Europa
Graves incendios forestales tienen azotados a Francia, España y Portugal
Las conflagraciones tendrían serias consecuencias en la producción agrícola de estos países, además de generar daños en el patrimonio natural.
En medio de la ola de calor que ha azotado en las últimas semanas a buena parte de Europa, y que se ha traducido en ingentes proliferaciones de incendios forestales, autoridades de varios países del occidente de este continente siguen reportando sus luchas para apaciguar las llamas y frenar el avance del fuego.
Según refieren medios internacionales, tres de los países más afectados por la ola de incendios forestales son los dos ubicados en la península Ibérica (España y Portugal), además de su vecina, Francia, donde la cifra de las hectáreas arrasadas ha llegado a niveles históricos, prendiendo aún más las alarmas de las autoridades locales e internacionales, necesitando algunos de estos incendios que, los cuerpos bomberiles, tuviesen que ser apoyados por expertos de países de la zona.
Según los expertos, la actual situación que atraviesan esos países es el resultado de tres ingredientes clave para la detonación de un coctel bomba, referido a las altas temperaturas, los vientos que ayudan a tu expansión y la presencia de material inflamable o vegetación seca, que hacen que la conflagración se propague rápidamente.
De acuerdo con declaraciones recabadas por medios internacionales este jueves, 11 de agosto, directivos de la Agencia Espacial Europea han elevado un llamado para que la comunidad pueda emprender ayudas que no solo sirvan a combatir la situación actual de fuertes proliferaciones de incendios, sino también, para que tomen conciencia sobre los efectos del cambio climático que ya son tangibles.
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En terreno, según destacan medios de comunicación regional, un grupo de cerca de 1.100 bomberos se ha desplegado con la ayuda de elementos helicoportados y aviones para buscar contener la ya extensa conflagración.
Una de las regiones más golpeadas, según explica la prensa local, es la Gironda, al sur de Francia, la misma que meses atrás fue escenario de gigantescos incendios, donde las llamas, por acción del clima, se revivieron en los últimos días, volviendo a encender las alarmas y obligando a un nuevo despliegue de las autoridades de emergencias disponibles.
Se calcula que en esa región de Francia la conflagración ha alcanzado cerca de 6.800 hectáreas de bosque.
En ese mismo sentido, el avance de las llamas ha impulsado a que miles de habitantes locales, se hubiesen visto abocados a tener que salir de sus tierras, y abandonar sus hogares para huir de las llamas, en un escenario que ha comenzado a evidenciar el desgaste por parte de los lugareños, y de las autoridades que diariamente luchan por evitar que se expanda el fuego debido falta de humedad.
La emergencia que actualmente atraviesa Francia tiene, este jueves, un total de ocho importantes focos de incendios forestales, lo que ha dificultado aún más la atención de la emergencia.
En ese sentido, y en el marco del Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea (UE), Francia ha comenzado a recibir el apoyo de delegaciones de expertos provenientes de otros países de la mancomunidad, como Grecia y Suecia, quienes han llegado a la zona para apoyar las labores de la lucha contra la propagación de las llamas, en un espacio en el que también se espera la llegada de unidades enviadas por Alemania, Polonia, Austria y Rumania.
A través de sus redes sociales, el presidente francés, Emmanuel Macron, expresó su agradecimiento con el apoyo entregado por parte de sus países amigos. “Gracias a ellos. ¡La solidaridad europea está en marcha!”, celebró el mandatario.
Además de las afectaciones en Gironda, otras de las zonas afectadas por la emergencia son Lozère y Aveyron, Isère, Drôme, Jura y Maine-et-Loire, donde las llamas también amenazan con seguir creciendo.
Al igual que en Francia, las afectaciones derivadas de las llamas en Portugal y España no son pocas.
En el caso español, las afectaciones se han centrado en Galicia, y Extremadura, zonas fronterizas con Portugal, donde también se presentan varios focos de incendios forestales que, en simultánea, ponen en jaque las capacidades de los cuerpos de bomberos.
Allí, se calcula que las afectaciones están próximas a alcanzar un total de 600 hectáreas consumidas, en solo una de las provincias referidas, ocasionando también importantes migraciones o desalojo de personas que han salido de los hogares para procurar su vida.
Medios locales han referido que en el caso de la localidad de Cáceres, en España, la conflagración tuvo un origen diferente al del sol, siendo, en este caso, una tormenta eléctrica la que desencadenó la emergencia.
Por su parte, Portugal sufre incendios en el centro del país, en un sector conocido como Serra da Estrela, donde las más recientes conflagraciones ocurrieron el pasado 6 de agosto, originando a su vez que decenas de personas tuvieran que aislarse del sector.
De acuerdo con los funcionarios, la pérdida derivada de dicha situación, además del daño medioambiental, traduce en pérdida de paisaje patrimonio natural.
Dentro de los daños derivados de las conflagraciones, uno de los sectores más afectados, el agrícola, ha reportado que, debido a los incendios, se estima que se contraerá la producción de cerca del 15 % del maíz que se origina en la UE, siendo la cifra productiva más baja de los últimos tres lustros.