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Impactante cambio de una mujer que se quitó los tatuajes: todo para olvidar a un ex
Medios internacionales han compartido la transformación progresiva que ha tenido la mujer, tras someterse a un tratamiento con láser.
Su paso por la cárcel y la relación “tóxica” que vivió con su anterior pareja son las principales razones por las que Alyssa Zebrasky, una estadounidense residente en Ohio, se ha sometido a una serie de sesiones para intentar eliminar por completo los tatuajes de su rostro. Para ella, la marca hace parte de un pasado que quiere dejar por completo atrás y enfocarse en su nueva vida.
La mujer, quien ahora tiene 31 años, pasó a la escena pública en 2018 cuando la Policía divulgó fotografías suyas tras ser detenida por presunta posesión de drogas y hurto. En las imágenes divulgadas se le veía la cara cubierta casi en su totalidad por un tatuaje al estilo de ‘La catrina’, una figura relacionada con el tradicional Día de los Muertos mexicano.
Más de cuatro años luego de haber sometido su piel a la tinta, asegura que quiere borrar hasta la última huella de lo que esta significó en su momento. Con ese objetivo acudió a la organización texana INK-nitiatve-Removery, dedicada a asistir a los que quieren eliminar marcaciones corporales y comenzar otro camino sin ningún tipo de estigmatización, uno de los tropiezos más recurrentes para la norteamericana.
Alyssa Zebrasky from viral mugshots removes face tattoos https://t.co/M4plKXRAUu
— getliquidized (@getliquidized) January 3, 2023
La mujer, según informó Kennedy News, decidió tatuarse el rostro por influencia de su entonces pareja quien pertenecía a una pandilla y que, durante el tiempo que ella estuvo en prisión, solo la fue a visitar dos veces. Aspectos como ese llevaron a que Zebrasky calificara su noviazgo como una “pesadilla”.
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“El cambio es posible”
“Mirando hacia atrás en esas fotos, me siento decepcionada conmigo misma, pero tengo que recordar que no había trabajado en mí misma o tratado de aprender a amarme como lo he hecho ahora”, dijo, según recogió New York Post. “Me siento orgullosa porque el cambio es posible y es posible sanar y aprender cosas nuevas. Me gusta poder mirar hacia atrás y ver mi crecimiento personal”, añadió.
El proceso para suprimir las marcas comenzó en octubre de 2019 con la meta de tener una vida como todos los demás, sin sentir que en cualquier lugar las miradas se centran en cómo luce. Remover, nombre del sitio donde solicitó asistencia compartió el testimonio de Becca, una de las técnicas que ha trabajado con Zebrasky.
Let’s go back to Alyssa Zebrasky in 2012 pic.twitter.com/g1Tp3RZ2AR
— Busted Coverage (@bustedcoverage) December 6, 2018
“Nunca había visto tantos tatuajes en la cara de alguien (...). No sabíamos cuáles eran sus antecedentes; por qué fue a la cárcel”, fue la primera percepción que, poco a poco, se disipó. “Ella es tan dulce, es graciosa”, dijo Becca.
El proceso de transformación
“Cuando entró, se notaba que también estaba nerviosa. Es un compromiso para ella. Ella nunca ha hecho la eliminación de tatuajes antes. Estábamos nerviosos; estaba nerviosa, pero nos calentamos el uno al otro”, agregó la empleada de Remover.
Ahora, la estadounidense dice que inicialmente se negó a acceder a las pretensiones de su pareja; sin embargo, con el tiempo empezó a considerar que este la impulsó para que nadie más la quisiera.
Daily Mail informó que a la residente en Ohio le dijeron que el proceso completo requería aproximadamente de doce sesiones, de casi media hora cada una. En un comienzo el organismo empezó con las mejillas, luego con la frente y hasta las manos. Todo paso a paso; ya que, en palabras de la mujer: “tu cuerpo solo puede sanar tanto a la vez”.
Desde su decisión, Alyssa asegura que su amor propio ha incrementado, mientras avanza la eliminación de sus tatuajes. Adicional a su sanación interior, espera que su experiencia sirva a otras personas con una situación similar.