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Israel atacó baterías antiaéreas sirias, como represalia a misil disparado desde este país
La información la dieron a conocer las Fuerzas de Defensa Israelíes a través de su cuenta de Twitter.
Según informó el Ejercito de Israel, este martes 8 de febrero atacaron sitios de lanzamiento de misiles en Siria, como respuesta a un misil disparado desde el país vecino.
“En respuesta al misil antiaéreo lanzado por Siria (...) acabamos de atacar sitios de lanzamiento de misiles tierra-aire en Siria, incluyendo radares y baterías antiaéreas”, precisaron las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF, por sus siglas en inglés) en su cuenta de la red Twitter.
Indicaron que las alarmas sonaron en Umm Al Fahm, una ciudad árabe en el norte de Israel, cuando Siria disparó el misil, que estalló en pleno vuelo.
La prensa estatal siria alegó que la defensa aérea del país fue activada ante los disparos israelíes “en las cercanías de Damasco”.
Citando una fuente militar, los medios estatales sirios informaron que el ataque aéreo israelí ocurrió en horas de la madrugada y fue seguido por misiles tierra-tierra “desde la dirección del Golán ocupado”.
“Nuestra defensa aérea confrontó los misiles del enemigo y derribó algunos de ellos”, según la agencia noticiosa siria SANA.
In response to the anti-aircraft missile launched from Syria earlier tonight, we just struck surface-to-air missile targets in Syria, including radar & anti-aircraft batteries.
— Israel Defense Forces (@IDF) February 9, 2022
De acuerdo con la agencia, un soldado murió y cinco resultaron heridos, además de registrarse “daños materiales”.
Desde el inicio de la guerra civil en Siria en 2011, Israel ha realizado cientos de ataques aéreos en ese país contra puestos gubernamentales así como contra las fuerzas del movimiento Hezbolá respaldado por Irán.
Jefe del grupo Estado Islámico murió durante una operación en Siria
A comienzos de diciembre, la inteligencia estadounidense estaba segura: el hombre que ocupaba el piso más alto de una casa cualquiera en Atme, al norte de Siria, que nunca dejaba el edificio y solo salía para tomar una ducha en el techo, era el jefe del grupo Estado Islámico (EI).
En la Sala de Crisis de la Casa Blanca se construyó una maqueta de la casa y se le informó al presidente Joe Biden sus opciones para neutralizar a Abu Ibrahim al Hashimi al Qurashi, uno de los yihadistas más buscados por Estados Unidos.
Funcionarios estadounidenses dicen que podrían haber matado a Qurashi fácilmente, pues el año pasado lograron su ubicación hasta identificarla con la precisión necesaria para un ataque de misil.
Pero Biden eligió un camino más arriesgado, dijo un alto funcionario estadounidense que dio detalles a los periodistas sobre el asalto.
Según el funcionario, el Pentágono buscó reducir la posibilidad de causar la muerte de civiles que cohabitaban la casa de hormigón de tres niveles, ubicada en medio de árboles de olivos cerca de la frontera con Turquía.
De acuerdo con un alto funcionario del Pentágono, Qurashi mató a su familia y luego se suicidó después de activar una bomba, al comienzo de la operación.
El asalto de las Fuerzas de Operaciones Especiales fue “increíblemente complejo”, admitió el funcionario, debido a la cantidad de viviendas cercanas y a la presencia de mujeres y niños en el edificio.
Al final, cuando las tropas de élite rodearon la casa y pidieron a los ocupantes que salieran, Qurashi hizo detonar una explosión que lo mató junto con su esposa y sus dos hijos, un desenlace para el que las fuerzas se habían preparado, pero que esperaban no sucediera.
La operación fue ensayada en detalle varias veces, dijo el funcionario.
Las fuerzas especiales estaban entrenadas para todo, desde una rendición hasta un cruce de disparos. Una posibilidad era que Qurashi se hiciera explotar.
Estados Unidos había establecido una recompensa de diez millones de dólares por Qurashi, al poco tiempo de que asumiera el mando del EI.
*Con información de la AFP.