Estados Unidos
Hallan nuevos presuntos restos humanos en el sumergible Titán
El nuevo encuentro hizo parte de la jornada que cerró el rescate de la nave, la cual fue noticia en junio pasado tras implosionar cuando se dirigía al naufragio del Titanic, en el Atlántico Norte.
Nuevos elementos del sumergible turístico que implosionó en junio en el Atlántico Norte fueron recuperados a principios de octubre, así como otros “presuntos restos humanos”, anunció la Guardia Costera estadounidense.
La misión, realizada en acuerdo con la Marina estadounidense, fue una continuación de las operaciones de recuperación iniciales en el fondo del océano a unos 488 metros (1.600 pies) de distancia del Titanic, dijo la Guardia Costera.
También afirmó que la recuperación y el traslado de las piezas restantes habían concluido el miércoles pasado, y una foto mostraba la parte de popa intacta del navío.
Además, se hallaron enormes trozo de metal que correspondían a la nariz del Titán, el ojo de buey por donde los viajeros verían los restos del Titanic, una gran sección de metal blanco curvo, otro objeto con muchos cables y otras piezas mecánicas.
El “Titán”, un pequeño sumergible de unos 6,5 metros de eslora, se sumergió el 18 de junio para observar los restos del Titanic y debía volver a la superficie siete horas después, pero cuando aún no habían transcurrido dos horas, se perdió el contacto con la nave.
Entonces se puso en marcha una operación de rescate en busca de los pasajeros.
Los equipos descubrieron que la nave había implosionado poco después de sumergirse, lo que causó la muerte en el acto de los cinco ocupantes, entre quienes se hallaba Stockton Rush, jefe de OceanGate, propietaria de la nave.
Los elementos recuperados fueron trasladados a un puerto de Estados Unidos para ser analizados, añadió la Guardia Costera en un comunicado publicado el martes, en el que precisan que investigadores estadounidenses y canadienses se encontraban a bordo durante las operaciones de traslado.
A fines de junio se encontraron los primeros restos en el lecho marino, a unos 500 metros de los restos del Titanic y a casi 4.000 metros de profundidad, frente a la costa de Terranova (Canadá). También se recuperaron posibles restos humanos.
El transatlántico más famoso del mundo naufragó en 1912 tras chocar con un iceberg en su viaje inaugural entre Inglaterra y Nueva York con 2.224 personas a bordo de las que 1.500 murieron.
El desastre les costó la vida al CEO de OceanGate, Stockton Rush; el marino y experto en el Titanic francés Paul-Henri Nargolet, el mutimillonario británico Hamish Harding; el millonario paquistaní Shahzada Dawood y su hijos de 19 años Suleman.
Se cree que algunos de ellos pagaron hasta 250.000 dólares cada uno, para contemplar los restos del naufragio del Titanic en el fondo del Atlántico Norte.
El escándalo es mayúsculo si se tiene en cuenta que, al parecer, OceanGate ignoró las advertencias que le hicieron expertos sobre las condiciones técnicas del Titán.
Más exactamente, los críticos dijeron que su casco de carbono no era apto para el propósito del submarino y que la única ventana que tenía no estaba certificada para tales profundidades.
En la misión final de rescate del Titán, además de la Guardia Costera de Estados Unidos, participaron la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de ese país y su homóloga en Canadá.
La Guardia Costera también explicó que está coordinándose con varias instituciones internacionales en aras de programar una revisión conjunta de toda la evidencia recogida para seguir adelante con las investigaciones forenses.
Por su parte, la Junta de Investigación de la Marina señaló que continuará también con sus pesquisas a través de análisis y entrevistas a testigos previas a una audiencia pública sobre la catástrofe.
Con información de AFP.