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¿'Hijos de Dios’? El temido bando del Tren de Aragua que arroja cuerpos en Perú
La banda criminal ha comenzado a tener influencia en la nación inca. Las autoridades han estado atentas a los pasos de esta organización.
El Tren de Aragua, una organización criminal de origen venezolano fundada hace más de una década y que se dedica a delinquir, extorsionar, secuestrar, realizar fraudes bancarios, crear redes de trata de personas, torturar y asesinar a objetivos calculados, ha tenido un rápido crecimiento y esparcimiento por América del Sur, especialmente en las naciones de Brasil, Ecuador, Perú, Chile, Colombia y su territorio que es centro de operaciones, Venezuela.
De acuerdo a la organización sin ánimo de lucro InSight Crime, esta banda criminal cuenta con más de 2500 miembros activos, tanto fuera como dentro de las cárceles alrededor del continente, por lo que, en algunas ocasiones, la policía y las autoridades encargadas de mantener la seguridad y el orden han sido objeto de crítica y rechazo por parte de la opinión pública, ya que no han cumplido con el deber de desmantelar a esta banda, a la cual cada día se le atribuyen más secuestros, robos, desapariciones y homicidios.
Dentro del Tren de Aragua hay una facción que responde al nombre de los ‘Hijos de Dios’, un grupo conformado por poco más de 80 integrantes, cuya principal característica es la experiencia que tienen en el sicariato. A este ‘exclusivo’ grupo no se puede entrar a menos que hayan asesinado a una buena cantidad de personas, lo que convierte a estos individuos en unos malhechores de sangre fría.
Tanto es el daño que esta facción ha realizado en las comunidades donde delinque, que las autoridades peruanas están sorprendidas por la manera en que este grupo analiza, retiene, secuestra, tortura y, finalmente, mata a cada persona que tienen entre ojos, sea por una retaliación, por considerarlo un objetivo particular o colectivo, o por tener algún tipo de información que perjudique al Tren de Aragua.
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Un ejemplo del actuar de esta sección fue lo que revelaron los asesinatos en territorio peruano de dos mujeres, Wuiliany Bellorín Muñoz, de 24 años, y Luisenys Araya Ochoa, de 18. Ellas dos fueron objetivo de los integrantes de los ‘Hijos de Dios’ quienes acabaron con sus vidas y, sin ningún respeto a sus restos, los tiraron en un acantilado que une a los distritos de San Juan de Lurigancho con Comas, en la provincia de Lima, cercana a la capital peruana.
Las mujeres estuvieron varias semanas desaparecidas y finalmente los cuerpos fueron encontrados el 26 de mayo.
La policía, por su modus operandi, concluyó asertivamente que este crimen lo había cometido dicha facción del Tren de Aragua. También anunciaron que cuatro miembros de esta organización fueron capturados el 18 de mayo, además de deducir que los sicarios denominados ‘Hijos de Dios’ habían asesinado a estas dos mujeres por supuestamente haberlos delatado con las autoridades de seguridad.
Además de estas capturas, el mismo día que se encontraron los cuerpos, la policía peruana interceptó y desmanteló un búnker del Tren de Aragua, donde se encontraban tres integrantes de los ‘Hijos de Dios’ que se identificaron con los nombres de Elber Montenegro, Luis Roberto y Daniel Silva.
Un peluche en una foto, publicada por una de las mujeres asesinadas, fue una pieza clave para aseverar responsabilidades contra los detenidos, ya que, ese objeto fue encontrado en el búnker de los integrantes de esta facción, asegurando que estos personajes conocían a las mujeres y que las explotaban sexualmente.
Las autoridades también tienen conocimiento de que este grupo recluta de manera engañosa a futuros miembros del Tren de Aragua, por medio de ofertas de empleo falsas, y que así, jugando con la necesidad de los peruanos que necesitan empleo, los capacitan para crear redes de sicariato y trata de personas.