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VENEZUELA

Hay más preguntas que respuestas en supuesto atentado a Maduro

Aunque el gobierno venezolano afirma que ya están capturados todos los autores materiales del ataque, es poca la información que se conoce sobre lo ocurrido. Mientras tanto, el presidente Maduro ha endurecido su discurso contra Colombia y contra los opositores.

Víctor Amaya | Caracas
7 de agosto de 2018

"Fueron detenidos en flagrancia dos personas que operaban uno de los drones desde un vehículo. Hay testigos que vieron despegar el dispositivo y los identificaron”. La información que dio a conocer el lunes el fiscal general venezolano, Tarek William Saab, sin ahondar en nuevos detalles sobre las investigaciones posteriores al suceso registrado el sábado 4 en Caracas en lo que el gobierno venezolano afirma fue un intento de asesinato de Nicolás Maduro, usando drones explosivos.

Durante una muy breve comparecencia, sin preguntas, de apenas 18 minutos, el funcionario reiteró que lo sucedido en la capital venezolana fue un “atentado”. Según dijo, lo que se pretendía era un  “intento de magnicidio” contra el Jefe de Estado y también causar una “masacre” porque los presidentes de los poderes públicos se encontraban en la misma tribuna.

Un día antes, el ministro de Interior, Néstor Reverol, había detallado que ya existían seis detenidos, incluyendo una persona involucrada en el asalto al Fuerte Paramacay, una guarnición militar, durante 2017; y otro encarcelado en 2014 durante una manifestación y luego liberado con beneficios procesales. La tesis fue respaldada por Saab, quien no especificó cuántos encarcelados hay en total, hasta ahora.

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Ninguno de los dos funcionarios ha dado nombres, pero el ministro de Agricultura Freddy Bernal divulgó en redes sociales una imagen con la ficha policial de los sospechosos, con nombres, retratos y documentos de identidad. Todos serían personas muy jóvenes, de acuerdo al número de cédula asignado.

Además, familiares de un funcionario de la policía de Chacao, un municipio caraqueño, y de un guardia nacional recientemente dado de baja denunciaron que a sus parientes también los pusieron tras las rejas.

El fiscal adelantó que todos los autores materiales y sus colaboradores inmediatos “han sido identificados”, al igual que el lugar en donde se habían presuntamente alojado días previos al incidente.  Horas antes de su declaración, la policía política desalojó el lujoso Hotel Pestana Caracas y detuvo a dos personas, dejando una custodia policial en el edificio.

Pero aún quedan preguntas por contestar. Por ejemplo, por qué los ministros de Interior y de Información dieron datos encontrados sobre cuántos drones fueron usados, si hay militares activos involucrados en la supuesta conspiración pues el explosivo C4 es material de estricto control castrense, o cómo un atentado “planificado durante seis meses”, como dijo el titular de Información Jorge Rodríguez, se dio en un lugar donde nunca antes se había hecho esa parada militar y para la cual incluso las prácticas se realizaron en Fuerte Tiuna, a varios kilómetros de distancia.

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El “escudo de amor”

Para el lunes en la mañana el chavismo convocó a las calles para mostrar solidaridad a Nicolás Maduro. El llamado lo hizo el gobernante Partido Socialista Unido y fue replicado en toda la estructura burocrática del Estado. La asistencia se convirtió, como en ocasiones anteriores, en obligatoria.

La movilización popular, calificada como “Escudo de amor”, apenas colmó unas dos calles, a pesar de la logística asumida por instituciones públicas y organismos estatales. Por ejemplo, la gobernación de Vargas, una entidad costera al norte de Caracas, prometió aportar 40 autobuses repletos de militantes.

“El imperio quiere matar a nuestro líder Nicolás Maduro y no lo vamos a permitir. Estamos en la calle rodilla en tierra”, comentó Daniel López, militante del chavismo. A su lado, una mujer gritaba: “Estamos dispuestos a defender a Maduro, siguiendo el legado del comandante (Hugo) Chávez”.

La marcha culminó frente al palacio presidencial, con una gran tarima donde debía aparecer Nicolás Maduro. “Hoy el presidente se va a dirigir al país con algunos detalles”, había anunciado Diosdado Cabello, el segundo hombre del chavismo, en plena caminata. Pero el de bigotes no salió y la transmisión televisada terminó sin mayor ceremonia.

El honor militar

“Una estampida televisada como la que ocurrió, es una vergüenza para cualquier institución militar en el mundo. Más aún, para quienes se definen como herederos de la gesta de Simón Bolívar”. Rocío San Miguel es presidenta de la ONG Control Ciudadano, que le hace seguimiento a asuntos militares en Venezuela, y evaluó el “ridículo” visto en televisión con las tropas huyeron luego de las explosiones del sábado 4 en Caracas.

“Esto fue una desbandada producto del pánico creado en la huida presidencial. Nadie tomó el liderazgo en esa huida. El palco presidencial lució confundido, sin subordinación ni mando claro. Algo insólito en términos de una amenaza a un Jefe de Estado que debe ser respondida por Casa Militar (la guardia presidencial)”, explicó.

Luis Alberto Buttó, director del Centro Latinoamericano de Estudios de Seguridad de la Universidad Simón Bolívar, considera que no es justo cuestionar a los uniformados. “En ese momento estaban desarmados, es instinto buscar protección”, afirma.

Diosdado Cabello, militar retirado y presidente de la constituyente, defendió a los soldados. “No estaban en unidad de combate sino de desfile. Quien los cuestiona sigue subestimando una respuesta”. San Miguel explicó que “en las prácticas de desfiles estas hipótesis no se toman en cuenta”.