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Hombre estuvo en prisión por 13 años por un supuesto asesinato, la víctima murió en un accidente
Desde 2022 se reabrió el caso y los jueces encontraron cientos de dudas al respecto de la responsabilidad del hombre encarcelado.
Este viernes 7 de julio, el mundo conoció el caso insólito de un hombre que pasó 13 años en prisión en Alemania, luego de ser señalado del asesinato de una anciana, empero, un nuevo juicio este año dio por sentado que se había cometido una injusticia, y que la mujer había muerto por un accidente y no a manos del encarcelado.
Se trata de Manfred Genditzki, quien actualmente tiene 63 años, y en 2010 fue declarado culpable de asesinato y condenado a cadena perpetua por un tribunal de Múnich. Los jueces dictaminaron entonces que había golpeado en la cabeza a la mujer de 87 años en octubre de 2008 después de una discusión en su apartamento en la lujosa ciudad bávara de Rottach-Egern, junto al lago, y luego la había ahogado en una bañera; los medios de comunicación llamaron dicho suceso “el asesinato de la bañera”.
Genditzki, que trabajaba como cuidador en el complejo donde vivía la mujer, siempre insistió en que era inocente y apeló sin éxito el veredicto original. Un tribunal federal ordenó un nuevo juicio, lo que resultó en su condena nuevamente en 2012. Sin embargo, este hombre luchó durante años para que se reabriera el caso y lo logró en agosto pasado, asegurando su liberación.
Al anunciar el veredicto en el tribunal estatal de Múnich este viernes, la jueza Elisabeth Ehrl dijo a Genditzki: “Ha escuchado las palabras que estuvo esperando durante casi 14 años”. La jueza subrayó que tendrá que ser compensado por el tiempo que pasó indebidamente en prisión, reportó la agencia de noticias alemana DPA.
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“Realmente lo sentimos, sinceramente”, dijo Ehrl, que agregó que, si bien no era posible decir por qué las cosas salieron mal en los procesos legales anteriores, parecía “como si algunas cosas se manejaran de manera muy unilateral y en detrimento del señor Genditzki” y hubo una “acumulación de errores.”
La nueva abogada de Genditzki logró obtener un análisis térmico que, teniendo en cuenta la temperatura del agua, llegó a la conclusión de que la hora de la muerte era completamente diferente, liberando al hombre de toda sospecha.
El tribunal indicó que asume que la mujer murió como resultado de un accidente. Después de escuchar a los expertos en el nuevo juicio, dijo que “no solo era posible, sino probable” y que no había indicios de un asesinato. Los jueces determinaron que la mujer probablemente se cayó en la bañera cuando intentaba lavar ropa o tomar un baño de pies, no pudo levantarse, posiblemente porque estaba inconsciente, y se ahogó.
Por otra parte, un segundo peritaje basado en una simulación por ordenador mostró que la muerte podría haber sido accidental. Las dudas sobre su culpabilidad se hicieron tan evidentes que fue puesto en libertad en agosto pasado. Desde entonces vive nuevamente con su familia y trabaja como conductor en una quesería.
El propio fiscal pidió un sobreseimiento, que se pudo pronunciar “sobre la base de nuevos métodos”, que no estaban a disposición de los investigadores cuando se pronunció el fallo, explicó uno de sus portavoces. “Es una tragedia para la que es difícil encontrar palabras”, añadió, haciendo referencia a la culpabilidad que se le atañó al hombre durante los 13 años que estuvo en prisión.
Genditzki todavía debe ser indemnizado por el Estado por los 4.915 días que pasó en prisión. La ley prevé 75 euros (81,5 dólares) de indemnización por día, lo que daría una suma total de casi 369.000 euros (401.000 dólares) por todos los años de libertad perdida.
*Con información de AFP y AP.