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Hombre ‘obsesionado’ siguió a su novia desde Pakistán hasta el Reino Unido y la asfixió con una mascarilla facial de la covid-19
Muhammad Arslan metió el cuerpo de Hina Bashir en una maleta y lo tiró entre los arbustos cerca de un polígono industrial donde trabajaba como repartidor.
Un hombre ‘obsesionado’ siguió a una mujer desde Pakistán hasta el Reino Unido y la asfixió con una máscara facial Covid, fue la historia que escuchó un tribunal británico.
Muhammad Arslan, de 27 años, metió el cuerpo de Hina Bashir, de 21, en una maleta y lo tiró entre los arbustos cerca de un polígono industrial donde trabajaba como repartidor.
Arslan había seguido a la estudiante de administración de empresas desde su pueblo natal en Pakistán después de obsesionarse con ella cuando era una adolescente, según el Dailymail.
Le dijo a sus amigos que ella era su prometida a pesar de que estaba saliendo con otros hombres y le envió mensajes diciendo que ella era su ‘vida’, le dijeron al jurado.
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Le había pedido a un compañero de piso que trabajaba como taxista que lo llevara al sitio industrial, diciendo que tenía que “dejarle algo a un amigo”.
Arslan ha admitido el homicidio involuntario, pero niega el asesinato alegando que no tenía la intención de matarla. También niega haber obstruido el curso de la justicia al disponer del cuerpo.
El tribunal escuchó que la señorita Bashir fue a la casa de Arslan en Natal Road, Ilford, el 11 de julio de 2022, se quedó allí una noche cuando se mudó y dejó algunas pertenencias.
El fiscal Gareth Patterson, KC, dijo: “Ella fue acompañada por una amiga. Entró en la casa en la que vivía el acusado, pero no volvió a salir y su amiga tuvo que irse sin ella”.
Lo llevó un taxista que vivía en la casa. Viajaron a un polígono industrial por la M25. “Se bajó del taxi, tomó la maleta y la arrastró hasta el costado de un camino donde la escondió entre la maleza”, apunta el tribunal. Dejó esa maleta escondida allí en los días siguientes.
Los amigos y la familia de Hina Bashir se preocuparon por su desaparición. Su falta de contacto estaba fuera de lugar. “Empezaron a hacerse preguntas. Pasaron unos días, llamaron a la policía y comenzaron las investigaciones”, según el diario el Dailymail.
Durante la investigación, se descubrió esa maleta y se abrió, revelando en su interior el cadáver de la Sra. Bashir. “En el examen, el patólogo descubrió que le habían metido una mascarilla en la boca. Allí lo encontraron hecho una bola. Había forzado su lengua hacia atrás, bloqueando sus vías respiratorias en la parte posterior de su garganta”.
En cuanto a la causa de su muerte, Hina Bashir había muerto por asfixia; la mascarilla que le metieron a la fuerza en la boca le impedía respirar.
Ahora bien, después del arresto del acusado, la policía encontró evidencia en su teléfono que mostraba que, aunque ella era cinco años menor que él, el acusado se había acercado a ella cuando era una adolescente.
“En su teléfono había evidencia que mostraba que había tenido contacto frecuente cuando ella era más joven”, afirmó el tribunal.
El acusado luego insistió a la policía que no había relación entre ellos dos, sin embargo, cuando la policía encontró los materiales de su teléfono, descubrieron que había estado en contacto repetidamente con ella y que había estado declarandole su intenso amor por ella varias veces.
“Él hablaba en esos viejos contactos, de querer estar junto a ella, de querer que fuera su esposa, de querer tener un hijo con ella”, señaló la policía.
Su teléfono también contenía mensajes entre él y otro hombre, en los que ese otro hombre sugería que la Sra. Bashir estaba comprometida con él, en lugar de con el acusado.
La policía también encontró en su teléfono una imagen tras otra de la Sra. Bashir, tomadas en diferentes momentos, diferentes edades. Algunas de ellos fueron retocados o alterados usando un software o aplicaciones.
Incluso, varias de las fotos tenían corazones de amor agregados, y encontraron collages de varias imágenes de ella que habían sido reunidas. Las pruebas sugieren que el acusado estaba obsesionado con ella.
Al jurado también se le mostró una imagen que él había editado de él y Hina, ambos dentro de corazones de amor.
Finalmente, la sangre de Hina se encontró en su cama y en su casa se encontraron mascarillas con el mismo patrón que la que se encontró en su boca.
Hasta el momento, Arslan, de Natal Road, Ilford, niega el asesinato y la perversión del curso de la justicia. La investigación aún sigue en curso y se espera su sentencia final en los próximos días.