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Indignante: madre y padrastro asesinaron a un bebé tras hacerlo comer su propio vómito
La pareja golpeaba frecuente y contundentemente al menor.
Recientemente se conoció el desenlace de un caso estremecedor que involucra la muerte de un bebé de tan solo seis meses, a su madre y su padrastro, en Derbyshire, Reino Unido.
El menor tenía por nombre Jacob Crouch, nació el 17 de febrero de 2020, era hijo de sangre de Gemma Barton, y adoptado por su pareja, Craig Crouch, pero fue a manos de ambos, que falleció. Así lo determinó el jurado de Derby Crown Court, pues Craig habría cometido “abusos sistemáticos” contra el bebé semanas previas a su muerte.
En tanto que su madre, fue acusada por el tribunal de causar o permitir su muerte. Y es que el pequeño habría sufrido “hasta 41 fracturas de costillas que habían sido causadas durante, al menos, cinco asaltos separados”, indicó la Policía. Sumado a la gran cantidad de morados que tenía por todo su cuerpo.
La pareja llamó a la línea de emergencias, 999, la mañana del 30 de diciembre de 2020, luego de encontrar a Jacob cerca a su cuna. Al llegar los paramédicos, a la casa del bebé, en Foxley Close, Linton, Swadlincote, alertaron a las autoridades por los hematomas que tenía el pequeño, que fue llevado al Hospital Royal Derby.
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Cuando la emergencia fue atendida, se determinó que el menor ya llevaba muerto varias horas, por lo que se cree que estaba muriendo o ya había fallecido, cuando su madre lo revisó a las 5 a. m.
La Policía indicó que aunque “las fracturas habrían dejado a Jacob con un dolor intenso, fue otra lesión causada por un asalto, lo que en realidad causó su muerte. La autopsia encontró que Jacob había muerto de peritonitis. La afección es causada por una ruptura del intestino, una lesión causada por una patada, un pisotón o un puñetazo”.
Tras determinar que el bebé no murió por causas naturales, Barton y Crouch fueron capturados el 29 de marzo de 2022.
La fiscal Mary Prior KC dijo que los “huesos de Jacob se rompieron en al menos cinco ocasiones y que fue agredido con tanta fuerza que tuvo un desgarro en el estómago que se perforó y eso le causó la muerte”, informó el diario The Guardian.
“Ninguno de los dos buscó ayuda médica para Jacob en ningún momento por el dolor y el sufrimiento causados cuando sus huesos se rompieron o en los pocos días que siguieron. Ninguno sacó a Jacob de lo que debe haber sido una vida con episodios de dolor y sufrimiento significativos. Jacob no recibió el cuidado que cuando era bebé necesitaba y merecía”, agregó la fiscal Prior.
El diario reveló que la pareja se refería a Jacob como “el diablo” y aseguraban que el menor estaba “empujándonos hasta nuestros límites”. En otro de los mensajes conocidos por el juzgado, la madre decía que había “devuelto lo que Jacob le arrojó”, refiriéndose al vómito.
En un mensaje que Crouch le envió a Barton, dijo: “Tienes que ser más dura con él con esto y no dejar que esto se apodere de nosotros. Esto solo empeorará si no se aborda ahora”.
En medio de las investigaciones, Crouch afirmó que no tenía conocimiento de las heridas del bebé y le dijo a la corte: “No fui yo y frente a mí no vi nada. Nunca nos dio ninguna razón para pensar que estaba sufriendo”.
Mientras que la madre del menor, Barton también se unió a la negativa de haber lastimado a su hijo, y cuando se le preguntó quién podría haber infligido las lesiones, dijo: “No fui yo, así que eso deja a Craig”.
En el portal de la Policía de Derbyshire, registraron que el detective inspector Paul Bullock dijo: “Jacob Crouch nació en una cultura de crueldad, donde las dos personas en las que debería haber podido confiar, por encima de cualquier otra, le permitieron ser objeto de asalto tras asalto.
“De manera desgarradora, durante gran parte de la corta vida de Jacob, habría sufrido un dolor significativo como resultado de los ataques graves y repetidos. Está claro a partir de la evidencia encontrada en los teléfonos de Barton y Crouch, a través de mensajes de texto, videos y grabaciones de audio, que eran igualmente responsables de la cultura de crueldad que se infligió al bebé Jacob”, prosiguió.
“Como padre, no puedo comprender lo que sucedió en esa casa, y mis pensamientos permanecen con la familia más amplia de Jacob, que quedó devastada por su muerte. Espero que el veredicto de hoy traiga consigo un grado de cierre para ellos y que comience el proceso de que puedan llorar por Jacob y recordar los tiempos más felices con un niño muy amado”, agregó.