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Insólita historia: pensaba que tenía cálculos renales; pero estaba embarazada y entro en trabajo de parto
Los médicos que la atendieron tampoco ocultaron su sorpresa.
La joven identificada como Allison Rucker, oriunda de Estados Unidos, contó a través de su cuenta de TikTok, que, en un momento de su vida acudió a un centro de salud por un fuerte dolor, el cual atribuyó a cálculos renales; sin embargo, terminó llevándose una sorpresa.
Rucker comenta que cuando le realizaron los respectivos exámenes médicos, el personal que la atendió le manifestó que estaba embarazada, razón por la cual el dolor que sentía se debía a las contracciones.
“Cuando los médicos entraron y me dijeron que tenía un ‘cálculo renal’, era en realidad un bebé de 37 semanas”, manifestó Rucker.
Cabe mencionar que la mayoría de embarazos tienen una duración de 37 a 42 semanas, además del crecimiento de la panza. No obstante, la joven aseguró que solo subió ocho libras y que presentaba “un ligero sangrado cada mes”.
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“No supe que estaba embarazada hasta el parto. Solo gané 8 libras. Tenía algún tipo de sangrado mensual”, agregó la joven.
Rucker también comentó que a lo largo del embarazo, salió de fiesta sin ningún inconveniente, como lo registro en sus redes sociales anteriormente. De hecho uno de sus videos más vistos es cuando muestra cómo era su vida mientras estaba embarazada.
A pesar de que la joven afirmó que no estaba en sus planes ser mamá, se refiere a su hijo Kam como su “mayor bendición”. El clip logró superar las 291 mil vistas en la red social; también obtuvo miles de comentarios.
“Qué hermoso bebé para ser un cálculo renal”, “Dios mío, es el cálculo renal más lindo que he visto”, “Felicitaciones, eso es mucho mejor que un cálculo renal. Dios la bendiga”, son algunos de los comentarios.
@allisonrucker81 literally how it went #babylove #newbornbaby #birthstory
♬ original sound - Taylor Dean
Hombre no aguantó que su amiga no fuera su novia y la demandó por una millonaria suma
Aunque parece difícil de creer, desde hace años se presentó un caso de una demanda en Singapur donde un hombre no aceptó que una mujer, quien era su amiga, no quisiera ser su novia, por lo que optó por ir hasta el Tribunal Superior y exigir una cuantiosa suma de dinero bajo la premisa de haber sufrido daño emocional.
En total, fueron tres millones de dólares singapurenses (2,3 millones de dólares estadounidenses), los que se exigieron en la demanda hacia la mujer.
Kawshigan, como se llama el demandante, no pudo pasar el trago amargo que representó ser rechazado por la dama que accedió a ser su amiga, más no su esposa.
De acuerdo con la cadena local CNA, el “trauma emocional” es el argumento que Kawshigan dio y que esperó ser corregido. De hecho, indicó que la estrepitosa suma de dinero sería de gran ayuda para cubrir algunas pérdidas en sus negocios empresariales.
De igual modo, con la moneda de cambio asistiría a “programas de rehabilitación y terapia para superar el trauma sostenido”, según los documentos compartidos por The Guardian.
De acuerdo con la misiva legal, el hombre se conoció con la mujer en 2016, años después, en 2020, trató de construir más allá de un vínculo amistoso y eso trajo consecuencias. Debido a ello, la mujer le pidió a Kawshigan cortar cualquier contacto para evitar más altercados.
No obstante, el hombre le dio el beneficio a la duda y le pidió tomar terapia a la mujer, como un símbolo de ayuda a su amigo para aceptar lo que sucedió. La involucrada accedió, pero calificó las visitas con los profesionales como “inútiles y sin sentido”.
A pesar de todo, al demandante no le pareció correcto ser rechazado, por lo que se fue hasta la instancia legal y comunicó que sufrió “daño a su reputación estelar”, además de “trauma, depresión e impactos”.
El tiempo pasó y para abril de 2022, la mujer inició procedimientos legales contra Kawshigan, donde lo acusó de acoso. En la resolución, la dama logró una orden de protección y presentó una contrademanda, según RT.
Luego, en julio de ese mismo año, el hombre llegó hasta la casa de la mujer y hasta la amenazó con arribar hasta su trabajo.
Los años del proceso siguieron hasta el punto en el que, ahora, la dama exigió alrededor de 1.480 dólares singapurenses por experimentar inseguridad, situación que la llevó a instalar artefactos con alarmas en su vivienda para sentirse protegida.