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Guatemaltecos piden renuncia del fiscal general por interferir en proceso electoral
Las protestas en el país comenzaron la semana pasada.
Miles de guatemaltecos protestaron este lunes frente a las sedes del Ministerio Público en distintas partes del país en reclamo de la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, a quien señalan de intentar impedir que el próximo presidente tome posesión.
Las protestas comenzaron la semana pasada y también exigen la dimisión del fiscal Rafael Curruchiche y del juez Fredy Orellana, a quienes señalan de estar detrás de las acciones judiciales contra el Movimiento Semilla, el partido de izquierda que dio la sorpresa en las elecciones y que llevó a ganar la presidencia al progresista Bernardo Arévalo.
Curruchiche investiga a Semilla por una denuncia que el mismo Arévalo presentó por una supuesta falsificación de firmas para la formación del partido en 2022 pero que se aceleró cuando el entonces candidato pasó a la segunda vuelta electoral.
El presidente electo se reunió para hablar del traspaso de poderes el lunes con el presidente saliente, Alejandro Giammatei, en lo que este último destacó como “un proceso histórico”, ya que, según recogió una nota de prensa del gobierno, “en todo momento se garantizará un proceso abierto, ordenado y transparente”.
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“Se va a respetar la voluntad soberana del pueblo de Guatemala. El pueblo habló, como se lo dije a usted, el pueblo decidió”, dijo Giammattei a Arévalo. “Lo reitero con contundencia como me lo ha pedido: el doctor Arévalo será el próximo presidente por parte del partido Semilla que ganó las elecciones”.
Arévalo explicó que la transición se hará por fases —una primera sectorial y otra territorial con autoridades locales y alcaldes— que concretarán “el camino tendiente a la entrega del poder” al presidente y a la vicepresidenta electos. Agradeció la presencia prevista de una misión de la Organización de Estados Americanos, encabezada por su secretario general, Luis Almagro, dado que “en este momento el mundo tiene puestos los ojos en Guatemala porque aquí se está jugando la democracia”.
El viernes Arévalo le puso nombre y apellido a quienes considera que se encaminan a “un golpe de Estado” en el país centroamericano y acusó a Porras, Curruchiche, Orellana y a la Junta Directiva del Congreso de buscar suspender la personería jurídica de Semilla. El miércoles el Congreso despojó del partido a los diputados actuales de esa fuerza luego del fallo de Orellana, que suspendió a Semilla pese a que aún no hay una sentencia firme.
El sábado el Tribunal Supremo Electoral frenó la suspensión de Semilla hasta el 31 de octubre. La ley Electoral y de Partidos Políticos establece que, mientras el proceso electoral esté en marcha, no puede suspenderse ni cancelarse ningún partido y ese proceso vence el último día de octubre. El lunes la Junta Directiva reculó con su decisión de despojar a Semilla de la bancada en el Congreso.
El lunes, en siete de los 22 departamentos del país, miles de personas protestan pacíficamente frente a las sedes de la Fiscalía General con pancartas en las que se leía “Consuelo corrupta” y “Renuncia” en alusión a la fiscal general.
El presidente electo también se refirió a las protestas y dijo que “se han desarrollado pacíficamente” para manifestar “el rechazo popular” ante lo que está ocurriendo. “No puedo más que felicitar a la población”, concluyó.
Enrique López, del Parlamento Xinca, una organización de autoridades indígenas que ejercen su potestad en tres departamentos del este del país fronterizos con Honduras y El Salvador, informó a The Associated Press que “hemos tomado la decisión de tomar las fiscalías para que renuncien Porras, Curruchiche y Orellana porque bloquean el proceso electoral”. Agregó que “como pueblo ya estamos cansados de este sistema corrupto que nos ha gobernado”.
El dirigente indígena indicó que la clase política que actualmente gobierna no quiere dejar el poder y no respeta lo que el pueblo ya manifestó en las urnas.
En la segunda vuelta presidencial, Arévalo obtuvo 60,91 % de los votos, frente a 39,09 % de la conservadora Sandra Torres, del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
“El único derecho del pueblo es a través del voto y en esta oportunidad ese voto se vio de una manera clara. Hoy, más que nunca, ellos están irrespetando la voluntad popular, quieren seguir haciendo lo que a ellos se les antoja, siendo serviles a este sistema que nos ha condenado a la pobreza, la falta de oportunidades y la miseria”, dijo López.
Para la tarde del lunes está previsto que inicien las conversaciones entre el gobierno saliente de Alejandro Giammattei y el de Arévalo, bajo la observación del secretario general de la OEA, Luis Almagro, que fue invitado por el actual mandatario. El encuentro será sin acceso a periodistas. La OEA ha pedido respeto a los resultados electorales, cesar con la judicialización del proceso y permitir una transición de poder ordenada.
La judicialización del proceso electoral ha causado alerta y rechazo de países y organizaciones de la comunidad internacional. La semana pasada, la Organización de los Estados Americanos (OEA) dijo que no dejar asumir el poder a Arévalo pone en riesgo la democracia y violenta la constitución.
Porras, Curruchiche y Orellana fueron sancionados anteriormente por el gobierno estadounidense por obstaculizar la lucha contra la corrupción y socavar la democracia en Guatemala.
*Con información de AP.