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Increíble: un verdugo salió de la cárcel al reducir su condena ahorcando a otros reos en prisión
El hombre defendía sus actos argumentando que le ayudaban a reducir su condena.
Una historia difícil de creer ha generado sorpresa en Asia, donde un verdugo bangladesí, que ejecutó a más de dos docenas de compañeros de prisión a cambio de reducciones de condena, fue liberado este domingo 18 de junio, según informaron fuentes oficiales.
Shahjahan Bhuiyan, que ingresó en prisión hace 32 años por asesinato, adquirió notoriedad por haber matado a 26 personas durante su estancia en la cárcel, después de haber informado a los funcionarios del establecimiento que tenía habilidades con la soga.
Entre las personas que ejecutó figuran oficiales militares declarados culpables de planear un golpe de Estado en 1975 y de asesinar al líder fundador del país, padre de la actual primera ministra, Sheikh Hasina.
“Su pena de cárcel se redujo por los ahorcamientos que llevó a cabo”, declaró a la AFP Tania Zaman, subjefa de la cárcel central de Daca, quien afirmó que sus ejecuciones ascendieron a 26 mientras estuvo encarcelado.
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El verdugo, de 74 años, también ahorcó al líder islamista Ali Ahsan Mujahid y al opositor Salahuddin Quader Chowdhury, después de que fueran acusados de crímenes de guerra, según otro funcionario de prisiones que habló bajo condición de anonimato.
En la lista figura también Siddique Islam, conocido como Bangla Bhai, un líder islamista de la proscrita organización Jamayetul Mujahideen Bangladesh, que dirigió una campaña de atentados en todo el país en 2005, añadió el funcionario.
Picture: during funeral of Ali ahsan #Mujahid's at his own village in Faridpur district early Sunday,#Bangladesh pic.twitter.com/ctrxHPWAxJ
— Md Ashraful Islam (@aiferdaws) November 22, 2015
Shahjahan Bhuiyan defendía sus actos argumentando que le ayudaban a reducir su condena. “Si no los colgaba yo, lo haría otro”, declaró. “Aunque sienta simpatía por él, como convicto, debo hacerlo”, aseguró.
Bangladés heredó la pena capital de sus gobernantes coloniales británicos y ha ejecutado a casi 500 personas desde su independencia de Pakistán en 1971. Bangladés es uno de los pocos países que aún ejecutan las penas de muerte en la horca.
Como Bhuiyan, todos los verdugos son presos que llevan mucho tiempo en la cárcel y han sido seleccionados y formados para ello.
Cuando tenía 40 años en 1991, aún soltero, Shahjahan fue condenado a 42 años de prisión, pero la pena fue conmutada por 10 años y cinco meses por diferentes motivos.
El hombre desempeñó un papel como verdugo desde 2001, lo que le valió la fama de ‘Jallad’, es decir, el verdugo, durante su tiempo tras las rejas. Entre los que ejecutó había muchas personas infames e influyentes, y cada uno de esos ahorcamientos arrastró a Shahjahan al centro de atención.
El Gobierno le conmutó la pena por dos meses por cada ejecución que llevó a cabo, totalizando cuatro años y cuatro meses por su servicio al Estado. Su buen comportamiento en prisión y otros aspectos redujeron algunos años más de su condena, según BDnews24.
Sin ningún lugar al que llamar hogar después de su liberación, Shahjahan, nativo de la aldea de Ichhakhali en Narsingdi, se dirigió a la casa de otro recluso con el que se había hecho amigo en prisión.
Hablando sobre el amigo que lo invitó a casa, Shahjahan dijo: “Es una muy buena persona. Voy con él y me quedaré allí por algún tiempo”.
Cuando se le preguntó acerca de su familia, Shahjahan dijo: “Tengo una hermana, pero nunca la he visto. Hablamos por teléfono. Ella nunca vino a visitarme tampoco”.
“No tengo hogar. Me quedaré en la casa de otra persona”, dijo, y le pidió a la primera ministra Sheikh Hasina que le diera un lugar para vivir. Cuando se le preguntó si teme por su seguridad después de ejecutar a tantas personas influyentes y criminales, Shahjahan dijo: “Yo no ordené los ahorcamientos. El Estado me ordenó que lo hiciera”.
*Con información de la AFP.