México

¡Insólito! Joven asesinó a su hermano mayor porque le ganó en el videojuego ‘Free Fire’

El suceso ocurrió en un municipio de Veracruz, en México.

8 de noviembre de 2021
Videojuegos (Foto Getty)
La adicción a los videojuegos puede desencadenar problemas para la salud. | Foto: Getty Images

Lo que parecía ser una simple discusión por un juego terminó en tragedia. Un joven de 17 años asesinó a su hermano, de 22, porque le ganó una partida del videojuego Free Fire.

Este suceso ocurrió el pasado fin de semana en el barrio Hidalgo, en el municipio Gutiérrez Zamora, del estado de Veracruz, en México, reportó este lunes 8 de noviembre el medio 24 Horas de Ciudad de México.

Según el reporte policial, los hermanos comenzaron a discutir por el videojuego. El menor de ellos se sintió frustrado porque perdió y se fue a la cocina a buscar un cuchillo. Volvió y le dio varias puñaladas ocasionándole la muerte.

El menor presuntamente responsable fue detenido por los policías. El padre le informó a este medio mexicano que los hermanos pasaban con frecuencia el tiempo jugando el videojuego desde su teléfono celular.

En México también se presentó otro hecho desconcertante relacionado con los videojuegos. El crimen organizado en México recluta a menores, contactándolos mediante videojuegos, denunció el pasado 20 de octubre el Gobierno de ese país, tras el rescate de tres niños reportados como desaparecidos en Oxaca.

“Hay juegos de PlayStation, Xbox y Nintendo donde, desde el anonimato, sujetos entran en una relación por internet (con los menores) y empiezan este proceso de persuasión, de reclutamiento”, dijo el subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Ricardo Mejía.

Este fenómeno se extiende a redes sociales como TikTok e Instagram, añadió el funcionario en la conferencia matutina del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

Según Mejía, en ocasiones los menores son destinados a labores de vigilancia para alertar sobre la presencia de autoridades.

Mejía dijo que el pasado 9 de octubre las autoridades rescataron a tres menores en un domicilio del estado de Oaxaca y capturaron a una mujer que intentó trasladarlos a Nuevo León.

Los menores, de 11 a 14 años, reportados como desaparecidos, eran usuarios del videojuego de descarga gratuita ‘Free Fire’.

El menor “comenzó una amistad con un usuario” que, tras conseguir su número de teléfono, “le ofreció trabajo en Monterrey (Nuevo León), cuyas funciones serían permanecer en un cerro checando [revisando] frecuencia de radio y avisar si había presencia de Policía, con un salario de 8.000 pesos mensuales (400 dólares)”, explicó el responsable.

El niño aceptó e invitó a dos compañeros de escuela a una central de autobuses, desde donde una mujer los trasladaría a Monterrey. Gracias a que estaban jugando en línea, las autoridades pudieron localizarlos con tecnología GPS.

“Vamos a enviar un mensaje a las familias, madres, padres, a los niños y los adolescentes sobre el riesgo de los juegos electrónicos; todo esto que resulta muy violento y que sin duda afecta, daña”, dijo por su parte el presidente López Obrador.

Un equipo del Hospital Provincial de Castellón, la Universitat Jaume I y el Hospital General Universitario publicó el mes de septiembre el primer caso clínico en el mundo de un menor que tuvo que ser hospitalizado durante dos meses en la provincia de Castellón (España) por el abuso de videojuegos, según publicó la agencia de noticias Europa Press.

La generalización del uso de nuevas tecnologías en la vida cotidiana y el ocio ha sacado a relucir potenciales perjuicios del uso inadecuado de los videojuegos y la necesidad de tratamiento especializado en aquellas personas con signos de adicción comportamental, según confirma el caso clínico estudiado por un equipo de investigación formado por personal del Hospital Provincial, la Universitat Jaume I y el Hospital General Universitario de Castellón publicado en la Revista de Psiquiatría Infanto-Juvenil.

Los especialistas implicados en el estudio advierten sobre la necesidad de prestar atención a los comportamientos de los menores entre los que se ha extendido su uso, dada “la precocidad creciente en su consumo”, especialmente por “la falta de maduración en las funciones ejecutivas y cognitivas durante la adolescencia”.