Acosada por las deudas, una mujer tomó una fatal decisión: fingió su muerte y su velorio con tal de no pagar

Un descarado caso de intento de engaño fue reportado por medios locales de Indonesia, los cuales recogen la historia de una mujer que, tras sacar un préstamo a una persona con quien tenía amigos en común, resolvió idear una estrategia para evitar realizar el correspondiente pago, pese a que la prestamista le había concedido el favor de auxiliarla en un aparente estado de necesidad.

La protagonista del caso es una mujer identificada como Liza Dewi Pramita. De acuerdo con la denuncia hecha a través de medios locales, esta persona intentó hacerse pasar por víctima de un mortal accidente de tránsito, con el fin de evitar que su acreedora le siguiera cobrando el dinero prestado.

Según recogen medios locales, el caso de intento de estafa comenzó cuando Liza recurrió a un grupo de WhatsApp para solicitar a otra de las personas el préstamo de una cifra de dinero correspondiente a 1,4 millones de pesos, transacción que finalmente se realizó, pues la prestamista logró recaudar referencias que creía confiables de personas que la conocían, quienes daban fe de la honestidad de la persona que estaba solicitando la ayuda.

Pese a las buenas referencias, la fecha acordada para la realización del reembolso se vio opacada por el incumplimiento de la mujer, quien esbozó problemas económicos e intentó pactar una nueva fecha para la cancelación de la deuda.

No obstante, la mujer decidió ir más allá, pretendiendo no solo incumplir en la fecha de pago acordada para inicios del mes de diciembre, sino también buscar quedarse con el dinero que le habían prestado, a través de la puesta en marcha de un minucioso plan que, afortunadamente para su acreedora, logró dejar las pistas suficientes para evidenciar la farsa.

¿En qué consistió la mentira?

Sobre el particular, medios locales, retomados por el New York Post, explican que la mujer intentó hacerse pasar por muerta, de forma que su acreedora no tuviera ahora a quien cobrarle el dinero que le era adeudado; una muestra de deshonestidad flagrante.

Para llevar a cabo su estafa, y apoderarse del dinero que le habían prestado, la mujer recurrió a un minucioso montaje, con el que pretendía hacerse pasar por muerta. No obstante, los cabos sueltos en la estrategia, permitieron que la prestamista tuviera evidencias suficientes para desestimar la mentira, y seguir exigiendo el pago de sus obligaciones.

La estrategia de la mujer para buscar evadir el pago, consistió en hacerse pasar por muerta, hecho para el que aprovechó que no se conocía personalmente con la generosa persona que le había prestado dinero.

Para lo anterior, la mujer dispuso del perfil de redes sociales de su hija, en cuyo muro publicó un enternecedor mensaje en el que la joven supuestamente lloraba ‘la pérdida’ o muerte de su madre, quien habría perecido en medio de un accidente de tránsito.

Sin embargo, más allá del simple mensaje que buscaba dar credibilidad a la mentira, la mujer decidió soportar su farsa en una serie de acciones que abogaban por hacer más ‘creíble’ la situación, por lo que recurrió a la publicación de una serie de imágenes que buscaban ‘ilustrar’ la supuesta muerte.

En medio de esa publicación, además de un mensaje triste por la ‘muerte de la madre’, la joven también publicó fotos de un grupo de enfermeros atendiendo un accidente, así como unas fotos de su progenitora vestida de muerta, al posar acostada, con las manos dispuestas para ceremonia fúnebre e incluso con algodones en sus fosas nasales.

Aunque inicialmente la publicación despertó la preocupación de la acreedora, un detenido análisis de la situación la llevó a poner en evidencia el intento de estafa.

Así, la mujer evidenció que la mentira no había sido consensuada entre la mujer y su familia, pues realizó una llamada telefónica en la que el esposo no dio muestras de estar bajo una condición de luto, mientras que la hija de la presunta víctima, se mostró muy tranquila y, finalmente, terminó por aceptar la farsa.

Si bien la mujer no fue denunciada por la persona a quien intentó estafar, la noticia sí ha trascendido barreras, poniendo en evidencia el difícil actuar de la mujer, y los límites a los que está dispuesta a llegar en el marco de su deshonestidad.

Por su parte, según recoge el New York Post, la mujer descubierta en la mentira no ha manifestado su arrepentimiento, mientras que su víctima ha dado muestras de querer perdonar, y se presenta esperanzada en que la mujer cumpla con el pago de la deuda.