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“Humildad” y “sobriedad”: Papa Francisco envió un fuerte mensaje a los cardenales de la Iglesia católica

El sumo pontífice insistió en que se debe “vivir con transparencia, sin favoritismos y sin amiguismos”.

23 de diciembre de 2021
El pontífice inició una visita al país europeo.
El Papa Francisco envió un fuerte mensaje a los cardenales de la Iglesia católica | Foto: AFP

El papa Francisco llamó el jueves a la Curia Romana a dar pruebas de “humildad” y “sobriedad” y a huir de la “mundanalidad” y el “orgullo”, en sus tradicionales votos navideños.

En casi nueve años de pontificado, el papa hizo a menudo de este encuentro anual una antología de reprimendas severas. En 2014, enumeró 15 “enfermedades” que aquejan a la Curia, que van del “Alzheimer espiritual” a la “fosilización mental”.

Pero después de tres años, esta edición adoptó un tono más moderado de lo que esperaban sus opositores.

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El papa Francisco llamó el jueves a la Curia Romana a dar pruebas de “humildad” y “sobriedad” y a huir de la “mundanalidad” y el “orgullo”, en sus tradicionales votos navideños. | Foto: Getty Images

Navidad “es el momento en que cada uno de nosotros debe tener el coraje (...) de liberarse de sus vestimentas y de su cargo, del reconocimiento social, de su pedazo de gloria del mundo y de asumir su propia humildad”, declaró Jorge Bergoglio ante sus cardenales y obispos, reunidos en la Sala de Bendiciones del Vaticano.

En un discurso de 30 minutos, el papa de 85 años planteó al sínodo el futuro de la iglesia, dos meses después del lanzamiento de una consulta inédita entre fieles del mundo entero.

Tras recordar que la Curia (gobierno central de la iglesia) “no es solamente un instrumento logístico y burocrático”, sino “el primer órgano llamado a dar testimonio”, el Papa planteó que “la organización que debemos instalar no tiene modelo de empresa, sino modelo evangélico”.

“Nosotros, miembros de la Curia, debemos ser los primeros en comprometernos con una conversión a la sobriedad”, insistió, tras llamar a “vivir con transparencia, sin favoritismos y sin amiguismos”.

“Todos nosotros somos leprosos en busca de cura”, expresó Francisco.

“El orgulloso, enfermo en su pequeño mundo, no tiene más pasado ni futuro, no tiene raíz ni fruto, vive con el gusto amargo de la tristeza estéril”, declaró en referencia a las críticas al modo de vida de algunos miembros del clero.

No ser “esclavos de las quejas”

El pasado domingo, el papa Francisco, en medio del rezo del Ángelus, pidió a ir por la vida, ahora que empiezan las Navidades, “con ritmo alegre” y “confianza”, sin ser “esclavos de las quejas” porque “las quejas arruinan muchas vidas”.

El pontífice recordó el pasaje del Evangelio de Lucas que relata la Visitación, momento en que María, tras la Anunciación, va a visitar a Isabel. Según la Biblia, María “se levantó” y fue “con prontitud” a visitar a Isabel.

El papa Francisco junto al niño.
El pasado domingo, el papa Francisco, en medio del rezo del Ángelus, pidió a ir por la vida, ahora que empiezan las Navidades, “con ritmo alegre” y “confianza”, sin ser “esclavos de las quejas” porque “las quejas arruinan muchas vidas”. | Foto: AFP

Tal y como aseguró Francisco, el embarazo inesperado de María la exponía a malos entendidos e incluso a penas severas, incluida la lapidación, en la cultura de esa época. “¡Imaginemos cuántos pensamientos y perturbaciones tuvo! Sin embargo, no se desanima, no se desespera, pero se levanta. No mira hacia abajo, hacia los problemas, sino hacia arriba, hacia Dios”, comentó.

“Aprendamos de Nuestra Señora esta forma de reaccionar: levantarse, especialmente cuando las dificultades amenazan con abrumarnos”, instó el papa, que considera esta reacción una forma de “no empantanarnos en problemas, hundirnos en la autocompasión o caer en una tristeza que nos paraliza”.

“¡Miremos a nuestro alrededor y busquemos a alguien a quien podamos ayudar! ¿Conozco a algún anciano al que pueda hacer una pequeña ayuda, compañía? ¿O hacer un servicio a una persona, una amabilidad, una llamada telefónica? ¿A quién puedo ayudar? Me levanto y ayudo. Al ayudar a los demás, nos ayudaremos a superar las dificultades”, añadió.

El segundo movimiento que, según el papa, ha de tenerse en cuenta de María es “caminar con rapidez”. Pero esto “no significa proceder con agitación, sin aliento”, ha advertido, sino de conducir los días “con ritmo alegre, mirando hacia adelante con confianza, sin arrastrarnos a regañadientes, esclavos de las quejas”, pues “esas quejas arruinan muchas vidas”. “Las quejas te llevan a buscar siempre a alguien a quien culpar”, advirtió.

Con información de AFP.