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Hambre: la pandemia silenciosa que afecta a cerca de 800 millones de personas en el mundo
Los expertos estiman que 45 millones de niños menores de cinco años padecían hambre y tenían hasta 12 veces más posibilidades de morir.
Unos 768 millones de personas sufren hambre en todo el mundo, según un nuevo informe de la ONU en el que se advierte de que el dato se ha disparado en 150 millones con respecto a las estadísticas recabadas antes del estallido de la pandemia de covid-19 e hizo un llamado a actuar cuanto antes para contener una emergencia que amenaza con empeorar.
El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI) pone de manifiesto que el objetivo del hambre cero en 2030 está cada vez más lejano, con constantes subidas de la inseguridad alimentaria que amenazan con ir a más en los próximos meses por los efectos colaterales de crisis como la guerra en Ucrania.
Las estimaciones de este documento mantienen el dato de personas hambrientas en una horquilla de entre 702 y 828 millones, con el objetivo de reflejar las incertidumbres asociadas principalmente a la pandemia de covid-1919, por lo que establece como referencia el punto medio, de 768 millones.
Se espera que casi 670 millones de personas pasen hambre en 2030, una cifra similar a la de 2015, cuando se establecieron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), según el estudio, elaborado por varias agencias de la ONU, entre ellas la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
La cifra de personas afectadas por el hambre había permanecido prácticamente estable desde 2015, pero la pandemia de coronavirus supuso un punto de inflexión.
De acuerdo con el informe, en 2019, el 8 % de la población mundial entraba dentro de esta categoría, en 2021 ya representaba el 9,8 % casi una décima parte.
La proporción ronda el 29,3 %, unos 2.300 millones de personas, si se tienen en cuenta a quienes sufren inseguridad alimentaria moderada o grave, siendo 924 millones quienes se encuentran en este último escalón, que deja a la población expuesta a graves riesgos de salud que incluso amenaza con costarles la vida.
El hambre también tiene género, ya que la brecha sigue aumentando y ya supera los 4 puntos: el 31,9 % de las mujeres padecía en 2021 inseguridad alimentaria moderada o grave, frente al 27,6 % de los hombres.
En cuanto a la infancia, los expertos estiman que 45 millones de niños menores de cinco años padecían hambre y tenían hasta 12 veces más posibilidades de morir.
Además, la ONU estima que 149 millones de niños menores de cinco años sufren retraso en el crecimiento y el desarrollo debido a la falta crónica de nutrientes esenciales.
América Latina
Entre tanto, unos 7,8 millones de personas están en riesgo de caer en inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe debido a la inflación y la desaceleración del crecimiento económico, estimó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Esa cifra se sumaría a los 86,4 millones de personas en esta situación en la región. “Esto es solo tomando en cuenta inflación y crecimiento. Si se le suma que golpea mucho más al tema de las mujeres a los sectores informales, que no hay recursos para mejorar en lo social, (entonces) el impacto de la situación puede ser todavía mayor”, señaló el secretario general interino de la Cepal, Mario Cimoli.
La Cepal presentó su informe “Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra en Ucrania: ¿cómo enfrentar esta nueva crisis?”, en el que también actualiza datos sobre pobreza y pobreza extrema en la región tras el surgimiento de este conflicto luego de la pandemia de coronavirus.
La pobreza pasaría del 29,8 % en 2018 al 33,7 % en 2022 y en el caso de la pobreza extrema, el aumento sería del 10,4 % en 2018 al 14,9 % este año, con énfasis en México, Colombia, Brasil y Paraguay.
Cimoli indicó que “lo que está pasando ahora es un proceso de distintos shocks, secuencias de crisis y un proceso acumulativo” que comenzó con la debacle financiera mundial de 2008, siguió con las tensiones políticas entre Estados Unidos y China en 2019, la pandemia del coronavirus a partir de 2020 y actualmente la guerra en Ucrania.
La región América Latina y el Caribe creció 6,3 % en 2021, en plena recuperación económica de la pandemia. La proyección cae para 2022 a 1,8 %, 0,3 puntos porcentuales menos que lo previsto en enero pasado, y “tiende a regresar al lento patrón de crecimiento de 2014-2019″, señala el informe.
“Hay una respuesta heterogénea (de los países) con una tendencia muy fuerte a la baja de las estimaciones”, sostuvo el secretario interino.
El Caribe destaca con una proyección del 10,1 % de aumento del PIB impulsado por Guyana (13 %) y Santa Lucía (10,5 %). El crecimiento de Centroamérica se estima en 4,2 %. En el caso de América del Sur, la cifra es del 1,5 %, con Venezuela (5 %) y Colombia (4,8 %) a la cabeza.
La inflación regional, que sigue la tendencia mundial, pasará del 6,6 % en 2021 al 8,1 % en 2022, señala el reporte. Entre tanto, el aumento de la pobreza “refleja el fuerte aumento de los precios de los alimentos”, indica Cepal.
Con información de Europa Press y AFP