Iglesia Católica
Iglesia católica de Tanzania suspende actividades litúrgicas como medida de seguridad tras profanación de su catedral
A comienzo de febrero, un sacerdote en Nigeria murió calcinado por cuenta de un taque de grupos yihadistas.
Incertidumbre ha generado en los practicantes del catolicismo en Tanzania, en África, las recientes situaciones relacionadas con ataque en contra de la infraestructura y las creencias de los fieles cristianos en ese país, luego de que uno de sus máximos templos, la Catedral Santa María Reina, fuera objeto de vandalismo y profanación el pasado 26 de febrero.
Precisamente, en medio de la sensación de inseguridad y el miedo derivado de dichos actos, los altos dirigentes del catolicismo en ese país han dispuesto, de manera transitoria, suspender las actividades litúrgicas que allí se realizan.
En declaraciones recogidas por medios de la prensa católica especializada en África, uno de los altos religiosos católicos de ese país, monseñor Flavian Matindi Kassala, obispo de Geita, afirmó que la institución religiosa en Tanzania entraría en un periodo de silencio, penitencia y cuidado, que se extenderá al menos por 20 días, como medida de protección ante eventuales nuevos ataques.
Así, el religioso confirmó que las actividades en el tiempo mencionado quedarán suspendidas como respuesta al acto de “blasfemia” del que fue objeto el templo luego de que un hombre irrumpiera en medio de una ceremonia litúrgica, y tras recorrer la iglesia corriendo y vociferando frases contra la religión, también avanzó en su propósito de causar daños físicos al recinto.
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El religioso citado confirmó que en medio de los daños ocasionados por el usurpador, también se vulneró a ‘Jesús eucaristía’, parte esencial de la creencia católica, lo que se considera como una profanación que también incluyó el daño de algunos objetos de culto.
Insistiendo en que además de los daños físicos al templo, el usurpador atentó contra las creencias católicas, el sacerdote lamentó la violación al respeto de la libertad de culto, advirtiendo que si bien no se comparten las creencias, una muestra de respeto por el prójimo es respetar las de él.
El religioso afirmó que la feligresía terminó “muy herida” por lo ocurrido, y necesita de un periodo para recomponerse.
Medios como ACI, especializado en los temas eclesiales, advierte sobre lo ocurrido que de acuerdo con el Código de Derecho Canónico, que tras un hecho de blasfemia e injuria de relevante gravedad, el lugar afectado no puede ser escandio de nuevas celebraciones “hasta que se repare la injuria por un rito penitencial a tenor de los libros litúrgicos”.
En ese sentido, los religiosos en Tanzania explicaron la razones por el cierre temporal de la referida catedral, y el inicio de las actividades penitenciales, advirtiendo también que en el ambiente quedó un tufillo de miedo ante nuevos ataques.
Se estima que el referido templo podrá reabrir sus puertas el 18 de marzo, mientras que los sacerdotes han pedido la oración y solidaridad de la feligresía católica en el resto del mundo.
A comienzo del mes de febrero, también en África, más precisamente en Nigeria, se conoció el caso de un taque en contra de los fieles católicos en ese país, en hechos que contemplaron el asesinato de un sacerdote identificado como Isaac Achi, quien fue abordado por un grupo de criminales islamistas quienes irrumpieron en el lugar durante horas de la madrugada, y tras capturar al religioso, optaron por quemado vivo.
Pese a que el sacerdote intentó ser auxiliado, las llamas que consumieron su casa fueron más rápidas y terminaron por causar la muerte al religioso.
En medio del ataque, los rebeldes nigerianos también dispararon en contra de otro de los religiosos presentes en el sitio, quien logró escapar, no sin antes adelantar un acto que tomó especial relevancia en el catolicismo, haber escuchado, mutuamente, en confesión al padre que terminó muriendo calcinado.