Mundo
Hallan muerto al exguardaespaldas de Putin que siempre llevaba un maletín con controles nucleares rusos
De acuerdo con las primeras versiones, el militar fue encontrado en grave estado por heridas de bala.
Las autoridades rusas investigan la muerte de Vadim Zimin, un coronel 53 años encargado de llevar el maletín nuclear del presidente ruso, Vladímir Putin.
De acuerdo con las primeras versiones, el militar fue encontrado en grave estado, tras ser víctima de heridas de bala en su casa que está ubicada cerca de Moscú.
Según medios internacionales, el coronel retirado del Servicio Federal de Seguridad había estado a cargo del maletín que lleva los controles nucleares rusos y que siempre acompaña al líder del Kremlin.
Se indaga sobre un posible caso de suicidio.
Lo más leído
Además, autoridades informaron que, igualmente, este hombre fue ayudante de campo del expresidente Borís Yeltsin. Continuó en el servicio de seguridad hasta alcanzar el cargo de coronel bajo el mandato de Putin, pero no está claro el papel que desempeñó el exespía del KGB.
Información preliminar detalla que este hecho se da justo cuando Zimin enfrentaba una investigación penal por un presunto caso de cobro de sobornos, luego de incorporarse al servicio de aduanas en un puesto de alto nivel, según el periódico ruso Moskovsky Komsomolets.
Sin embargo, se informó que el coronel negó las acusaciones. El proceso siguió en curso y se esperaba para los próximos meses las conclusiones sobre su eventual responsabilidad en los hechos por los que se le responsabilizan.
En The Mirror se informó que el coronel fue descubierto por su hermano en el baño de su vivienda. Estaba herido en la cabeza y yacía en un charco de sangre; una pistola marcada como Izh 79-9TM estaba tirada cerca.
Se indicó, igualmente, que la esposa de Zimin es médica y actualmente se encuentra de servicio asistiendo a los heridos de la guerra en Ucrania.
Maletín nuclear
Expertos en este tipo de elementos señalaron que aunque normalmente se habla de “el maletín nuclear”, en realidad son tres los “cheguets” (como se le denominan en ruso) que existen en ese país. Su desarrollo comenzó a principios de la década de 1980.
Indicaron que uno acompaña a todos lados al presidente ruso, y los otros dos los llevan el ministro de Defensa y el jefe de Estado Mayor Conjunto, en este caso, Sergei Shoigu y Valery Gerasimov.
Advirtieron que al menos dos de los tres tienen que activar los códigos para lanzar un ataque nuclear, y uno de ellos debe ser necesariamente el presidente.
Los tres cheguets son similares. Pesan unos 11 kilos y, además de un teléfono, tienen una terminal con numerosos códigos encriptados, conectada al sistema especial de telecomunicaciones reservado para emergencias nucleares, que se denomina Kavkaz.
El maletín tiene un código clave único y generalmente se monitorea las 24 horas del día, los siete días de la semana, y controla todos los aspectos del arsenal nuclear de Moscú.
Se dice que es supervisado por un oficial de seguridad armado que viaja con Putin a donde quiera que vaya y lo vigila en todo momento.
Recordaron que al presidente de Rusia le gusta burlarse de Occidente al insistir en que el oficial que lleva los códigos nucleares esté visible a su lado. Esto tuvo lugar en abril en Moscú, cuando asistía al entierro del líder ultranacionalista Vladimir Zhirinovsky.
Destacaron que la inquietante aparición de un comandante militar de alto rango que lleva un maletín, en varias ocasiones ha generado especulaciones de que Vladimir Putin, acusado de tener un comportamiento agresivo, podría estar preparándose para usar armas nucleares letales.
Algunos observadores recordaron que en la cumbre del G20 en Argentina en 2018, los maletines fueron protagonistas silenciosos del encuentro.
De hecho, fueron vistos en las manos de colaboradores cercanos a Putin, Donald Trump, Emmanuel Macron, Narendra Modi, Theresa May. Rusia, Estados Unidos, Francia, India, Reino Unido: todos países con capacidad nuclear.
Recordaron que uno de los funcionarios cercanos a Putin sostuvo el maletín mientras el mandatario ruso saludaba a un funcionario argentino, quien acudió a recibir a la delegación al aeropuerto de Ezeiza, previo al encuentro.