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Histórico: la Unión Europea firma acuerdo para acabar con la venta de motores de combustión en 2035
Eurodiputados y Estados miembros llegaron a un acuerdo sobre esta normativa crucial para los objetivos climáticos europeos.
Este jueves 27 de octubre se llevó a cabo la firma de un acuerdo que le dio carta de defunción a los vehículos nuevos de motor de combustión para 2035, una decisión que le da una vuelta clave a la lucha contra el cambio climático.
“Decisión histórica de la UE para el clima, que confirma definitivamente el objetivo del 100% de vehículos cero emisiones en 2035, con etapas intermedias en 2025 y 2030″, tuiteó el eurodiputado francés Pascal Canfin, presidente de la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo.
“Tenemos un acuerdo”, indicó asimismo un portavoz de la presidencia checa del Consejo de la UE, de esa forma las negociaciones apuntalan la transición de la UE hacia un futuro sin emisiones de carbono, una de las promesas clave de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
El vicepresidente de la Comisión encargado del “Pacto Verde” europeo, Frans Timmermans, celebró un acuerdo que “envía una señal fuerte a la industria y a los consumidores: Europa avanza hacia una movilidad libre de emisiones”.
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Los coches son responsables del 12% de todas las emisiones de CO2 en el territorio de la U, y el transporte en su conjunto suma un cuarto del total, de esta forma, la prohibición acordada este jueves ya fue aprobada por el Parlamento Europeo en junio.
Con ello respaldaba una propuesta de la Comisión presentada el año pasado, parte de un ambicioso plan climático para reducir las emisiones en un 90% para 2035 respecto a 2021.
Cabe resaltar que alrededor del 12% de los vehículos nuevos vendidos en la Unión Europea son eléctricos, aunque los consumidores van alejándose de los modelos que emiten CO2 a medida que los costos de energía y las normas de tránsito más ecológicas se imponen.
Lo alcanzable
“Este acuerdo abre la vía a una industria automovilística moderna y competitiva en la UE”, celebró el ministro checo de Industria, Jozef Sikela, cuyo país ejerce la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, considerando que “los plazos previstos” hacían “alcanzables los objetivos para los fabricantes”.
Se trata del primer acuerdo sobre un texto del paquete climático (”Fit for 55″) destinado a reducir para 2030 al menos el 55% de las emisiones de efecto invernadero de la UE en 1990.
El pacto del jueves prevé igualmente una moratoria para los constructores “de nicho” o los que produzcan menos de 10.000 vehículos al año: podrán incluir motores de combustión hasta 2036.
Finalmente, para 2023, se prevé otra propuesta de la Comisión para ayudar a acelerar la descarbonización de las flotas de vehículos de las grandes empresas, agregó Canfin, además los negociadores acordaron “lanzar un proceso para tener en 2025, tras una evaluación precisa de las necesidades financieras, un fondo de transición dedicada a los salarios del sector”, indicó Pascal Canfin.
Los efectos
La creación de ese fondo era una demanda del Parlamento para amortiguar el impacto en el empleo, así la industria automovilística emplea directa o indirectamente a más de 13 millones de europeos, el 7 % del mercado de empleo comunitario, según la Asociación de Constructores Europeos (ACEA).
Los legisladores conservadores y alemanes se habían mostrado reticentes a adoptar algunos objetivos del acuerdo alcanzado hoy, por miedo a la carga que supondrá para los fabricantes de automóviles europeos que compiten contra rivales mundiales con objetivos más flexibles.
Mientras tanto, China, el mercado automovilístico más grande del mundo, quiere que al menos la mitad de todos los autos nuevos sean eléctricos, híbridos enchufables o impulsados por hidrógeno para ese año.
Para responder a los fabricantes preocupados por la demanda insuficiente de los consumidores de 100% eléctricos, la Comisión recomienda la instalación de estaciones de recarga “cada 60 kilómetros”, un gran avance; sin embargo, también existe la preocupación de que los usuarios no sean capaces de asumir el notable aumento de precio de los vehículos eléctricos frente a los de motor de combustión.
“No veo a la clase media capaz de comprar coches eléctricos a 30.000 euros”, dijo Carlos Tavares, director gerente del grupo Stellantis, nacido de la fusión de PSA y Fiat-Chrysler.
*Con información de AFP.