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Hay menos esperma en el mundo; sufrió drástica disminución en solo 50 años, según estudio
Esta disminución refleja una crisis global relacionada con la actual degradación del medio ambiente y el estresante ritmo de vida de la sociedad.
El recuento de espermatozoides en todo el mundo ha caído un 62,3 % en menos de 50 años, lo que “podría amenazar la supervivencia de la humanidad” de seguir este declive, según un estudio realizado por un grupo internacional de investigadores de Dinamarca, Brasil, España, Israel y EE.UU., con datos de seguimiento poblacional hasta 2018 en 53 países.
Dicho estudio del alarmante recuento espermático llevado a cabo en su metaanálisis entre varones de Sur y Centroamérica, Asia y África, señala que va en disminución desde 1973; eso significa que la fertilidad y salud masculina están en situación preocupante, principalmente porque el bajo recuento de esperma se considera un indicador de la salud de los hombres y se suele relacionarse con tener un mayor riesgo de enfermedades crónicas como cáncer de testículos y, en general, menor esperanza de vida.
El trabajo, el cual fue publicado en Human Reproduction Update, no analiza las causas del declive espermático observado, sin embargo, investigaciones recientes indican que las alteraciones en el desarrollo del tracto reproductivo durante la vida fetal están relacionadas con una afectación de la fertilidad durante la vida adulta, así como con otros marcadores de disfunción reproductiva.
Además, los autores señalan que esta disminución refleja una crisis global relacionada con la actual degradación del medio ambiente y el estresante ritmo de vida de la sociedad, con amplias implicaciones para la supervivencia de la especie humana.
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Entre los datos más llamativos se encuentra que muestra que la declinación ha sido mucho mayor a partir de la entrada en el nuevo siglo.
“En general, estamos viendo una disminución mundial significativa de los recuentos espermáticos de más del 50 % en los últimos 46 años, una disminución que se ha acelerado en los últimos años”, resume el profesor Hagai Levine de la Facultad de Salud Pública Hadassah Braun de la Universidad Hebrea de Jerusalén y líder principal de la investigación.
“Nuestros hallazgos sirven como el canario en la mina de carbón. Tenemos un problema serio en nuestras manos que, si no se mitiga, podría amenazar la supervivencia de la humanidad. Es necesario hacer un llamamiento urgente para la acción global con el fin de promover un medio ambiente más saludable para todas las especies y reducir las exposiciones y conductas que amenazan nuestra salud reproductiva”, agregó Levine.
Ahora bien, la última parte del análisis, presentada este lunes 14 de noviembre, incluye siete años adicionales de recopilación de datos (2011-2018) y se enfoca en las tendencias del recuento de espermatozoides entre los hombres en regiones no revisadas anteriormente, específicamente América del Sur, Asia y África.
Los datos muestran, por primera vez, que los hombres de esas regiones comparten la disminución significativa en el recuento total de espermatozoides (TSC) y la concentración de espermatozoides (SC) que se observó anteriormente en América del Norte, Europa y Australia. Además, este estudio muestra una disminución acelerada después de 2000 en TSC y SC a nivel mundial.
Al respecto, la profesora Shanna Swan, codirectora del proyecto e investigadora de la Escuela Icahn de Medicina de Mount Sinai en Nueva York, EE.UU., señaló que los recuentos espermáticos bajos no solo afectan a la fertilidad de los varones, sino que también tienen importantes consecuencias para la salud masculina en general, y están relacionados con otras tendencias adversas, denominadas genéricamente síndrome de disgenesia testicular.
“El inquietante declive en los recuentos y la concentración espermática de más del 1 % por año mostrados en nuestro trabajo son consistentes con las tendencias adversas en otras patologías del varón, tales como el cáncer testicular, las alteraciones hormonales y los defectos congénitos genitales, así como la merma en la salud reproductiva de la mujer”, explica Swan.
De hecho, la caída en ese 62 % del número de espermatozoides analizada se basa en el recuento de espermatozoides presentes en una eyaculación media.
Sin embargo, no está todo perdido ya que la concentración espermática por milímetro está en unos 50 millones, que está bien por encima del parámetro que la Organización Mundial de la Salud maneja a la hora de indicar que un varón tiene baja concentración de esperma, que ronda los 15 millones por milímetro.
Levine, por su parte, indica que hay estudios que sugieren que la fertilidad comienza a declinar cuando la concentración está por debajo de los 40 millones por milímetro y agrega que, dado el ritmo de declive actual, se puede alcanzar esa cifra en una década.