Hallan cuerpo de bebé migrante en costa de Grecia

Consternación en Europa luego de que este miércoles autoridades de Grecia confirmaron el hallazgo del cadáver de un bebé en avanzado estado de descomposición en inmediaciones de la isla de Lesbos; considerada como uno de los principales puntos de ingreso de migrantes a ese país, provenientes, en la mayoría de casos, de Turquía.

Según refieren medios internacionales, el cuerpo del infante fue encontrado en inmediaciones de la costa de Agios Ermogenis, e inmediatamente fue transportado por expertos forenses hasta el hospital de Mitilene con el objeto de practicar las correspondientes investigaciones, incluida la autopsia.

En el comunicado expedido a propósito de esa situación por la Guardia Costera de Grecia, se explica que el hallazgo podría estar relacionado con el correspondiente caso de naufragio de un grupo de migrantes, encontrados el pasado 9 de diciembre, y compuesto por 45 personas.

Uno de los factores que mayor consternación y expectativa despierta es precisamente un hecho relacionado con una declaración entregada por una de las migrantes rescatadas en ese momento, quien advirtió que durante su viaje, un menor, su bebé, había caído al agua antes de lograr desembarcar en la isla.

No obstante, el pasado viernes, en la misma zona, también fueron hallados otros restos mortales de un bebé, en este caso de dos meses, cuya muerte se había desprendido del volcamiento de una balsa inflable que también era usada para transportar migrantes, en su mayoría provenientes de África.

La Guardia Costera de Gracia había reportado el rescate de 32 personas en inmediaciones de un lugar conocido como Mitilene, capital de la referida isla griega.

Esta difícil situación evidenciada en costas griegas es el desenlace o espejo de la grave realidad que se vive en ese país respecto a la llegada masiva de migrantes, en su mayoría huyendo de la guerra y la falta de oportunidades económicas, que se la juegan toda por acceder a un país que les represente una nueva realidad. No obstante, muchos de esos migrantes perecen en medio de la travesía cuyo desplazamiento implica llegar a Grecia a través del mar Egeo provenientes de Turquía.

Las estadísticas presentadas por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), refieren que en lo corrido del presente año, cerca de 368 personas han muerto o desaparecido en el Mediterráneo; cifra que representa un significativo aumento frente a los 111 reportados en 2021.

Recientemente, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) se pronunció frente a otro de los grandes retos de las poblaciones migrantes y refugiadas, y para sus países de acogida, haciendo mención de la importancia de mejorar la atención en materia de salud mental.

El organismo humanitario reconoció que si bien estas poblaciones migrantes representan un alto grado de resiliencia, también necesitan un mayor apoyo en materia de servicios de salud mental.

La afirmación emitida en meses pasados por Acnur, se sustenta en cifras que dan cuenta de cómo la organización tuvo que prestar atención psicológica a cerca de 472.000 personas refugiadas, solicitantes de asilo y sus familias, en un tiempo que apenas contempla el primer semestre del año.

Si bien Acnur ha reconocido las mejoras en los servicios de acompañamiento, ha insistido en que estos programas pueden y necesitan mejorar aún más debido a la alta demanda, además teniendo en cuenta las condiciones en las que son acogidos muchos de esos migrantes y la vida a la que se someten tras su arribo al país de acogida.

También refirió que uno de los retos de los países de acogida, advirtiendo el tema de la seguridad alimentaria.

Acnur aboga por mejorar la prestación de los servicios de acompañamiento en salud mental, sus directivos también apuntan a que “la mejor forma de mejorar la salud mental de las personas refugiadas es encontrar soluciones duraderas a las crisis de las que huyen”, tal y como lo advierte Sajjad Malik, director de la División de Resiliencia y Soluciones, en un comunicado recogido por la misma entidad.

Sobre los retos en salud mental de los refugiados, Acnur también hace hincapié en retos como la separación misma de las familias, la xenofobia, la persecución, la incertidumbre, el desarraigo, y los peligros mismos del desplazamiento.

En su comunicado, Acnur refirió que de acuerdo a un reciente estudio realizado de la mano del Banco Mundial en Uganda, se evidenció que “las tasas de depresión entre las personas refugiadas eran notablemente superiores a las de las personas que viven en las comunidades de acogida”.

*Con información de AFP