infección respiratoria” y si bien ha sido excluido el covid-19, “va a requerir varios días de un adecuado tratamiento médico hospitalario”, precisó.
Pese a las dudas, fuentes internas del hospital, señalaron que es posible que el pontífice pueda presidir la misa el próximo 2 de abril del Domingo de Ramos en el Vaticano, “salvo imprevistos”.
Con esa misa se abren las celebraciones por la Semana Santa, que se culmina con la Pascua, la fiesta más importante del cristianismo.
Fuentes religiosas sostienen que el Vaticano está organizando un programa alternativo en caso de que el papa no pueda presidir las ceremonias religiosas.
Se trata de todos modos de ceremonias largas y agotadoras, como el Viacrucis al aire libre en el Coliseo de Roma del Viernes Santo, para una persona que ha estado varios días ingresado.
Francisco tiene programado además un viaje a Hungría para finales de abril, a la ciudad de Budapest, para asistir a la clausura de un Encuentro Eucarístico Internacional.
Renuncia no descartada
La hospitalización sorprendió a la opinión pública, sobre todo porque el papa Francisco participó con total normalidad a la tradicional audiencia general en la Plaza de San Pedro, durante la cual apareció sonriente, saludando a los fieles desde su “papamóvil”.
‘Papa: el gran miedo’, tituló este jueves el diario La Stampa, que describe esos momentos dramáticos, después de que señalara “un fuerte dolor en el pecho”, por lo que sus asistentes decidieron llamar de manera urgente a una ambulancia e internarlo inmediatamente.
Personalidades y líderes políticos de todo el mundo le han enviado mensajes de pronta recuperación, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien pidió oraciones por la salud del papa.
El pontífice se moviliza en silla de ruedas desde mayo de 2022 debido a la artritis en una rodilla.
Ante los periodistas que suelen acompañarlo en sus viajes, Francisco contó que la operación por una estenosis diverticular grave con signos de diverticulitis esclerosante le dejó “secuelas” por la anestesia y que por ello descartó someterse de nuevo a una operación en la rodilla.
Esos problemas médicos lo obligaron a cancelar varias audiencias en 2022 y posponer un viaje a África, lo que suscitó muchas dudas sobre una posible renuncia.
En varias entrevistas concedidas en los últimos meses, el papa ha hablado de la posibilidad de renunciar, tal como lo hizo en 2013 su predecesor, Benedicto XVI, fallecido a finales de 2022.
“Es verdad que escribí mi dimisión dos meses después de mi elección (en marzo del 2013)... Lo hice por si tengo algún problema de salud que me impida ejercer mi ministerio”, contó, aunque aclaró sucesivamente que aún no había pensado en renunciar a su cargo.
En julio del año pasado, confesó que “ya no podía viajar” con el mismo ritmo de antes y aseguró que podría “hacerse a un lado”.
Hace un mes volvió a hablar del tema para aclarar que la renuncia de un papa “no debería convertirse en una moda” y recalcó que esa idea “no estaba en su agenda por el momento”.
El pontífice es atendido constantemente por un equipo de médicos y enfermeros, ya sea en el Vaticano o durante sus viajes al exterior.
Una medida más que necesaria debido a su edad y a su historia clínica, ya que a los 21 años estuvo a punto de morir por una pleuresía y sufrió una ablación parcial de uno de sus pulmones.
*Con información de AFP y Europa Press.