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Insólita razón por la que una mujer aplicó a más de 60 trabajos y nunca la llamaron
La experiencia infructuosa para aspirar a un trabajo la tuvo en su adolescencia.
El proceso para aspirar a una oferta laboral, independientemente del sector, supone para muchos uno de sus mayores retos a la hora de cambiar de empleo o aspirar a una oportunidad. El proceso para que, inicialmente, la hoja de vida sea tenida en cuenta es el primer paso que puede extenderse, dependiendo de la empresa y las funciones a desempeñar.
Algunos especialistas en reclutamiento recomiendan procurar no pasar por alto el mínimo detalle tanto en estudios, la experiencia con la que se cuenta, el dominio de algún programa (si es el caso) y hasta las referencias personales. A la hora de enviar el correo, en la parte de la fase inicial, no es un asunto menor revisar qué se dejará tanto en el asunto como en el cuerpo del mismo.
Ese fue el pormenor que no tuvo en cuenta una mujer a la hora de enviar su curriculum vitae (CV), pues su contenido no tenía relación. En busca de trabajo, llegó a enviar más de 60 correos con la incertidumbre de por qué en ninguno de ellos conseguía respuesta, al menos para tener la certeza de que había sido recibido en uno de los múltiples intentos.
¿Qué terminó adjuntando?
“Nunca olvidaré que solicité trabajo cuando tenía 17 años durante meses y nunca escuché nada solo para darme cuenta de que 60 solicitudes más tarde estaba adjuntando mi registro menstrual y no mi CV”, fue el mensaje que trinó quien en redes sociales se identifica como Ashleigh Keenan.
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Ese ‘error’ derivó en que sus intentos de aquella época, por vincularse a un entidad, fueran infructuosos y resultaran en una pérdida de tiempo. Al evocar ese episodio en las las redes sociales, viralizó su publicación y hubo hasta comentarios de reclutadores y otros usuarios con experiencias similares.
“¿Pero ninguna de las empresas pensó en decírtelo?”, “Trabajo en reclutamiento. Te sorprendería la cantidad de cosas aleatorias que aparecen en lugar del CV de las personas”, “Como reclutador, no puedo enfatizar al público en general que verifique sus archivos adjuntos. He tenido de todo desde desnudos, documentos de viaje y hasta un certificado de defunción”, fueron algunos de los comentarios en Twitter.
Otro caso similar fue tendencia
A otra mujer la búsqueda de trabajo se le convirtió en más que una odisea cuando, como le sucedió a Ashleigh Keenan, envió decenas de veces su curriculum vitae sin recibir ninguna respuesta. La mexicana Damaris Renovato no revisó el contenido de lo que adjuntaba y no fue sino hasta tiempo después que encontró la razón por la que nadie la tenía en cuenta.
“Resulta que hace dos años siempre estaba enviando mi CV, pero yo decía ‘achis’, por qué nadie me llama y nunca me respondieron nada. Hoy me doy cuenta de que el archivo de Word que estuve enviado por dos años es una lista del súper”, contó la mujer en su cuenta de Facebook.
La confusión pudo deberse a que el documento estaba marcado con su nombre, aunque su contenido no decía más que un kilogramo de tortillas, cebolla, aguacate, salchicha, papaya y dos tipos de chile. La falla fue tomada con humor en esa red social en la que se adjuntó la evidencia.
“Yo también la pensaría dos veces antes de contratar a alguien a quien le gusta la papaya”, “¿Cuál es el chile del normal?”, “Si yo fuera la de recursos humanos, le habría llamado solo para preguntarle cuál es el chile del normal”.