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Increíble caso: un violador fue liberado para que se casara con su víctima
Hace siete meses, el joven, de 25 años, había sido sentenciado a cadena perpetua, en el noroeste de Pakistán.
La indignación sacude por estos días a Pakistán, país en Asia, luego de que una corte decidiera dejar en libertad a un hombre, acusado de abuso sexual. Lo anterior, en línea con un acuerdo para que se case con la que sería su víctima, así lo informó la defensa del individuo.
Un consejo de ancianos, en el norte del país, medió entre la familia del acusado y la mujer agredida para que un vínculo marital permitiera la excarcelación del pakistaní, identificado como Dawlat Khan (de 25 años). El sujeto fue sentenciado en mayo (en la provincia de Jyber Pajtunjua), a cadena perpetua y encontrado responsable de abusar de una mujer con dificultad auditiva.
El arresto de Khan se había efectuado después de que su presunta víctima, que no está casada, tuviera un bebé. Los exámenes médicos terminaron por confirmar que el joven era el padre biológico. “Ambas familias se han acercado después de alcanzar un acuerdo con ayuda de la jirga (consejo tradicional) local”, dijo a AFP el abogado del acusado, Amjad Ali.
Para organizaciones de derechos humanos, el fallo es un retroceso en materia de apoyo y asistencia para las mujeres que son violentadas. Algunos activistas aseguraron que el veredicto refuerza la condición de vulnerabilidad, además de indicar que buena parte de los casos de abuso no llegan a denunciarse. El dictamen fue recibido con “horror” por la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán.
Otros activistas condenaron el fallo
La abogada y defensora de derechos Imaan Zainab Mazari-Hazir también rechazó la decisión tomada por el tribunal.
“Esto es, en efecto, la aprobación por parte de la corte de la violación y de la facilitación de los violadores y de la mentalidad violadora (...). “Va en contra de los principios básicos de justicia y de la ley, que no reconoce tales arreglos”, enfatizó.
En zonas rurales del país asiático, los consejos de aldea, mejor conocidos como jirga, están compuestos por adultos mayores que asumen un ‘papel judicial’, aunque sus decisiones no tienen una base legal que obligue, por ejemplo, a su cumplimiento.
Por su parte, Amnistía Internacional (AI) ha sido uno de los organismos que en algunos de sus informes ha expresado preocupación por la ausencia de protección y reparaciones en violencia de género.
Uno de los casos lo situó en 2016, cuando “se redujo la condena de prisión de Shah Hussain de cinco años a tres años y seis meses. Había sido encarcelado por haber asestado 23 puñaladas en el cuello a Khadija Siddiqui (...), al rechazar esta sus insinuaciones”.
De acuerdo con el Asma Jahangir Legal Aid Cell, un grupo de asistencia legal para mujeres desprotegidas, el índice de sentencias por abuso sexual es inferior al 3 %; lo anterior, respecto a los casos que van a juicio.
Sacerdote, condenado por abusos
En otros hechos, en Argentina, un sacerdote de 68 años, que responde al nombre de Manuel Fernando Pascual, fue condenado a 12 años de cárcel acusado de abusar sexualmente de religiosas entre 2012 y 2016. Según las denuncias, el ‘líder espiritual’ se ganaba su confianza para hacerles creer a sus víctimas que aquellas conductas eran correctas.
El fiscal Madrea pidió que el sacerdote Manuel Fernando Pascual sea condenado a 15 años de prisión por abusos sexuales sufridos por dos religiosas. Además, requirió que sea nuevamente detenido, ya que actualmente está en prisión domiciliaria. https://t.co/VBpstbw3nT pic.twitter.com/u6beE0ARya
— Funes Beto 🇦🇷 (@funesbeto) November 16, 2022
El Ministerio Público Fiscal aseguró que las agresiones se presentaron en múltiples ocasiones durante retiros, encuentros como conversatorios, charlas confesionales y en el desarrollo de sacramentos. Las víctimas acusaron a Pascual de decirles que accediendo a sus intenciones quedarían “sanas” por sus heridas “de amor”.
Uno de los fiscales dijo que el individuo “como su confesor y guía espiritual, primero obtenía su plena confianza y entrega para luego con el tiempo manipularlas para ‘aceptar su amor como algo sagrado’, o forzar el contacto para no echarlas y avanzar en las maniobras y prácticas abusivas”.
*Con información de AFP.