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“Hijos de perra”: Ortega lanzó duros calificativos contra oposición en Nicaragua
Tres partidos políticos fueron declarados ilegales y este año fueron detenidos 39 opositores en Nicaragua, entre ellos siete rivales de Ortega.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, consiguió ser reelegido en ese país luego de registrar 75 % de los votos el pasado domingo 7 de noviembre, en el marco de unas controvertidas elecciones en las que no tuvo una real competencia, con siete aspirantes opositores actualmente detenidos en ese país.
La reelección de Ortega para un cuarto mandato consecutivo, con sus opositores presos o en el exilio, depara a Nicaragua una mayor crisis política y económica. La oposición representativa fue eliminada de los comicios por segunda vez desde 2016, por lo que los resultados de las votaciones han sido calificados como “ilegítimos”.
Tres partidos políticos fueron declarados ilegales y este año fueron detenidos 39 opositores, entre ellos siete rivales de Ortega. Sin embargo, el mandatario nicaragüense ha respondido con dureza y ha calificado de fascista a la Unión Europea, que cuestiona la legitimidad de su triunfo.
Además, ha llamado “hijos de perra de los imperialistas yanquis” a los opositores presos. La amenaza de la comunidad internacional de imponer sanciones al considerar que la reelección de Ortega no fue democrática, podría hacer retroceder al país a la difícil década de los años ochenta con conflictos y sanciones económicas.
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Dicen que “Nicaragua es una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos simplemente para tener herramientas para estar hostigando, aplicando eso que llaman sanciones que no son más que agresiones”, afirmó el mandatario durante un acto el pasado lunes 8 de noviembre en la Plaza de la Revolución, en Managua.
Tras llegar al poder por las urnas en 2007, Ortega, quien el jueves 11 de noviembre cumplirá 76 años, asumirá otros cinco años como presidente, a la cabeza del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda), junto a su poderosa esposa Rosario Murillo (70), en la vicepresidencia por segunda vez.
El exguerrillero sandinista, quien también gobernó el país en los años 1980 luego de que el FSLN derrocara en 1979 al dictador Anastasio Somoza, enfrentó a Espinoza y a otros cuatro candidatos derechistas, desconocidos y tachados de colaboradores del gobierno.
Con 14 años en el poder, Ortega es acusado por sus críticos y opositores de “nepotismo” y de instaurar una dictadura, mientras que el exguerrillero asegura que su gobierno es del “pueblo” y defiende la soberanía de su país de los “ataques” de Estados Unidos, cuyo presidente Joe Biden, calificó el domingo los comicios de una “farsa”.
Un total de 4,4 millones de electores estaban llamados a votar y el CSE estimó en 65 % la participación, aunque el observatorio independiente Urnas Abiertas aseguró que la abstención habría alcanzado 81,5 %, según una verificación propia, no autorizada. Los opositores, la mayoría en el exilio o presos, habían llamado a la abstención.
Sobre las elecciones en el país centroamericano, la Unión Europea (UE) afirmó que el resultado de las elecciones en Nicaragua carece de legitimidad por la ausencia de garantías democráticas, y añadió que el país está gobernado ahora por un “régimen autocrático”.
El jefe de la diplomacia de la UE, el español Josep Borrell, aseguró que las elecciones “se llevaron a cabo sin garantías democráticas y sus resultados carecen de legitimidad”. Los comicios, añadió el jefe diplomático, “completan la conversión de Nicaragua en un régimen autocrático”.
Borrell agregó que el presidente Ortega ha “eliminado toda competencia electoral creíble”, con el arresto de siete aspirantes presidenciales antes de las elecciones.
“La integridad del proceso electoral fue aplastada por el encarcelamiento sistemático, el hostigamiento y la intimidación de precandidatos y líderes de oposición”, denunció el jefe diplomático en una nota en nombre de los 27 países del bloque europeo.
*Con información de AFP.