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Irán, ¿otro país en guerra con Israel? Así ha multiplicado sus amenazas
Para algunos especialistas, son inciertos cuáles serán los próximos pasos de este país de Oriente Medio.
La tensión entre Israel y el grupo islamista Hamás no se ha limitado solo a esos dos actores. Ha sido una situación seguida por numerosas naciones y, en general, la comunidad internacional. Incluso, hasta el Vaticano se ofreció recientemente a mediar en el conflicto, pues la salida pacífica parece alejarse cada vez más.
Los choques han situado también la atención en países de la región de Oriente Medio, como Irán que, con recurrencia, lanza advertencias tanto a Israel como a Estados Unidos, pero sin revelar hasta el momento sus posibilidades sobre si las hostilidades pueden derivar en una escalada regional.
Teherán ha defendido la causa de Hamás, al que apoya desde hace años. Luego de aplaudir “el éxito” del ataque sin precedentes de ese movimiento islamista, perpetrado el 7 de octubre contra Israel, sus altos funcionarios evocan la guerra desencadenada durante sus intervenciones públicas.
Pero, más allá de las palabras, la estrategia de la República Islámica se decide sin salir a la luz varios detalles, para dejar que sus adversarios declarados, Israel y Washington, así como la comunidad internacional intenten adivinar sus propósitos reales.
¿Cuál será la determinación de Irán?
En Teherán y el extranjero, los expertos creen que el Gobierno está abierto para adaptarse a la evolución de la guerra, intensificada desde los últimos días en Gaza, con bombardeos y enfrentamientos terrestres.
En este momento, “Irán no está interesado en involucrarse directamente en la guerra”, dijo Hadi Mohammadi, investigador sobre política internacional en Teherán.
“Los iraníes dejaron claro desde el principio que no buscan una implicación directa ni una confrontación”, precisa la iraní Sara Bazoobandi, del Instituto Giga de Estudios de Oriente Medio, con sede en Alemania.
“Irán continúa enviando advertencias sobre una posible reacción de Hezbollah (libanés) y otros grupos de lo que llama ‘el frente de resistencia’”, añade. Aunque hay que tener “cuidado” en el modo en que los formula porque los riesgos podrían “ser elevados”.
¿Cuál es la posición de Estados Unidos?
Estas afirmaciones públicas buscan contrarrestar las acusaciones de Washington, que culpa a Irán de los ataques con las tropas estadounidenses en Siria e Irak como blanco y que han herido a una veintena de soldados.
La Casa Blanca acusó a ese país de facilitar activamente estos ataques. Y, de acuerdo con el Pentágono, las organizaciones “que llevan a cabo estos ataques cuentan con el apoyo de los Guardias revolucionarios”.
El presidente Joe Biden envió “un mensaje directo” al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, para advertirle contra cualquier nuevo ataque de estos grupos. Por su parte, el comentarista político Abbas Aslani también destacó que es imposible, en este momento, “predecir lo que va a pasar”. No obstante, “Irán tendrá que reaccionar de una forma u otra si el conflicto se regionaliza o si otras partes atacan sus intereses”.
“Cualquier acto desconsiderado contra Irán provocará una fuerte reacción”, advirtió el ministro de Defensa, Mohammad Reza Ashtiani, antes de la realización en los últimos días de una serie de maniobras militares en el país.
Mientras tanto, los expertos señalan que Teherán ya consiguió varios objetivos, como detener el proceso de normalización de las relaciones entre Arabia Saudita e Israel, bajo el auspicio de Washington. Otras capitales árabes también han tomado distancia de Benjamin Netanyahu.
Para Bazoobandi, Irán considera que el ataque sorpresa del 7 de octubre en Israel “humilló a los servicios de seguridad israelíes”, pues estos no lograron evitarlo. “Me imagino que para Teherán esta humillación pública puede ser suficiente, sin que sea necesaria una escalada”.
*Con información de AFP.