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Investigadores descubrieron una estrella devoradora de planetas ¿Qué tan peligrosa es para la Tierra?
Se trata de ZFT SLRN-2020, la cual estuvo en estudio durante tres años.
El observatorio Zwicky Trasient Facility (ZFT) detectó algo inusual en el espacio, lo que sería una estrella devastadora que se alimenta de planetas.
Las entidades encargadas en estudiar el comportamiento del espacio comparten algo en común con respecto a las llamadas estrellas devora planetas. Todas las investigaciones indican que es difícil detectarlas por la velocidad que tienen. Sin embargo, no es algo imposible.
Con base en los avances tecnológicos en materia de ingeniería astrofísica, los investigadores han logrado encontrar amenazas que están en el espacio. Estos fenómenos tienden a ser esporádicos y suelen ocultarle en poco tiempo. Para detectar las estrellas peligrosas, se emplean diferentes variables para capturar imágenes de estas, las cuales se pueden reflejar en novas, estrellas fulgurantes, núcleos de galaxias activas, estallidos de rayos gamma o microlentes gravitacionales.
A nivel mundial hay varios observatorios que se encargan de identificar este tipo de cuerpos gravitacionales. No solo buscan estrellas devora planetas, sino también asteroides, cometas, transiciones de planetas y otra clase de fenómenos espaciales. Además de Zwicky Trasient Facility, se destacan All Sky Automated Survey, SuperWasp y PanStarrs.
ZFT cuenta en sus instalaciones con una cámara con un campo de visión amplio ubicado en un telescopio robótico en Palomar Observatory en San Diego, Estados Unidos. El observatorio realiza cada dos días un escaneo del cielo y, hace poco, detectó algo inusual que no estaba en sus registros.
El impresionante hallazgo fue una estrella que bautizaron como ZFT SLRN-2020, Su origen consta de hace tres años, cuando los investigadores observaron el fenómeno de una explosión de una estrella que desapareció luego de brillar más de 100 veces en comparación con otras y que estuvo alrededor de 10 días cerca a la constelación de Aquila.
Inicialmente, el equipo científico pensó que esto era un fenómeno de nova roja, el cual consta del choque de dos estrellas que emiten una luz brillante. No obstante, la luz que irradió la explosión fue menor y no tenía hidrógeno, componente que está presente en nova roja. Adicionalmente, algo que causó curiosidad fue la formación de moléculas de material que solo pueden existir en ambientes fríos.
En consecuencia, empezaron a realizar observaciones de lugar para detectar el origen de lo ocurrido. La primera conclusión fue que la estrella no chocó con otra, sino que en realidad absorbió un planeta cercano. La razón de este suceso correspondió a la interacción entre la energía de ambos cuerpos celestes, siendo el de la estrella altamente superior y permitiendo su devoración.
Adicionalmente, el planeta en cuestión tenía una masa superior a la de Júpiter y había estado en contacto con la estrella entre seis a 12 años. “Esta es la primera vez que el proceso de una estrella que absorbe un planeta ocurre en tiempo real”, indicó Kishelley Dee, doctor del Instituto Carville de Astronomía e Investigación Espacial en el MIT, quien figura como uno de los autores del artículo con los resultados publicados en la revista Nature.
Con respecto a la luminosidad de la estrella, el estudio apuntó que los planetas igual o más grandes que Júpiter pueden hacer capas externas de su estrella, las cuales se rompen en el proceso de absorción cuando quedan atrapados. Acto seguido, ese material entra en contacto con la superficie de la estrella y aumenta el nivel de la luz.
El estudio de estrellas devoradoras ya se ha hecho en el pasado. Pero como se mencionó anteriormente, la velocidad en la cual estos fenómenos ocurren impiden que haya una amplía información relacionada. Sin embargo, el estudio de ZFT SLRN-2020 es una de las primeras veces, luego de tres años de estudio, que se logra confirmar la hipótesis por medio de imágenes capturadas del suceso.
Con respecto a la amenaza que genere, esta está muy alejada a la Tierra. Por lo tanto, no representa un riesgo para nuestro planeta. Tampoco hay presencia de otras estrellas de esta categoría cerca a la Tierra, por lo cual no hay ninguna alerta sobre fenómenos de este tipo.