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Indignante: ‘sacerdote’ habría embarazado a su hija de tan solo 10 años; esto se sabe
El sospechoso podría enfrentarse a una sentencia de hasta 22 años.
Un caso de agresión sexual genera indignación en Ecuador, luego de que trascendiera que un supuesto sacerdote ortodoxo abusó de una menor de 10 años, quien terminó embarazada. Una vez analizadas las pruebas, se dio paso oficialmente al juicio contra el sujeto, identificado como Juventino de Jesús.
La menor, además, sería hija del ahora exreligioso, un hecho que aumenta la indignación. Los hechos ocurrieron en 2018, pero hasta ahora la recolección de pruebas, como parte de las indagaciones, permitió la rendición de cuentas por parte del sospechoso.
La investigación incluyó el testimonio de la propia víctima, cuyo hijo tiene ahora cuatro años, y el dictamen fue sustentado por el fiscal de la Unidad de Violencia de Género n.° 3 de Quitumbe. En la audiencia también se agregó el examen ginecológico, el cual dio base de una agresión sexual contra la menor.
¿Cómo fue la captura?
“Ella, presuntamente, sería también hija biológica del agresor, según una pericia de ADN practicada a pedido de Fiscalía y que también formó parte de los elementos de cargo”, señaló la Fiscalía ecuatoriana en un comunicado. “El fiscal también mencionó el informe de la valoración psicológica que se le hizo a la pequeña, que determinó secuelas emocionales a causa de la agresión sexual”, añadió el documento.
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Según informó el Ministerio Público, el individuo fue aprehendido el 30 de abril de este año en el cantón Huaquillas (provincia de El Oro). El acusado buscaba ganarse la confianza de sus víctimas cuya edad estaba entre los 6 y 15 años en comunidades vulnerables.
Cuando se produjo la captura, el comandante general de la Policía Nacional, Fausto Salinas, señaló que fue posible por la coordinación de ese organismo, la Fiscalía y la embajada americana. “Los hechos que violenten los derechos de niños y adolescentes, no quedarán impunes”.
Así actuaba el procesado
Su aprehensión estuvo enmarcada en el operativo “Cero Impunidad I”. Respecto al modo en el cual actuaba, la Policía detalló que buscaba “crear una relación de afectividad y mediante engaños, coacción y fuerza les obligaba realizar actos de naturaleza sexual”. La autoridad añadió que “este grupo vulnerable era trasladado desde Quito a diferentes ciudades del Ecuador y hasta el vecino país del Perú”.
En cuanto a la menor que resultó embarazada, la Fiscalía señaló que Juventino de Jesús habría convencido a la mamá de la misma para darla en adopción, aprovechándose de su condición económica. Además, no se trata de la única víctima, pues hay casos que lo vinculan desde 2011 (a la fecha hay cinco investigaciones).
La Policía apuntó a que, en 2019, el agresor acudió a un centro asistencial junto a la menor hoy mamá y aseguró que ella había sido víctima de abuso sexual. Sin embargo, cuando se le pidieron documentos se justificó en una supuesta ‘pérdida’ ante lo cual presentó una denuncia falsa y escapó.
El sospechoso había escapado
De acuerdo con la Policía, el sujeto había buscado escondite en Perú y luego intentó ingresar a Ecuador, pero por vías no controladas. Sin embargo, no consiguió escaparse de la justicia, pues ya le seguían los pasos.
Los hechos que violenten los derechos de niños y adolescentes, no quedarán impunes.
— GraD. Fausto Salinas Samaniego (@CmdtPoliciaEc) May 1, 2023
Gracias a trabajos investigativos con @FiscaliaEcuador, @PoliciaPeru y Embajada Americana, en #ElOro, se localizó y capturó a sujeto implicado en delitos de violación.https://t.co/4Sy6rVbJub pic.twitter.com/CUqQoWh5LY
“La víctima y su hija fueron rescatadas e ingresadas en una fundación en Perú y posterior de unos meses trasladadas a Ecuador, siendo inscritas a un sistema de protección (…). La Unidad Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes de Ecuador, en coordinación con la Fiscalía, participó de investigaciones centradas en el levantamiento de información” para localizar al presunto responsable.
De acuerdo con el fiscal, el lugar donde el individuo buscaba ganarse la confianza de sus víctimas era en una iglesia de Villaflora en el sur de Quito.