CRISIS ECONÓMICA
Inflación en Brasil: ciudadanos señalan que los productos están cada vez más caros
Brasil cerró 2020 con una inflación de 4,52 %, la cifra más alta desde 2016.
Mientras que la pandemia del coronavirus ha presionado a la baja los precios de los productos básicos en la mayoría de países en América Latina, producto de los períodos de confinamiento y las restricciones de movilidad, en Brasil el efecto fue contrario. Los precios están al alza y cerraron el 2020 4,52 % más altos, según el informe del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El grupo de alimentos y bebidas registró su mayor alza desde 2002, con más de un 14 %, lo que provocó un impacto de 2,73 puntos porcentuales en el índice acumulado de 2020.
La vivienda presentó una subida de 5,25% y una aporte al indicador de 0,82 puntos porcentuales. Los artículos de vivienda crecieron un 6 % y aportaron 0,23 puntos porcentuales. Estos tres grupos representaron casi el 84 % del índice en 2020, de nuevo, con la presión de la pandemia y los indicadores de la misma que no dan tregua en el país suramericano.
En diciembre, la inflación subió en Brasil 1,35 %, es decir, 0,46 % más que el 0,89 % de noviembre. Esta es la variación mensual más alta desde febrero de 2003 (1,57 %) y el índice más alto para un mes de diciembre desde 2002 (2,1%), destacó en su informe el IBGE.
La situación en las calles de Brasil genera zozobra y preocupación. “Cada semana los productos están más caros y me veo en la necesidad de recortar mi lista de compras. Ya compro el pollo más barato, pero si el precio sigue subiendo, tendré que reemplazarlo por el huevo. Parece que mi jubilación solo se reduce”, dijo David Garbi a los medios internacionales.
Una canasta básica de alimentación en Brasil tiene un precio de 131,4, dólares, razón por la que con un salario mínimo –de 203 dólares– se puede comprar una canasta y media al mes, indicador que se deterioró entre el 2010 y el 2019, pues hace diez años los ciudadanos podían acceder a poco más de dos canastas con el salario mínimo.
Según el Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socio Económicos de Brasil, en los últimos meses hubo un aumento en los precios de los alimentos en 17 capitales del país. Arroz, soja, carne, harina, leche, patatas y azúcar, fueron otros alimentos que más aumentaron su precio desde que llegó la pandemia.
Para los directivos de este centro de estudios, hablar de una política de valorización del salario mínimo resulta “difícil”, pues la remuneración del trabajo está desfasada y al menos 50 millones de personas tienen su salario referenciado en este valor.
Un reciente informe del Banco Central de Brasil proyecta que la inflación de este país, al cerrar el 2021 estará alrededor de 3,34 %, por debajo del rango meta fijado para el año anterior que era de 4 %. Estas proyecciones están basadas en el plan de vacunación que se consolidará este año en el país y también en la región, razón por la que podría reducirse la depreciación del real respecto al dólar de estados unidos.
Tanto para Brasil como para los demás países latinoamericanos, las perspectivas económicas siguen en duda. Crédito y Caución presentó un análsiis en el que mantiene unas perspectivas “sumamente inciertas y están lastradas por el creciente temor a una nueva ola de infecciones”.
La central de estudios detalla que esto responde a que la economía de Brasil, comparada con México, tiene una economía menos abierta y más sensible a las conmociones externas. Además, en Brasil el apoyo fiscal ha alcanzado el 12% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que la de México ha sido solo del 1% del PIB.
Entre tanto, la presión de la pandemia hace que Brasil mantenga un riesgo elevado de llevar su capacidad hospitalaria al máximo, producto de una nueva variante del virus que fue descubierta por las autoridades de salud. Hasta la fecha, Brasil tiene un total de 8.324.294 casos de coronavirus y 207.095 fallecimientos.